Сondiciones económicas, sociales, políticas, del ecuador durante el inicio del siglo XX
Enviado por Erney XD Castillo • 24 de Febrero de 2016 • Ensayo • 1.277 Palabras (6 Páginas) • 431 Visitas
ENSAYO
Tema: condiciones económicas, sociales, políticas, del ecuador durante el inicio del siglo XX.
Conocer las Condiciones durante el siglo XX en las que vivía el Ecuador.
¿Cómo eran las condiciones del ecuador durante el siglo xx en la política, en lo social, y en lo político, comparto así a ustedes que saben sobre este tema?
Ecuador finaliza el siglo XIX de una manera relativamente buena, su economía se basaba especialmente en la exportación de productos agrícolas, entre los que destaca especialmente el cacao y el banano, aumentando progresivamente cada vez más el precio de estos productos hasta iniciar el siglo XX.
Y -- para ir directamente a lo medular del tema de hoy -- tomemos, en primer término, los hilos políticos de nuestro tejido histórico sigloventino. He aquí la constatación inicial y básica: Nuestra clase dirigente nos falló. (El grupo dirigente ecuatoriano del siglo XIX fue, en su conjunto, muy respetable: Bolívar / Independencia, Gran Colombia / Flores, Rocafuerte, Urbina, García Moreno, Alfaro. Todos ellos fueron, en grande o regular medida, estadistas.) ¿Y qué pasó en nuestra política del siglo XX? Pues, que campeó, en ella, la más neta mediocridad. Un solo presidente llegó a tener la altura de un verdadero estadista: Galo Plaza Lasso. Otro, se acercó un poco a esa dimensión: Camilo Ponce Enríquez. Y nada más… Para peor: Velasco Ibarra -- la mayor figura histórica del siglo -- fue en lo esencial errático y muy negativo. Por sus dotes personales, un gran caudillo; pero casi insignificante en las tareas colectivas de la construcción nacional… Y Velasco, en últimas cuentas, nos dejó una herencia desastrosa: el muy duradero Populismo; las condiciones políticas que hasta el momento nos dominan, nos desorientan, nos entontecen y nos esterilizan…
Adelante. En este páramo político, nada más que cuatro presidentes pudieron despertar ciertas débiles esperanzas de renovación: Ayora, Roldós, Hurtado y Borja. Ayora algo hizo efectivamente. Los otros tres, en cambio, nos defraudaron casi por completo. Los izquierdistas han mitificado en cierta medida a Roldós. Pero este guayaquileño no fue en verdad una gran figura. (Fue candidatizado artificiosamente; nunca tuvo una organización propia, ni una estrategia, ni un plan; y hasta se desgastó en poco tiempo. Acordarse de la rechifla del Estadio Atahualpa, unas horas antes de que su avión se estrellara en Loja.) En definitiva, Roldós fue un populista más… Hurtado, un intelectual, -- que sucedió al anterior y que dio una primera impresión de político serio -- es recordado hoy por la deplorable sacralización, por sus curiosos resbalones expresivos, por su consejo de prescindir de las arvejas y por alguna otra anécdota llamativa. (Cerca del final de su mandato, la opinión popular había evaluado implícitamente su desempeño: Se lo llamó El Chambón de Chambo.) Y Borja, un caso aparte… Nuestro mayor desengaño político del siglo XX… (Ya nos hemos referido a él con cierto detalle.) De los demás, -- muy regulares y corrientes -- mejor no hablar. Y, en este momento, la memoria inmisericorde nos trae los recuerdos que nos estaban faltando: el calamitoso de Arroyo del Río, el payasesco de Bucaram y el intrascendente de una docena adicional de pequeñas estaturas.
Y vamos ahora con los hilos del Socialismo. Esta ideología -- aunque no lo parezca en una mirada inicial -- es la segunda clave de nuestro desenvolvimiento histórico siglo entino. (La primera, obviamente, es el Populismo.) De hecho, el Socialismo manejó la educación; la cual, como se sabe, es el factor esencial del moderno desarrollo de los países. Ha dicho Alfonso Reece Dávila (EL UNIVERSO) que el Ecuador empezó a joderse un día preciso: el 5 de Junio de 1960. (Cuando los votantes prefirieron reelegir a Velasco y no a Galo Plaza.) Nosotros disentiremos con este buen periodista capitalino. En realidad, el Ecuador empezó a joderse con el temprano y lamentable agotamiento del Liberalismo. (Hacia 1920. Hecho revelador: En 1925, la izquierdista Revolución Juliana le arrebata a Leonidas Plaza el poder que aún mantenía sobre el ejército. Y, unos años antes, ya había habido un preanuncio de tintes anarquistas: La huelga guayaquileña de Noviembre de 1922.) ¿Qué había pasado? Pues, que el Liberalismo había envejecido irremediablemente. En un cuarto de siglo, se había convertido en una antigualla… Había hecho relativamente poco… No respondía ya a las nuevas necesidades del país… Y, con este envejecimiento, se había creado un sorprendente vacío político; grande, casi enorme...
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