Lobo de wall street

En esta película se evidencia absolutamente la falta de ética, moral, deontología, se evidencia la mentira, la falta de ética profesional y atenta contra el código ético y moral.

El protagonista de esta película Jordán Belfort, se deja seducir por los placeres que le ofrece el mundo, perdiendo así los valores de un buen ser humano. Cayendo en la corrupción en todo el sentido de la palabra, atentando contra su propio cuerpo al ingresar en el mundo de las drogas, también llega a practicar el adulterio, ya que siendo un hombre casado tiene relaciones íntimas con otras mujeres aparte de su esposa, incumple el séptimo mandamiento, que en las escrituras Bíblicas es no robaras, lo invade un deseo fuerte, una obsesión de tener lo que quiere a costa de lo que sea, cuyo significado viene de la raíz griega (oregomai), también utiliza el engaño para lograr sus objetivos, sin importar el daño que pudiese causar a sus inversores, quedándose así con los ahorros de cada uno de estos incautos.

Con las técnicas aprendidas en un empleo anterior adoctrino a todos sus colaboradores que se convirtieron al igual que él en personas inescrupulosas con deseo de codicia y poder.

Jordán y sus colaboradores llegaron a ganar tanto dinero, que no sabían qué hacer con él. Sobornaban, malgastaban, manipulaban, pisoteaban a todo el que querían, la ética y la moral no hacían parte de ningún manual en el que se pudieran regir.

Las autoridades ya le estaban respirando en la nuca, debido a su proceder ilegal y en gran parte a la presión, decidió alejarse de las prácticas incorrectas enseñando a otros técnicas efectivas en ventas y formas de cómo invertir inteligentemente en la bolsa, también se alejó de las drogas, el alcohol y el adulterio, (practico el arrepentimiento)

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