MATCH POINT de Woody Allen

FONSECA LARA BRENDA LORENA

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MATCH POINT

La película de Match Point del director estadounidense Woody Allen es muy interesante y me llamo la atención cuando vi que no era una película de comedia o algo que constantemente hace este director. La película desde su comienzo es un drama ya que comienza contando la historia de un tenista retirado el cual se gana la vida dando clases de tenis pero aun así aspira a ser algo más de lo que es terminando todo en un desastre todo por sus deseos “prohibidos”.

Totalmente a la par de su género, esta película contiene varios elementos que hacen pensar a uno como espectador, que hay en un cambio en la dirección artística, ya que siempre procuran que la imagen y diseño que muestran en pantalla esté más planificada, los encuadres son más cuidadosos, se permite usar la cámara lenta y, aparte de todo eso, las escenas de amor son pasionales y no caricaturescas como en anteriores ocasiones. Visto así, casi lo único que se mantiene intacto son los títulos de crédito, tan clásicos como siempre, y con esos dos nombres que se repiten desde hace décadas en la categoría.

El manejo de cada detalle por el director fue bueno y me gustaron las actuaciones, ya que desde un principio te muestran al tenista como una persona impulsiva que toma decisiones sin pensarlas, y sus actitudes muy irracionales, desde un comienzo uno se da cuenta que nada iba a acabar bien, aunque el desenlace es sorpréndete, no me esperaba que al final arreglará sus problemas matando a inocentes, para así seguir con su vida tan arreglada.

La película comienza con el personaje principal, Chris Wilton interpretado por el actor Jonathan Rhys diciendo una frase en voz en off, que hablaba sobre la vida del ser humano formada la mayor parte a base de suerte. Esto cobra sentido a los largo de la película, ya que la vida de Chris de ahora en adelante se basa en su “suerte” ya que llega a formar parte de las esferas más altas de la aristocracia londinense, un golpe de suerte lo salvó de que se descubriera su crimen. El protagonista defiende a cada momento la teoría sobre la suerte dentro de la vida humana en varios momentos de la película, y en cierto sentido, el mismo film le da la razón.

También en la película se desarrolla algo que se menciona desde un principio y es sobre la mala suerte que se comparte y esto lo podemos ver cuando Chris comienza su relación de amantes con Nora interpretada por Scarlett Johanson, ya que desde ese punto vemos como ella desde siempre no ha tenido muy buena suerte, después sabemos cuándo ella queda embarazada con esa relación intercalado con la situación en la que Chris no puede dejar embarazada a su esposa, sabemos que esto quizá se dio por alguna razón de azares a la suerte o mala suerte del protagonista.

En este punto de la película claramente sabemos que a Chris no le  gusta asumir la responsabilidad de sus acciones, ya que siempre ha tratado de llevar su vida dependiendo de su suerte y el azar que nunca ha negado que formara parte de él. La película se encarga en varias ocasiones de hacer ver esto como algo cierto ya que en varias ocasiones la suerte es la que ayudaba al protagonista.

Frente a la presión de la situación (Nola embarazada, reclamándole que se divorcie y saque a la luz todo lo que pasó entre ellos) Chris va tomar una peculiar solución: matarla. Borrar del mapa a Nola, negar todo lo que ahí sucedió, desterrar esta pasión y el hijo que engendró. Para ello elabora un plan de asesinato muy complejo ya que lo vemos desarrollado, por lo que vi este plan de asesinato es inspirado en gran parte en “Crimen y Castigo” de Dostoievski, el cual busca, a través de la muerte de una persona inocente que la naturaleza real del crimen quede velada para la policía. Resulta paradójico que una persona que afirma tanto el papel central del azar y lo no-calculado en la vida, prepare sus acciones con semejante cuidado, no dejando ningún detalle fuera del cálculo y la previsión. Bajo este horizonte obsesivo es que el crimen va a ser cometido.

Sin embargo, no todo puede ser calculado, algo siempre se “escapa”, un resto que convoca al sujeto a asumirse más allá de las fronteras del yo. Veremos este movimiento en las dos escenas finales de la película. Ambas tienen la estructura lógica de una interpelación, donde el Tiempo 1 (el crimen planificado) es puesto en cuestionamiento, buscando su resignificación, ahora sí, bajo el campo de la responsabilidad.

Lo interesante es que estas dos perspectivas no sólo conceptualizan distintos tipos de “sujeto” sino también la forma misma en que el sujeto confronta con la responsabilidad. Decimos dos nociones de responsabilidad, y hablábamos de dos escenas en el film para comprender esto.

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