MONOLOGO ORGULLO Y PREJUICIO

MONOLOGO ORGULLO Y PREJUICIO

Elizabeth se da cuenta de sus sentimientos hacia Darcy y tiene un conflicto con ella misma por haberlo rechazado de una manera tan cruel antes

He sido absurda, tan tonta y ciega. ¡Qué humillante es todo esto, pero cómo merezco esta humillación! Si hubiese estado enamorada de Wickham, no habría actuado con tan prejuicio. Pero la vanidad, y no el amor, ha sido mi locura.

Complacida con la preferencia del uno y ofendida con el desprecio del otro, me he entregado desde el principio a la presunción y a la ignorancia, huyendo de la razón en cuanto se trataba de cualquiera de los dos.

Pero todavía no entiendo el razonamiento de Darcy, lo cual me dijo en su carta cuando estaba en Hertfordshire, sobre la relación entre Bingley y Jane. ¿Pero cómo pudo dudar de su amor?

Aunque recuerdo la conversación que tuve con Charlotte en el baile de Netherfield, si sé que mi hermana nunca mostró sus sentimientos hacia Bingley, pero yo sé que ella es así, tímida y, pero sé que ella lo amaba. Y como no olvidar también la conducta de mi familia en ese baile, en especial las palabras de mi mama. ¿Entonces cómo no puedo darle el crédito a lo que él me dice sobre este punto?

Y esa noche, lo trate tan mal cuando me dijo que me amaba, solo le dije que, desde el principio, casi desde el primer instante en que lo conocí, sus modales me convencieron de su arrogancia, de su vanidad y de su egoísmo hacia los sentimientos de los otros, le dije que no hacía un mes aún que le conocía cuando supe que el sería el último hombre en la tierra con el que podría casarme. Ahora cuan diferente siento, haría cualquier cosa para borrar es palabras.

Pero ahora seguimos adelante, a través de danzas, a través de las estaciones,

a través de cenas y juegos de cartas, pero míos fueron las razones que sus avances fueron derrotados. ¿Cómo puedo estar de pie un hombre que vivió la vida en una sombra?

Nos trasladamos a través de compromisos, ya sean fracasado o cumplidos, pero nunca la nuestra. Y supongo que era mi propio orgullo que se interpuso en el camino. Su amor me eligió a mí, pero mi orgullo era demasiado fuerte. Era una luz cegadora, mi orgullo era una luz que rompió los rincones más oscuros y con mi orgullo que supone su naturaleza, pero me equivoqué.

 Yo. Yo estaba muchas veces mal. Si solo mi orgullo no hubiera sido demasiado fuerte, habría dejado que su amor cubriera todo, pero no hice caso, sí, desanimé mis propios afectos. Afecciones que estaban ocultas detrás, afectos a un hombre que ahora quiero mucho. Afecciones que estaban ocultos detrás de una terrible complexión de amor y lealtad, y del orgullo y del perjuicio.

Así que supongo que al final no era el orgullo de todo, era la lealtad que se interpuso en el camino. Ambos habían participado en una batalla para defender y amigos cercanos que no hizo más que perjudicar a todos. Pero entonces llegó un momento en que nuestro orgullo y nuestra lealtad fueron eclipsadas por una gran caída. Un amor que me veía como una aflicción, creció y se trasladó y penetró mi mente, y me rompió el orgullo. Así que ahora supongo que no era orgullo, no orgullo por todo lo que me atravesó, pero era un entendimiento, una unión, no un perjuicio en absoluto. Fue amor supongo, y no orgullo.

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