AIRES DE CAMBIO
Enviado por orveseztridoge • 16 de Julio de 2015 • 4.066 Palabras (17 Páginas) • 161 Visitas
AIRES DE CAMBIOS ALTERNATIVAS ECONÓMICAS
Comenzaremos con una revisión de la historia del pensamiento económico. Una vez que sepamos cómo surgieron en el pasado las teorías económicas actuales, estaremos mejor preparados para entender las modificaciones que experimentarán, sin duda, en el futuro.
LOS SISTEMAS ECONÓMICOS ALTERNATIVOS
UN RAMILLETE DE "ISMOS"
La humanidad siempre ha soñado con una sociedad más perfecta: La República de Platón, la Utopía de Tomás Moro y la dictadura del proletariado de Marx se encuentran entre las visiones más influyentes. Los visionarios suelen comenzar, condenando males concretos de la sociedad y, después, los contrastan con los rasgos ideales e una utopía vagamente definida. Las diferentes escuelas suelen tener poco en común, aparte de estar de acuerdo en que el orden actual tiene defectos.
En un extremo se encuentran los anarquistas, que no creen en modo alguno en el Estado y, en el otro, los apologistas de un orden social comunista totalitario y colectivizado, en el que la primera persona del singular es sustituida por la primera del plural.
Entre los extremos del comunismo y el anarquismo se halla la economía mixta, comúnmente llamada social de mercado y las filosofías socialistas. Dentro del campo del socialismo existe una amplia variedad de pensadores y países socialistas. En el siglo pasado, los socialistas se describían románticamente como personajes que se reúnen en una bodega alumbrada con una vela metida en una botella de vino vacía para planear una revolución sangrienta. Hoy, el socialismo está extendido, sobre todo en la Europa Occidental, donde los gobiernos socialistas democráticos han ampliado el estado de bienestar, han nacionalizado industrias y planificado la economía.
PRINCIPALES CATEGORÍAS
Afortunadamente, no es necesario dominar a fondo los mil "ismos" diferentes para comprender el mundo actual. Basta con entender algunos.
El capitalismo del laissez-faire, a partir del cual surgió la economía mixta.
El marxismo.
El socialismo.
El comunismo soviético.
No existen límites nítidos y definidos entre ellos y, por otro lado, ni siquiera podemos clasificarlos, colocando en la derecha el liberalismo extremo del estilo de Chicago y en la extrema izquierda el comunismo soviético.
El primero de estos grandes "ismos" -el laissez-faire- nunca ha existido en su forma pura; el país que más ha acercado a él ha sido la Gran Bretaña del siglo XIX.
Preocupaciones de política económica
La economía política, al hacerse más "científica", nunca perdió su interés por la política económica. La mayoría de los grandes economistas nos dicen en sus autobiografías que se hicieron economistas para mejorar el mundo.
Muchos creían firmemente en la necesidad de introducir cambios radicales en los regímenes establecidos, pero, por mucho que desearan crear un orden económico más justo, generalmente insistían en la viabilidad.
Una biografía fascinante de un radical es la del gran economista escandinavo Knut Wickselll (1851-1926), bohemio de la contracultura, que creía en el control de la natalidad, lo que era una herejía en la década de 1870. Cuando el ejército del zar se acercó a la frontera de Suecia, aconsejó a sus conciudadanos que desmantelaran su ejército.
Aunque nunca dudó en pronunciarse en favor de causas impopulares, sus recomendaciones de reforma de la sociedad fueron esencialmente una anticipación del estado de bienestar sueco, con su redistribución de la renta y su transferencia. Su análisis económico le llevó a rechazar el socialismo por considerarlo una senda poco prometedora.
Actualmente, los gigantes de la economía moderna están vitalmente interesados por las consecuencias de sus teorías para la gestión de la política económica. Los economistas de las décadas actuales, estudian el mercado de dinero, el déficit público, la discriminación, los mercados de petróleo, la pobreza o la inflación no sólo porque les fascinan los fenómenos económicos. También quieren hallar mejores formas de que el Estado contribuya al progreso económico (o deje de obstaculizarlo)
CAPITALISMO: La economía clásica: Smith, el profeta del laissez-faire
Los primeros economistas, que escribieron antes que Smith, no sólo se interesaron por la política económica de mercado, estaban ansiosos por interferir en ella. El mayor aporte de Adam Smith consistió en reconocer en el mundo social de la economía lo que Isaac Newton había reconocido en el mundo físico de los cielos: un orden natural autorregulador. El mensaje de Smith venía a ser el siguiente:
Creemos que ayudamos al sistema económico con leyes e interferencias bien intencionadas, pero no es así. laissez-faire, dejadlo estar; no intervengamos. El aceite del egoísmo es el que hace que sigan funcionando los engranajes de una manera casi milagrosa. No es necesario que nadie planifique. Ningún soberano necesita gobernar. El mercado resuelve todos los problemas.
Adam Smith: Era un mundano estudioso de la historia, la política, la economía y, cuando anunció sus famosas palabras sobre la mano invisible no se basó en un razonamiento puramente deductivo, sino en sus vastos conocimientos:
Los individuos... no tratan de promover el interés publico... sólo tratan de sacar un provecho personal, y en éste, como en muchos otros casos, son llevados por una mano invisible a promover un fin que no estaba en sus intenciones.
Smith nunca demostró la verdad de su afirmación. De hecho, hasta la década de 1940, nadie sabía aún cómo demostrar -y ni siquiera formular adecuadamente- la semilla de verdad contenida en la doctrina smithiana de la mano invisible.
Lo que Smith hizo en su gran obra fue enumerar incontables casos de errores del Estado. Recorrió toda la historia antigua y contemporánea en busca de ilustraciones valiosas de los dañinos efectos que producían las interferencias bien intencionadas del Estado en las naciones.
Su libro es una obra maestra, un manual práctico que podría titularse: Cómo hacer que crezca el PNB, y, al mismo tiempo, sienta los cimientos del análisis moderno de equilibrio general basado en la oferta y la demanda.
LA ECONOMÍA CLÁSICA: Malthus y Ricardo.
Medio siglo después de la aparición de la riqueza de las naciones se descubrió la ley de los rendimientos decrecientes. Por ironías de la vida, precisamente, cuando la Revolución Industrial estaba contrarrestando
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