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Bien este libro trata, o más bien retoma el tema de la Decena Trágica, este es un momento de la Revolución Mexicana el cual es analizado y criticado desde el punto de vista del autor Paco Ignacio Taibo ll, empieza planteando preguntas sobre lo que sucedió en realidad en esta Decena Trágica, quien fue Victoriano Huerta y como participo en esta así como quienes fueron los generales, claro si es que así podemos llamarlos los que dieron el golpe de estado al Presidente Madero.

En este libro nos relata la forma de gobierno de Madero, el parlamento estaba compuesto por parientes y amigos, es decir antiguos porfiristas, permitió una libertad de prensa total este fue uno de sus errores pues esta cayó en el libertinaje, se siguió con la línea de opresión obrera y siguió ignorando la problemática campesina y se dijo que Madero careció de una buena ideología para gobernar y de un poder de ejecución, aunque permitió la creación de la Confederación de Círculos Obreros Católicos y la Casa del Obrero Mundial estos, entre otros diversos problemas estuvo atenido el Gobierno de Madero pues era una situación difícil y de grandes desacuerdos que había entre la gente por esto, también hace énfasis en los grandes errores, por el manejo descuidado de las situaciones por las que paso, también remárcalo respetuoso que era que ya se menciono anteriormente.

Contando un poco de historia ya yendo al tema de la Decena Trágica se menciona que en 1912 la sublevación de Félix Díaz y Bernardo Reyes contra el gobierno de Francisco I. Madero fracasa. Y habiendo resultado condenados a muerte en el juicio marcial que se les siguió, Madero encarcela a los rebeldes, perdonándoles la vida.

El 9 de febrero de 1913 Huerta se había reunido con Bernardo Reyes en una Casa de la Colonia, Madero llamó a Huerta y le cuestionó ambas acciones a lo que Huerta negó rotundamente y para que este le demostrara su lealtad le dio dos días para tomar la Ciudadela. Madero le creyó a Huerta y para que ambos personajes limaran asperezas los persuadió para reunirse en un restaurante lo que se concretó en una cita.

Finalmente, el 17 de febrero, Madero, el vicepresidente José María Pino Suárez y Felipe Ángeles, fueron hechos prisioneros. Mientras pasaba eso el embajador Henry Lane Wilson intrigaba en contra del gobierno que sólo se podría evitar la intervención armada de los Estados Unidos con la renuncia de Madero. Cuando Madero y Pino Suárez fueron hechos prisioneros, Wilson ofreció a Huerta y a Félix Díaz el edificio de la embajada norteamericana para que llegaran a acuerdos finales, en lo que se llamó el Pacto de la Ciudadela, en el que desconocía al gobierno de Madero y se establecía que Huerta asumiría la presidencia provisional antes de 72 horas, con un gabinete integrado por reyistas y felicistas, que Félix Díaz no tendría ningún cargo para poder contender en las futuras elecciones; que notificarían

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