ACTIVIDAD 2_PRIMER PARCIAL
Enviado por josel.26 • 12 de Abril de 2014 • 1.181 Palabras (5 Páginas) • 338 Visitas
CATEDRA DE NEGOCIOS INTERNACIONALES
ACT. 2_ PRIMER PARCIAL
GINA GABRIELA GUTIERREZ GUZMAN
Código: 1065644929
UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR
LICENCIATURA EN ARTE Y FOLKLOR
FACULTAD DE BELLAS ARTES
Grupo: UPC10_05_16
VALLEDUPAR – CESAR
2014
CREACCION DE UNA ACADEMIA INTERNACIONAL DE MUSICA PARA NIÑOS INDIGENAS ENTRE 7 – 17 AÑOS CIVILIZADOS EN EL CASCO URBANO DE VALLEDUPAR CESAR
La música indígena colombiana que se escuche hoy día es apenas un esbozo recordatorio, una referencia panorámica y superficial, a manera de homenaje, a las expresiones musicales que se pudieron escuchar y conocer durante la llamada Pre-Colombia, nombre con el cual hemos querido denominar al período histórico previo a la llegada del conquistador español.
Es muy probable que estas músicas de las comunidades indígenas colombianas sobrevivientes hoy sean un testimonio, transmitido de generación en generación, de las que se hicieron en ese lejano momento, hace 500 años. Pero no sólo ese testimonio vivo de las tribus descendientes de los primeros hombres nuestros, sino el rescate de su organología (huesos, cañas, troncos, piedras, cortezas y demás) por esos mismos sobrevivientes y por las excavaciones arqueológicas e investigaciones antropológicas, nos han permitido conocer los sonidos de esos tiempos.
En general, la música en nuestros hombres está ligada al origen de los tiempos; por ejemplo, entre el pueblo Arhuaco que habita en la Sierra Nevada de Santa Marta, al principio las cosas sólo eran espíritu; sólo eran las fuerzas del bien y el mal enfrentadas buscando unas materializar el universo y las otras negándolo. Era necesario entonces materializar primero el sol, la luna y la tierra. El sol y la luna eran dos hermanos huérfanos de padre; los seres originarios le pidieron a la madre su colaboración facilitando a sus hijos para convertirlos en esos seres. Ella se negó; acudieron entonces a la música de las flautas charu para que ella se encantara con esa música y en tanto los sabios raptaron a esos muchachos y los enviaron al firmamento fundidos, en oro el hombre, para que su luz fuera caliente, la del sol; y en plata la mujer, para que su fría luz nos refrescara en la noche a los humanos. Igualmente, la tierra eran cuatro hermanas que mantenía su padre encerradas en una choza del sin tiempo. Los seres originarios decidieron sacarlas con el engaño de la música: el canto, el sonido de la maraca, las melodías del punkiri (flauta de pan) y de las flautas charu. Con éstas músicas fueron sacando una a una de ellas por el resquicio inferior de la puerta. La más hermosa, la tierra negra, la fértil, quedó para siempre en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Al interpretar la función de la música en las sociedades tribales antiguas (de Colombia), debo valerme nuevamente de las comparaciones etnográficas. En primer lugar, se puede decir que la música indígena tiene casi siempre un sentido ritual; ocasionalmente se da una categoría de música profana, ejecutada generalmente con flautas y por hombres jóvenes, que conlleva un mensaje amoroso, que llama, invita al baile y luego acompaña a éste, pero por lo demás la música producida por un grupo de hombres siempre tiene un carácter ritual, la música es un lenguaje ritual.
Para dar un ejemplo de la importancia que la música puede tener para el mundo indígena, me referiré al caso de los indios Tukanos del Vaupés. Entre estos se usan por lo menos veinte instrumentos, todos de percusión o de viento. Cada uno de estos instrumentos está asociado con la siguiente lista de circunstancias: cierta ocasión y lugar,
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