Musica Y El Hombre
Enviado por dancalzar • 29 de Mayo de 2013 • 1.474 Palabras (6 Páginas) • 324 Visitas
Ensayo
Situar al hombre en un paraje de respuestas dadas constituiría una comarca en la que la formulación de nuevas interrogantes resultaría absurda e innecesaria. El hombre pues, se hallaría inmerso en una inminente carencia de sustento y de construcción. La inmediatez que supondría la develación de su fundamento de vida, fungiría como aniquiladora de toda necesidad creadora.
Para nuestra fortuna (o infortunio), el hombre halla su esencia fundante en lo inasible. Es esa misma naturaleza inhospitalaria del hombre la que, de manera paradójica, se articula como la gran visagra que hace de su existencia el terreno fecundo para la creación. Así pues, el hombre busca el fundamento de su existencia valiéndose de la construcción de un mundo que pueda habitarse, ya que es imposible cohabitar en lo inhóspito. En dicho constructo se hallan inscritas una serie de normas, reglas y estructuras pertinentes que han de fungir como referentes de formalidad social y cultural, mismas que posibilitarán la existencia de la sociedades a partir de la reproducción de conocimiento que al avalarse dotará de identidad y pertenencia a sus habitantes.
En este orden de ideas, resulta cabal apuntar que la esencia del hombre es mera construcción. Su existencia humana se halla trazada en un marco de posibilidad que supone la construcción permanente de su ser, mientras es en un marco pleno de libertad, dentro de las posibilidades que la estrucutra a la que esté ceñido se lo permita.
Como mencioné líneas atrás, el arrojamiento del hombre al vértigo de su existencia sugiere una búsqueda constante; si el hombre estuviese satisfecho, no existirían incógnitas por revelar, no existiría búsqueda y por ende, éste no podría llegar a saber quién es. De esa manera, el hombre se va abriendo paso entre la neblina, tratando de encontrar en el desorden una posibilidad de entendimiento.
Los antiguos griegos proponían que "El hombre viene a saber quién es". Ya desde la tragedia con autores como Sófocles y Eurípides, los fundamentos de la naturaleza no podían ser comprendidos por el conocimiento, sino por la emoción. Considero fundamental esta idea para enmarcar los dos tipos esenciales de conocimiento trazados por el hombre: la doxa (hábitos, costumbres) y la episteme (pensamiento científico), debido a que el hombre no puede limitarse a ser racional todo el tiempo, posee la necesidad de explorar el terreno de lo intangible, lo abstracto, lo emocional.
Ineludible resulta el hecho de que el hombre sublima su falta, su carencia de fundamento, al grado de tener la necesidad de representar de manera simbólica parte de su realidad. Dicha abstracción desembocó de manera inminente en un acercamiento y configuración del arte.
Considero que existe una simultaneidad y correlación feaciente entre lo que se piensa y lo pensado. Mas tal como lo señalaba Kant, la relación inmediata con las cosas se suscita primero a nivel existencial, no intelectual. Valiéndome de dicho precepto kantiano,me atrevo a afirmar que la música como arte supremo posee tal fuerza en el terreno de las artes porque apela de manera directa a ese sujeto que no siempre refelxiona, pues no está ceñido a una sola posibilidad de conocimiento, ya que otras facetas, como lo es el ámbito emocional.
Con esto no pretendo señalar que las demás artes no se pronuncien hacia la parte emotiva, pues resulta evidente. No obstante, es preciso señalar que el resto de las artes categorizan de alguna manera a los entes, a pesar e que no se pueda accesar a ellos en tanto cosas, es decir, existe cierto grado de abstracción el la obra de arte, por ejemplo en una escultura o en la Guernica de Picasso, (por enunciaruna obra), pero existe cierto grado de tangibilidad en la obra, ya sea por los materiales con los que está contruída o porel artista que ejecuta una danza. Sin embargo, el sonido se muestra como un ente incosificable, imposible de encapsular. Algunos podrán mencionar que la parte tangible de la música se halla inscrita en la partitura o en el instrumento mismo, sin embargo, el análisis que nos atañe es el efecto que en sí produce la música en el que la escucha y los sonidos son de una naturaleza tan etérea que se cargan de una abstracción incomensurable.
Evidente resulta la relación que prevalece entre la música y las emociones, pero también entre el conocimiento o la moral. Así pues, la música posee un lugar privilegiado en la vida del hombre, ya que se suscribe además como una parte inesctrutable de la cultura que puede tomar su
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