Acto Moral Humano
Enviado por ferminrendon • 6 de Febrero de 2014 • 2.383 Palabras (10 Páginas) • 583 Visitas
EL ACTO HUMANO O MORAL
Los Actos Humanos son aquellos que el hombre conoce y quiere hacer. La circulación de la sangre, el sentir dolor o placer son actos conscientemente queridos y a veces nos pasan desapercibidos. El dormir, en sí mismo, está exento de voluntariedad y de advertencia (cuando uno duerme no se doy cuenta de que está durmiendo). Sin embargo al hacer deporte es un acto del que nos damos cuenta y queremos hacer, pero sin embargo tampoco entra en el campo de la ética (desde el punto de vista de la ética no es bueno ni malo jugar fútbol) ¿Por qué? porque si decimos que el acto humano es el que se efectúa con advertencia y voluntad (libertad que decide), el acto humano moral es aquel donde la advertencia no consiste solo en darse cuenta de lo que está haciendo, sino de la relación que tiene ese acto con la ética. Los Actos Morales son actos humanos, voluntarios, que podemos elegir realizar o no, y que podemos valorar según las normas y criterios morales que hayamos asumido previamente. Al juzgar los actos morales, se califica primero la acción, el objeto del acto en sí, esto es, ‘¿qué?’ Ante la posibilidad de elegir, el primer elemento de estos actos que se nos muestra es la existencia de un motivo para los mismos. El motivo es la causa directa de la realización del acto, la respuesta a la pregunta '¿por qué?'. Además, este tipo de actos tiene un fin, esto es, la representación o anticipación mental del resultado que se pretende alcanzar con la acción. El fin se hallaría respondiendo a la pregunta '¿para qué?' Pero la finalidad que se pretende conseguir con cualquiera de estos actos ha de conseguirse de algún modo.
DEFINICION DEL ACTO HUMANO
Los actos humanos son aquellos que proceden de la voluntad deliberada del hombre; es decir, los que realiza con conocimiento y libre voluntad (cfr. S.Th., I-II, q.1, a.1,c.) En ellos interviene primero el entendimiento, porque no se puede querer o desear lo que no se conoce: con el entendimiento el hombre advierte el objeto y delibera si puede y debe tender a él, o no. Una vez conocido el objeto, la voluntad se inclina hacia ‚l porque lo desea, o se aparta de él, rechazándolo.
Sólo en este caso cuando intervienen entendimiento y voluntad el hombre es dueño de sus actos, y por tanto, plenamente responsable de ellos. Y sólo en los actos humanos puede darse valoración moral. No todos los actos que realiza el hombre son propiamente humanos, ya que como hemos señalado antes, pueden ser también:
1) meramente naturales: los que proceden de las potencias vegetativas y sensitivas, sobre las que el hombre no tiene control voluntario alguno, y son comunes con los animales: p. ej., la nutrición, circulación de la sangre, respiración, la percepción visual o auditiva, el sentir dolor o placer.
2) actos del hombre: los que proceden del hombre, pero faltando ya la advertencia (locos, niños pequeños, distracción total), ya la voluntariedad (por coacción física, p. ej.), ya ambas (p. ej., en el que duerme).
DIVISION DEL ACTO HUMANO
Por su relación con la moralidad, el acto humano puede ser:
1) bueno o lícito, si está conforme con la ley moral (p. ej., el dar limosna);
2) malo o ilícito, si le es contrario (p. ej., mentir);
3) indiferente, cuando ni le es contrario ni conforme (p.ej., el caminar; cfr.2.6.1).
Aunque ésta es la división más importante, interesa señalar también que, en razón de las facultades que lo perfeccionan, el acto puede ser:
a) interno: el realizado a través de las facultades internas del hombre, entendimiento, memoria, imaginación..., p. ej., el recuerdo de una acción pasada, o el deseo de algo futuro;
b) externo: cuando intervienen también los órganos y sentidos del cuerpo (p. ej., comer o leer).
El principio de doble efecto "principio de razonamiento práctico que sirve para determinar la licitud o ilicitud de una acción que produce o puede producir dos efectos, de los cuales uno es bueno y el otro es malo. La idea principal que subyace al principio del doble efecto es que una persona no es igualmente responsable por todos los efectos malos que se siguen de su acción, sino que existe una diferencia fundamental entre aquellos que intenta y aquellos que solo prevé o debe prever." También puede ser denominado como principio de no imputabilidad del mal indirecto producido por un acto voluntario directo.
DIVISION DEL ACTO HUMANO
Algo tiene carácter de bien o mal en sentido absoluto sí constituye un bien o un mal que afecta radicalmente al desarrollo en plenitud de la vida humana, en cuanto humana. De entre todos los vivientes, el hombre es el único ser para quien su propia vida, su existencia, constituye una tarea: algo que debe lograr y que, correlativamente, tiene la posibilidad de malograrse.
Las acciones buenas moralmente, son aquellas que contribuyen a la perfección de la persona que las realiza, o a la planificación de su carácter moral (hacer el bien a los demás, ser honesto, ser justo, ser responsable).
Por mal moral se entiende la desviación de la voluntad humana de las reglas del orden moral y la acción que resulta de esa desviación. Tal acción, cuando proceda exclusivamente de la ignorancia, no será clasificada como mal moral, que esta restringido propiamente a los actos de la voluntad, hacia los fines que la conciencia rechaza.
Existen actos humanos indiferentes en abstracto, o sea, que por su objeto específico y naturaleza intrínseca no son buenos ni malos. La razón es porque, considerados en abstracto, los actos humanos toman su moralidad únicamente de su propio objeto específico, sin tener para nada en cuenta el fin de las circunstancias que les rodean, que son ya elementos concretos.
Es erróneo juzgar de la moralidad de los actos humanos considerando sólo la intención que los inspira o las circunstancias (ambiente, presión social, coacción o necesidad de obrar, etc.) que son su marco. Hay actos que, por sí y en sí mismos, independientemente de las circunstancias y de las intenciones, son siempre gravemente ilícitos por razón de su objeto; por ejemplo, la blasfemia y el perjurio, el homicidio y el adulterio. No está permitido hacer el mal para obtener un bien.
Doble efecto (principio del)
También conocido como principio del voluntario indirecto. Por este principio una acción u omisión que tiene dos efectos, uno considerado bueno y otro malo, será éticamente permitida cuando se den estas condiciones:
1. Que el acto que va a realizarse sea bueno o al menos indiferente por su objeto.
2. Que los efectos buenos y malos se sigan inmediatamente del acto, es decir, que el efecto bueno no se
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