ALCA: Unificación Que Nos Perjudica

El Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), es un tratado que como principal objetivo, busca promover e impulsar la reducción de impuestos (aranceles) a las exportaciones que se realicen entre naciones americanas (exceptuando a Cuba). Su fin es el de eliminar progresivamente las barreras a la inversión y el comercio para que, de alguna u otra forma se integren o unifiquen las economías del hemisferio. En cuanto a este proceso, su punto de partida se da en 1990 a través de la Iniciativa para las Américas donde el presidente norteamericano George Bush impulsa el proyecto que más tarde, en 1994, en la primera Cumbre Presidencial de Miami pone en el papel dicha propuesta de crear un área libre de comercio acompañado de 34 gobiernos.

Los objetivos generales que se establecieron en la primera Cumbre, giran en torno a la plena liberación de las organizaciones para invertir, desinvertir, comprar, vender y transferir sin ningún obstáculo regulador de origen nacional. Dentro de los cuales se encuentran; el maximizar la apertura de los mercados financieros a las inversiones externas, y propiciar oportunidades para facilitar la integración de las economías más pequeñas, con el fin de concretar sus oportunidades y aumentar su nivel de desarrollo.

De esta manera, se logró convencer a 34 países para acceder y ser parte del tratado ALCA que verdaderamente intenta la unidad económica subordinada del continente. Más que impulsar a los pueblos latinoamericanos y del caribe hacia un crecimiento y desarrollo sostenible, Estados Unidos busca la satisfacción del dominar la región y competir en mejores condiciones con potencias mundiales. No obstante, las negociaciones para el ALCA se han visto amenazadas ya que, países sur americanos como Brasil, Argentina y Venezuela se cuestionan y ven este proyecto como una desventaja al progreso de su economía existente.

Claramente, y sin juego de palabra, la formación del ALCA no se puede hacer posible en un futuro, pues esta favorece al más fuerte en deterioro del más débil. Pues como principio fundamental, su iniciativa es propiamente norteamericana que finalmente, lo que trata de hacer, es diseñar un acuerdo de colonización y de “economicidio” tal como lo dice Evo Morales, presidente de Bolivia.

El ALCA es entonces, un instrumento de Estados Unidos para recuperar la hegemonía económica mundial. Es la expresión concreta de una estrategia de anexión no de territorios, sino de mercados y, más aún, de las economías de nuestros países; con beneficios absolutos para esta potencia, y los mayores costos y perjuicios para América Latina y el Caribe.

A partir de la historia del inicio del ALCA y de las consecuencias que han traído los TLC firmados, se concluyen diferentes razones para estar en contra de la continuidad de este proyecto y así no terminar en un imperio.

Si bien es cierto, el ALCA no es la solución a los problemas pero

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