Película El Padrino

EL PADRINO

Si bien en el filme podemos observar que el tipo de liderazgo que existe, es el tipo de aprensión, es decir, que es imponente, no permite que los demás se salgan de control y lo vemos reflejado en cómo es con su familia, reflejando en buscar lo mejor para su familia.

Por una parte podemos ver que Don Vito comienza a crear una comunidad leal que le apoya si llega a tener alguna complicación, es decir, que las relaciones que mantiene con el exterior le permiten mantener su poder, independientemente de que esas relaciones le den un beneficio o no. Entonces vemos que la creación de alianzas estratégicas es indispensable tanto en un contexto empresarial como el contexto actual en el que vivimos.

Podemos llamar como El imperio Corleone a la imagen que se basa, en la planificación, ejecución y paciencia para conseguir el tipo de poder que ellos anhelan. Vemos en la película relacionada con el crimen organizado y que en muchos aspectos es algo poco comparable con otro tipo de negocios pero ejemplifica como las grandes aspiraciones necesitan de paciencia y para poder ser acometidas.

Otro de los aspectos que vemos en la actualidad de muchos líderes o empresarios adictos al trabajo, vemos que Don Vito sabía distinguir ámbitos y sabía que para poder rendir adecuadamente, para dar lo mejor de sí mismo hay que hacer otras cosas que no sean sólo trabajar. En su caso era estar con la familia, como dice en la propia película “un hombre que no pasa tiempo con su familia, nunca será un hombre de verdad”. Esto nos lleva a reflejarlo con los líderes contemporáneos, que ya no se dedican a realizar otras actividades, preocuparse por su salud, mantener una buena relación con su familia, etc.

Para concluir vemos que Don Vito Corleone es uno de los negociadores más reconocidos. Existiendo varios factores determinantes en su forma de hacerlo. El primero tener claro el objetivo al que se quiere llegar, algo que incluso sabe para su vida. El segundo el estudio a conciencia de las personas con la que se va a negociar. El tercero, es la aplicación que según casos referidos a la gestión del talento, es el desprenderse de las emociones. Dirigir con una inteligencia emocional apropiada.

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