Pelicula Filadelfia
Enviado por garboleda1 • 12 de Mayo de 2014 • 2.254 Palabras (10 Páginas) • 251 Visitas
Su protagonista Andy, rodeado de una familia cuya estructura pareciera hasta ideal, con vínculos estrechos, de carácter y donde no aparece en lo manifiesto de la película la dimensión del conflicto. Andy es un joven abogado, enfermo de SIDA, cuya elección de objeto es homosexual, forma parte de una empresa y con una brillante carrera dentro de la misma.
Pese a esto es despedido luego de haberle otorgado, sin embargo, la representación de un caso difícil.
Mientras la enfermedad de Andy avanza hasta colmar lo inevitable e inocultable de su propia imagen, de un cuerpo que no puede remediar el soportarla y a la vez la combate con el resto de vida que de ella se desprende y que no parece homologable a la fuerza con la que pelea, habrá lugar en la película para la aparición en escena desde las palabras, desde los actos o simplemente a través de un excelente juego de miradas y gestos, de varios elementos altamente cuestionantes: los prejuicios, las costumbres, la aceptación o el rechazo de lo que nos resulta diferente, los valores, la verdad y junto a ella el ocultamiento o el engaño, la lealtad o la traición, el aislamiento, el apoyo o la contención, lo justo o lo injusto, el amor o el odio, la vida, los distintos modos de vivirla y la muerte.
A lo largo de esta película habría distintas escenas que podríamos recortar para ilustrar de algún modo los conceptos de: lo universal, lo singular, lo moral de lo particular, el efecto particularista.
Allí, Andy parece agradecer tal reconocimiento hacia él como si el mismo se basara en una simple cuestión de fe (en sus habilidades.
Charly, su amigo, socio de la firma, con su respuesta parece admitir un valor de universal para la fe y como tal su carácter teórico, sin efectos tangibles, no pasible de ser probado sino sólo en la dimensión singular de este sujeto, Andy, quien en su singularidad, única e irrepetible, sí ofrece las pruebas que dan cuenta en este caso de sus habilidades y que parece jugarse en el escenario particular ofrecido por este grupo de socios quienes comparten el reconocimiento hacia este sujeto, basándose en lo común de sus valores, normas y deberes, por ejemplo, hacia cómo defender el caso en cuestión y así representar a una parte correctamente. Valores compartidos que permiten a este grupo llamar en adelante también a Andy con el nombre de socio, sumándolo así al algunos que ellos conforman.
Dentro de esta misma escena aparece un hecho que luego cobrará mayor significación. Uno de los socios nota algo en la frente de Andy, una marca que lo singulariza y expresa lo que él decidió hasta ahora mantener oculto: su enfermedad. Y desde aquí, como todo lo oculto, empieza a ser también para el resto un enigma a descifrar. Una marca cuyo ocultamiento la transformará en una lesión a causa del HIV y que pasará a ser encubierta ahora por los socios, quienes argumentarían como verdadera otra causa para el consecuente despido: incompetencia.
El hecho del despido podría hablar de un efecto particuIarista por parte de aquel algunos, el grupo de socios, que no admitiendo la existencia de alguien diferente, con valores y elecciones distintas, lo expulsan, mostrando el intento -en este efecto- de transformar en un como para todos los valores propios, arrogándose a sí mismos el poder universal singular.
Frente a este hecho el protagonista, expulsado ahora hacia otro particular hombres homosexuales y enfermos de HIV recurre a alguien que conforma otra minoría: un abogado de raza negra, luego de haberse dirigido previamente a otros nueve abogados.
Este abogado Joe atraviesa distintos momentos donde parece ir modificando su posición respecto en primera instancia a si en el relato de Andy podía verse o no un caso; más adelante también se cuestionará sus propias opiniones como sujeto más allá de la ley a la que representa.
Luego agrega, diría mejor, reconoce no quererlo por razones personales, razones éstas que nos llevan al desprendimiento de toda la línea de valores morales que él mismo sostiene y que expresa claramente a través de sus propias palabras:
En relación a esta última pregunta podríamos inferir en el abogado un intento por depositar la decisión respecto a aceptar o no a Andy como cliente en un otro, un semejante al que él puede reconocer como tal quizás este lugar más que oportuno para mencionar el término semejante, tratándose justamente de su mujer, de raza negra y heterosexual, como él y depositando la decisión en este otro, no hacerse responsable de su acto. De todos modos no obtiene la respuesta buscada, ni a favor ni en contra.
Una escena en particular cuando se encuentra con Andy en la biblioteca grafica con claridad el momento en el que Joe se enfrenta a un dilema ético, situación dilemática expresada en un instante donde detiene su caminar casi podríamos decir su huída y su rostro dibuja las posibles alternativas frente a su interrogante: acepto el caso o no lo acepto.
Son varias las cuestiones que parecen desprenderse para Joe, sobre todo frente a la primera posibilidad; representarlo, con todo el peso que el término mismo implica. ¿Cómo representar a un homosexual sin serlo y además rechazando esta elección?
Entonces regresa, y en el acto mismo de sentarse frente a Andy, cerca de su respiración, escenifica su decisión, de la que ahora sí sólo él será responsable. En una búsqueda de algún caso precedente en la Justicia, Andy le ofrece nada menos que la decisión mayor, tal como él mismo dice, su garantía en este punto es el texto de Ley, la Ley misma.
Así, Joe pasa a leer un fragmento de aquella, que pareciera definir hasta poéticamente el efecto y esencia del particularismo.
Esta es la esencia de la discriminación, formarse opiniones de otros, en base no a méritos individuales, sino en las características de los miembros de un grupo.
Otras razones pertenecientes al campo moral de lo particular se desprenden de los comentarios de Charles ex-socio y amigo de Andy al recibir la citación judicial:
Comentarios de los que podríamos leer entre líneas que el SIDA no es para caballeros, o que los caballeros no contraen SIDA. ¿Por qué no lo contraen? ¿Por ser correctos?, ¿Por actuar debidamente?, ¿Siendo heterosexuales y no siendo obscenos? ¿Por qué tampoco puede estar en las familias?; los enfermos de SIDA, ¿no tienen familia?; una familia con un integrante homosexual, ¿no es tal?; un homosexual, ¿no tiene derecho a formar una familia?...
Allí, diálogos cargados de afecto, plena comprensión y apoyo incentivan aún más la decisión del protagonista de llevar a cabo el proceso judicial, pese a lo doloroso que puede resultar para todos.
Podríamos relacionar lo acontecido aquí con una postura particular de la familia frente a
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