Ponencia:¿A Cuáles Parámetros Puede Atenderse Para Evaluar El Aprendizaje Musical?
Enviado por Juank82 • 29 de Abril de 2013 • 2.199 Palabras (9 Páginas) • 517 Visitas
Agradecemos de antemano la atención de ustedes a la presente ponencia, ya sea como oyentes o como lectores, sobre todo por la importancia que puedan atribuir al tema que hemos escogido y la posibilidad de retroalimentarlo con sus diversas opiniones.
Antes de iniciar queremos compartir la siguiente frase:
“La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido”.
Leonard Bernstein (1918-1990) Compositor estadounidense.
Introducción
Desde tiempos remotos la música ha sido la respuesta al goce mental y deleite espiritual entre la humanidad. Por tal motivo, ¿por qué no plantear un debate interesante sobre cómo debería escucharse la música desde diversos planos emocionales y mentales? Quizá al simple aficionado a la música esto podría parecerle un tecnicismo y consecuentemente tiene razón al pensar un oyente simple que la música es para gozarla. Por tanto, la respuesta es muy sencilla: la música es el resultado de sentir y vivir experiencias a través de los aprendizajes y de nuestras propias remembranzas que tan popularmente se recuerdan como “reminiscencias” de una época vivida, expresión estética de ideas y sentimientos e incluso, proyección de sueños.
Así que el interés por saber del tema se puede considerar único, desde la perspectiva y la concepción de los compositores que han marcado una fuerte línea del tiempo en la historia de la música, ya que engloba la apreciación musical vista desde el pensamiento autónomo del individuo. Los manuscritos y fuertes ponencias de los grandes compositores como Berlioz, Wagner, Shoemberg y Strauss pueden ser un buen referente para empezar a darle un primer plano a la música que hoy día escuchamos, ya que éstos grandes como muchos otros, sin excluir la arquitectura musical de Bach o la magnificencia de la obra de Beethoven, el sonido es tratado como una expresión personal, como un medio de comunicación propio de cada individuo, capaz de manifestar muchas cualidades sociales, humanas y culturales. Es por eso que los seres humanos gozamos de la música y sentimos gran empatía con nuestros semejantes porque inconscientemente estamos desarrollando un conocimiento profundo de la música entre una dimensión en la que siempre queremos trascender espiritualmente.
Dentro de las manifestaciones culturales y en consecuencia de lo anterior, se trata entonces de llegar a esclarecer un poco más el tema de la audición inteligente de la música. Explicar la música es algo sumamente complicado y por ello hay que verlo desde una postura pedagógica con el propósito del ejercicio de la buena audición que va dirigido al educador de la música y de las artes en general y porque de una experiencia, enseñanza, remembranza o anécdota se extrae el gusto por un buen sonido. No se puede atribuir valor a una pieza musical cuando no se tiene el gusto, la sensibilidad auditiva y el conocimiento experimental que se adquieren con la praxis.
Consideración preliminar:
Históricamente, la evaluación ha sido definida en términos de medición y concordancia con los objetivos, el currículo y las prácticas pedagógicas y son innumerables los planteamientos, modelos y paradigmas que han surgido en torno a ella. Sin embargo, al hablar de evaluación, cabe citar a Tyler Ralph, considerado el padre de la evaluación educacional, él fue el primero en distinguir evaluación de medición, atribuyéndole protagonismo a la primera sobre la segunda, sin desvincularlas por completo.
Fue Tyler quien propuso un modelo donde la evaluación depende de los objetivos (aprender a escuchar significativamente la música) y de las actividades realizadas para el logro de los mismos (acercamiento, sensibilización…). Por eso, lo mencionamos en nuestro texto, pues la evaluación en la educación musical debe ser permanente, continua, integral y aunque tiene ítems, no se limita a un momento del proceso, sino que abarca el pre, el durante y el después de la adquisición de los aprendizajes, siendo fundamental la relación entre objeto- sujeto (música-individuo), entre sujeto-sujeto (docente-estudiante) y entre sujeto-objeto y entorno (docente, estudiante-música y entorno). Es esta cadena cíclica de interrelaciones la que facilita la permeabilidad multidireccional inmersa en un contexto musical.
Es por eso, que hablar de evaluación para nosotros, implica integrar las dimensiones del ser humano a través de la experiencia, en estrecha interacción con sí mismo, con sus pares y con su entorno, de modo que aprender a escuchar la música pueda ser medio y fin de un proceso formal de educación.
No obstante, es poco lo que el MEN ha estipulado con precisión al respecto de la evaluación musical, tal vez por no considerarla tan relevante dentro de la formación de los niños, niñas y jóvenes o, quizás porque no hay elementos suficientes para formalizar tanto currículos de educación musical, como parámetros de evaluación. Ésta es un área subyugada en los planes de estudios, especialmente en las instituciones de carácter público. De ahí la necesidad de que los docentes, profesionales en este campo, aporten desde su experiencia y conocimiento, a la construcción de lineamientos claros y pertinentes para evaluar efectiva y significativamente el aprendizaje de la música.
Tesis o proposición:
En la música que escuchamos partiremos de la siguiente postura, que no es más que el intento por el oyente “lego” (osea aquel que aprende música de modo empírico) de que se responda a sí mismo dos preguntas:
1. ¿Se está fijando en todo lo que escucha?
2. ¿Le causa sensibilidad lo que oye?
La postura parte desde el carácter didáctico y pedagógico, donde es razonable poner este ejercicio en evaluación y dictaminar con justeza los resultados y el beneficio recibido, además de que estas son dos de las muchas preguntas a lo que pueda ser y entenderse por la música.
Algo que es muy importante aclarar es que con este ejercicio no se pretende que ningún compositor prepare al oyente para escuchar sólo música del pasado, por eso, el propósito es hacer que el aficionado esté dispuesto a escuchar la música y a continuar con el goce espiritual siendo consciente de que por una u otra razón, la mayor parte de lo apreciable, de carácter de análisis exhaustivo es la música antigua, ya que las estructuras, formas y estilos son el legado del ingenio de los compositores europeos, dichas estructuras son fuertes y perfeccionados tecnicismos que han ido evolucionando conforme va evolucionando también el pensamiento sensible del artista, así que podría decirse que existe un fuerte valor agregado a la connotación técnica, estilística e histórica de la música y su desarrollo en occidente para poder deducir
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