7 Nuevas Y Antiguas Herramientas De La Calidad
Enviado por karenloci • 20 de Octubre de 2014 • 323 Palabras (2 Páginas) • 616 Visitas
Hemos estudiado el desafío del cambio du¬rante décadas. Conocemos las trampas en que aun la gente más inteligente puede caer, y también conocemos los pasos que pueden asegurar el éxito del grupo. Nuestro propósito es mostrar lo que hemos encontrado.
Nuestro método es mostrar, más que dar ins¬trucciones, y lo haremos utilizando el método de la fábula, que a través de los siglos ha de¬mostrado ser la manera más eficaz de impartir enseñanzas.
Las fábulas pueden tomar asuntos graves, complejos y amenazadores y hacerlos claros y comprensibles.
Las fábulas pueden ser memorables, a diferen¬cia de la mayor parte de la información que hoy nos bombardea por todas partes y que mañana se habrá olvidado. Pueden estimular el pensamiento, darnos valiosas lecciones e inspirarnos, a todos -jóvenes y viejos- para servirnos de ellas. En nuestro mundo moder¬no de alta tecnología es fácil pasar por alto esta sencilla pero profunda verdad.
La historia que se cuenta a continuación trata de la vida en un mundo cambiante. Todos en¬contramos en ella las cuestiones básicas, pero en la vida real encontramos con mucho me¬nor frecuencia maneras de resolver bien tales cuestiones.
Si el lector sabe mucho sobre el escenario en que hemos situado nuestra historia -la Antár¬tida- verá que, como sucede siempre en las fábulas, la vida no es exactamente como se presentaría en un documental de la National Geographic. Si cree que una historia diverti¬da sobre los pingüinos tiene que ser para niños de corta edad, o por lo menos de mucho menos experiencia que la suya, pronto verá que este libro trata problemas que a todos nos dan mucho trabajo.
Para el que quiera leer algo acerca de la histo¬ria de este libro y qué relación guarda con el tradicional "libro Kotter" o cómo puede ayu¬darle en una era de cambio, hemos colocado ese material en seguida de la historia, a partir de la página 123.
Si esto no le parece necesario, busque una si¬lla cómoda y siga leyendo.
Nuestro témpano de hielo
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