Nico

Eterno Padre, yo te agradezco porque Tu infinito Amor me ha salvado, aún contra mi propia voluntad. Gracias, Padre mío, por Tu inmensa paciencia que me ha esperado. Gracias, Dios mío, por Tu enorme compasión que tuvo Piedad de mí.

Estoy delante de ti, que eres fuego inextinguible y quiero permanecer en tu adorable presencia, quiero reparar mis culpas, renovarme en el fervor de mi consagración y entregarte mi homenaje de alabanza y adoración.

Jesús bendito, estoy frente a Ti y quiero arrancar a Tu Divino Corazón innumerables gracias para mí y para todas las almas, para la Santa Iglesia, tus sacerdotes y religiosos. Permite, oh Jesús, que este momento sea verdaderamente de intimidad, de amor en las cuales me sea dado recibir todas las gracias que Tu Corazón divino me tiene reservadas.

¡Dios mío! Yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.

Te pedimos que en este campamento dejemos de lado las peleas, las diferencias, y nos demos cuenta de que juntos podemos ser mucho más, de que a través de esa unión entre ambas comunidades podemos engrandecerte a Vos. Que cada uno pueda entender lo esencial que sos para nuestra vida, para este momento y para cada vez que no sepamos cómo responderte. Gracias por nuestras familias, amigos, salud, hogar. Gracias por hacerte presente entre nosotros,

Amén.

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