ANÁLISIS CASO EMPRESA CASCADES

ANÁLISIS CASO EMPRESA CASCADES

En primera parte el problema que se evidencio en el caso de Cascades, fue que la organización no está sistematizada y no existe ámbito de ingeniería de mejorar procesos dentro de la organización. La empresa está conforme puesto que sus utilidades e ingresos aumentan a medida que avanza el tiempo, entonces ellos no ven problema en que existe una sistematización de las técnicas utilizadas, puesto que todo está saliendo “bien”, pero ahí radica el problema, se necesita tener control previo de todos los procesos para conocer en que se está fallando y tal vez poder optimizar ya sea tiempo y/o recursos. La causa de este problema es que no hay ninguna ficha de puestos, ni descripción de puesto; sólo ajustes mutuos de persona a persona. Es aquí donde se pierde el control y supervisión de los procesos que se llevan a cabo en la organización puesto que la estructura organizacional  no está constituido como debería ser desde el punto de la ingeniería.

Por otro lado, se evidencio un problema clave, en razón de que todos los empleados pueden conocer  información confidencial que ha sido anunciada por la organización como ventas, utilidades, pedidos, etc. Y ahí está el fallo de la empresa de Cascades, ya que según Talhiya Sheikh en Los secretos comerciales y la lealtad de los empleados en la OMPI (Organización mundial de la propiedad intelectual) habla que la empresa de este tipo, que ya están bien posicionadas, obtienen una ventaja competitiva con respecto a sus productos y/o procesos ya sean nuevos o mejorados que no pueden ser copiados. Él dice que tener que hallar constantemente ideas creativas o inventivas supone un desafío constante. Algunas empresas están dispuestas incluso a apropiarse sin escrúpulos de empleados de la competencia con el fin de aprovechar sus capacidades creativas e inventivas, así como de acceder a informaciones que les permitan conocer los secretos del éxito de sus competidores. La mayoría de los actos de divulgación o uso de información confidencial son ejecutados por empleados en nómina de la empresa y especialmente por antiguos empleados. 

Siempre existe un “contrato psicológico” entre el empleador y los empleados que trabajan para una empresa. A diferencia del contrato formal establecido por la ley, ese otro contrato comprende una serie de expectativas que tienen los empleados y los empleadores con respecto a las aportaciones que efectúa cada uno de ellos a la empresa y los incentivos que recibirán en consecuencia. Se trata de unas expectativas que los trabajadores van conociendo en su mayor parte durante su carrera profesional. A medida que los empleados se familiarizan paulatinamente con la cultura de la empresa, tienen claro qué conductas resultan aceptables y cuáles son sus obligaciones y sus deberes para con la empresa y viceversa.

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