Música para la historia, historia para la música
Enviado por junioralberto5 • 25 de Agosto de 2014 • Tesis • 2.018 Palabras (9 Páginas) • 282 Visitas
Música para la historia, historia para la música
MIGUEL ASTOR
Escuela de Artes, UCV
RESUMEN
En este texto reflexionamos sobre el problema de la historia de la música. En primer término estudiamos las diversas posibilidades de enfoque del conocimiento histórico vinculado a la música, rechazando el término «musicología histórica». Proponemos una división de la historia de la música, en dos campos: externo e interno, según tratemos el problema del contexto cultural o el de la música en sí misma. Finalmente, hacemos una corta consideración acerca de la pertinencia del Análisis Musical como herramienta auxiliar del conocimiento histórico para la conformación de una Historia de las Mentalidades Musicales.
Palabra clave: HISTORIA MÚSICA, MUSICOLOGÍA, ANÁLISIS MUSICAL.
SUMMARY
In this text we meditate on the problem of the musics history. In first term we study the diverse possibilities of focus of the historical knowledge linked to the music, rejecting the term «historical musicology». We propose a division of the musics history, in two fields: external and internal, as we treat the problem of the cultural context or that of the music in itself. Finally, we make a short consideration about the relevancy of the Musical Analysis as auxiliary tool of the historical knowledge for the conformation of a History of the Musical Mentalities.
Key words: MUSIC HISTORY, MUSICOLOGY, MUSICAL ANALYSIS.
1. EN TORNO A LAS DEFINICIONES
Las relaciones entre la música y la historia pueden constituir una veta interesante para los estudios históricos, como lo han sido la política, la economía, la historia militar etc. Especialmente, después de la revolución que para la historiografía ha significado el aporte de la Escuela de los Annales, se reconoce la necesidad de una expansión en los objetos de la ciencia histórica y en la necesidad de estudiar críticamente las numerosas posibilidades que toda clase de fuentes históricas ofrecen a los nuevos investigadores.
Las llamadas «historias» de la música, tradicionales, apenas se ocupan de aspectos meramente biográficos o excesivamente técnicos, produciéndose un divorcio entre la historia general y la historia musical, la cual ha sido considerada como un terreno exclusivamente ocupado por la, para nosotros, mal llamada «musicología histórica». Tal término que ha sido aceptado como un hecho cumplido, obvia la evidente contradicción que, creemos, él mismo encierra. Siendo la musicología «ciencia de la música» partimos del hecho de que el objeto de la misma es la música, por lo que la división tradicional establecida por Guido Adler consistente en distinguir musicología histórica y sistemática es, cuando menos, lógicamente redundante. En efecto, si el objeto de la musicología es la música, esto implica que toda musicología no puede ser sino musicología sistemática independientemente de cuál sea la naturaleza de nuestra aproximación al hecho musical: sea ésta una aproximación histórica, técnica o estética.
Esto significa que, si nos interesa de algún modo el estudio de los hechos pasados relacionados con la música, tenemos forzosamente que hablar de historia de la música en lugar de musicología histórica, puesto que la naturaleza del conocimiento que intentamos explorar es de tipo histórico y no musical. Esta consideración implica una serie de problemas, cuya reflexión por nuestra parte, constituye el objeto de este trabajo.
Entre los problemas que se derivan de esta consideración inicial tenemos una buena cantidad de preguntas, ¿cuáles hechos del pasado podríamos considerar objeto de una historia de la música? ¿Qué significa desde el punto de vista metodológico hacer historia de la música? ¿De que forma la música puede constituir fuentes para el estudio de la historia? o visto desde el otro ángulo ¿cuáles son las fuentes para la historia de la música? y un largo etcétera. En este sentido es necesario delimitar el campo de la investigación e intentar definir el objeto de una posible historia de la música. Objeto que, siguiendo a Prost, tiene un origen subjetivo, en las propias preguntas del historiador: «Son las preguntas las que construyen el objeto histórico, procediendo a un recorte original del universo ilimitado de los hechos y de los documentos posibles» (PROST, 2001: 90).
La definición del objeto de la historia de la música es necesaria para que podamos hablar de fuentes, de documentos históricos y de métodos de investigación. Y aún más, dada la particular temporalidad de la música, debemos interrogarnos acerca del carácter histórico de la música como tal. Por otro lado, la visión del historiador transforma los objetos de estudio en objetos históricos. No es la actitud del músico, del oyente o del musicólogo. En el caso de la música la actitud del oyente quien participa en el acto musical de un modo más o menos activo, no es la del historiador que puede convertir la audición de música del pasado en una fuente histórica. La actitud del compositor o del musicólogo, bien sea frente a la propia obra o frente a obras del pasado en actitud de reconstrucción o análisis no es la del historiador. Las obras musicales para este último se convierten en documentos históricos a partir de preguntas que él formula, y además las obras son para el historiador, restos como cualquier otra fuente histórica:
Sin preguntas no hay documentos. Son las preguntas del historiador las que consiguen que las huellas que el pasado nos ha legado se conviertan en fuentes y documentos. Antes de que la interroguemos las huellas del pasado no se perciben como huellas posibles de algo (PROST, 2001: 92).
La historia, por sus propias características, puede amoldarse a la ambigüedad de la fuente musical. Esta flexibilidad de la historia puede ser entorpecida si tenemos la concepción de que la historia es una ciencia. La historia es en todo caso una ciencia sui generis.
En el mundo del conocimiento, el status de ciencia aparenta ser una garantía de objetividad, pero creemos que el conocimiento derivado de la historia (y del método crítico) es igualmente un tipo conocimiento sistemático y objetivo igualmente válido. Antoine Prost es de los historiadores que, sin complejos, reconoce este carácter peculiar del conocimiento histórico. Más aún considera que es necesario ante esta creencia mantener cierta cautela: «Los historiadores no comprometidos, aquellos
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