Más Allá De La Imágen-movimiento

1. Más allá de la imagen-movimiento

En el primer capítulo de la “Imagen-tiempo” de Gilles Deleuze, nos encontramos con una revisión del neorrealismo y la nouvelle vague que busca describir el funcionamiento de las situaciones ópticas y sonoras como un planteamiento que induce la participación mental del espectador. De esta manera Deleuze va a determinar dos polos, a partir de una comunicación que se vuelve indiscernible entre lo objetivo y subjetivo, lo real e imaginario y lo físico y mental.

El autor para describir el ascenso de las situaciones ópticas y sonoras toma como ejemplo a Visconti, Antonioni y Fellini del neorrealismo, también al director japonés Yasujirō Ozu, y de la nouvelle vague principalmente a Godard y Rivette. Todos estos autores trabajan de formas diferentes pero logrando situaciones puramente ópticas y sonoras.

El texto comienza por definir la crisis de la imagen acción en el antiguo realismo, la cual responde al debilitamiento de los nexos sensoroiomotores, en el cual los objetos y los medios tienen una realidad funcional que respondía a las pretensiones de la acción. Por otra parte, el neorrealismo comienza con Ossesione, el film de Visconti a través de la imagen óptica-sonora, permite la liberación del objeto y los medios en su materialismo, haciéndose valer en una realidad cotidiana preexistente. Así es cómo la acción es reemplazada por las imágenes ópticas y sonoras, logrando una reacción sensible al espectador y a los protagonistas. El neorrealismo no buscaba reproducir lo real, su objetivo estaba en capturar un real a descifrar. La utilización del plano secuencia, el plano fijo y la utilización de jump cuts permitirán situaciones reales e imaginarias, a partir de opsignos y sonsignos, que van a reemplazar el montaje de representaciones. Es importante destacar que la nouvelle vague va a reformular el camino del neorrealismo, permitiendo el espacio indiscernible que es generado por la abstracción que implica el cine de vidente, en el cual la reflexión se levanta por la forma y no únicamente por el contenido, la creatividad y cómo se presentan las relaciones entre lo óptico y lo sonoro. De esta manera los autores van a presentar su cine con distintas formas, en el caso de Godard podemos hablar de un objetivismo crítico que no deja de ser subjetivo ya que sustituye el objeto real por la descripción visual, y en Rivette encontramos un subjetivismo cómplice que es totalmente objetivo por generar lo real a partir de la descripción visual. “...la diferencia entre lo objetivo y lo subjetivo no tiene mas que un valor provisional y relativo, desde el punto de vista de la imagen óptica-sonora.” Nuevamente confirmamos un punto de indiscernibilidad entre lo real y lo imaginario. En “Une Vraie Jeune Fille” de Catherine Breillat podemos observar esta indiscernibilidad entre lo real y lo imaginario, ya que constantemente existe un anacronismo que presenta las situaciones en forma de sueños cargados hacia el erotismo.

En el cine de Ozu se crean los opsignos y sonsignos, en el subsistir de los nexos sensoriomotores débiles de la vida cotidiana a través de espacios

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