Musica
Enviado por carogalan • 4 de Octubre de 2013 • Informe • 350 Palabras (2 Páginas) • 151 Visitas
Cada vez hay más pruebas de que la música tiene tanta influencia en nuestro cerebro y nuestras emociones como una droga ilegal. Y, sin embargo, la música es legal.
Bien, no toda la música era legal hasta hace bien poco. Y aún quedan mentes prehistóricas como las que dirigen las entidades de gestión de derechos de autor que todavía se empeñan en convertir el intercambio de archivos musicales en una actividad ilegal (aunque la ley explicite que el intercambio de archivos protegidos por derechos de autor es completamente legal siempre que no haya ánimo de lucro).
Esperemos que, por desesperación, dichas entidades no consigan convertir la música en una droga prohibida que sólo ellos podrán administrar (como lo hacen con los análogos químicos las empresas farmacéuticas mientras se penaliza el consumo de sustancias que puedan hacer la competencia).
Pero dejémonos de ironías y vayamos al meollo de la cuestión. ¿Por qué la música puede compararse a una droga? ¿Hasta dónde puede influir en nuestro pensamiento y en nuestras emociones?
Primero hay distinguir entre “estado de ánimo” y “emoción”. Son cosas ligeramente distintas, aunque se parezcan mucho. Un estado de ánimo es un sentimiento prolongado, que dura varios minutos, horas o incluso días. Una emoción, sin embargo, es un sentimiento efímero. Por ejemplo, la alegría sería una emoción. Y la felicidad, un estado de ánimo.
La música, en general, induce más emociones que estados de ánimo. El musicólogo Deryck Cooke, en The Language of Music, de 1959, apoyaba la concepción generalizada de que las escalas musicales mayores expresan emociones positivas tales como alegría, confianza, amor, serenidad o victoria. Las escalas menores transmiten emociones negativas como el miedo, el odio o la desesperanza.
No toda la música tiene el mismo efecto. Debemos de ser selectivos. Al momento de escuchar alguna canción concentrémonos en la emoción que nos hace sentir. Si ésta es positiva, entonces clasifiquémosla dentro de nuestra colección. Hay música para cada ocasión. Escuchar el mismo tipo de música todo el tiempo puede llegar a aburrir. Sucede algo similar cuando se oye música todo el tiempo, ya no se disfruta igual.
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