Administración Estrategica De Las Pequeñas Empresas
Enviado por apfue • 16 de Junio de 2015 • 2.256 Palabras (10 Páginas) • 383 Visitas
Administración Estratégica de las Pequeñas Empresas
Como cientos de miles de personas han perdido sus empleos en los últimos años, muchas de ellas han puesto en marcha pequeñas empresas. La administración estratégica es vital para el éxito de una empresa grande, ¿pero qué hay de las pequeñas empresas? El proceso de la administración estratégica tiene una importancia igual de importante para ellas.
Aunque se realice de manera informal a manos de un emprendedor o propietario individual, el proceso de administración estratégica puede mejorar en gran medida el crecimiento y la prosperidad de las pequeñas empresas.
Varios artículos de revistas y periódicos se han enfocado en los conceptos de la administración estratégica para las pequeñas empresas. Una de las conclusiones más importantes de estos artículos es que la falta de conocimientos en administración estratégica constituye un serio obstáculo para muchos dueños de pequeñas empresas. Otros problemas que suelen encontrarse al aplicar los conceptos de la administración estratégica a las pequeñas empresas son la falta de capital suficiente para aprovechar las oportunidades externas y el marco de referencia cognitivo del día con día. La investigación también indica que la administración estratégica en las pequeñas empresas es más informal que en las grandes, pero que aquellas que aplican la administración estratégica tienen mejor desempeño que las que no lo hacen.
Las micro y pequeñas empresas requieren de un mayor flujo de caja si se compara financieramente con las grandes empresas; es un error suponer que los valores obtenidos por la venta de productos y servicios de las grandes empresas puede ser comparado de manera lineal con las más pequeñas, y esto, aunque resulta obvio para algunos, no lo es tanto para otros. Una empresa grande posee herramientas flexibles de financiamiento, e incluso a la medida, que difícilmente una PYME tendrá en su primera década de vida, por lo que las grandes empresas terminan trabajando con el soporte de créditos (dinero de terceros) sin poner en riesgo su capital de trabajo y por ende su capacidad de inversión. En cambio, el capital de las PYMES se encuentra limitado, la inversión realizada al inicio de sus actividades requiere ser recuperada con cierta rapidez, a la par de un margen generoso que le permita cubrir gastos, tanto los de la empresa como los de quienes la hacen posible y esto no puede suponerse en periodos tan largos como 5 años (en una mediana o pequeña empresa) ni siquiera en 12 meses, como ocurre en el caso de las micro-empresas, por ende una concepción inadecuada del corto, mediano y largo plazo, según sea la realidad de la empresa, puede afectar su realidad económica y amenazarla con desaparecer.
La planificación estratégica no responden en periodos de tiempo, en las Pymes, a las mismas condiciones que ostentan las grandes empresas, pero su ejercicio y seguimiento son indispensables para el éxito operacional, sólo requiere ser ajustada a la realidad de la empresa, pero omitirla es tan grave como suponer que debe ser ejecutada en las Pymes en los mismos términos que lo hace una transnacional.
Toda empresa tiene que darle importancia al proceso de definir a donde se quiere llegar a través del tiempo. Las Estrategias representan las accione que se llevarán a cabo para lograr los objetivo a largo plazo; el análisis y la selección de la estrategia implican sobre todo, tomar decisiones subjetivas con base en información objetiva, a menos que la empresa se esté confrontando a una situación desesperada, las alternativas de estrategias representan pasos que hacen avanzar a la empresa a su posición deseada en el futuro. Es necesario aclarar que la planeación estratégica no es la solución a todos los problemas por los que atraviesa una empresa, sin embargo, es una útil herramienta que puede brindar múltiples beneficios si se utiliza en el momento y en la forma requerida.
Entre las áreas más importantes se encuentran la gerencia y la planeación estratégica, así como mercadotecnia, recursos humanos, análisis financiero y evaluación de proyectos, comportamiento organizacional, el comercio virtual y la adopción de tecnología; lo cual debe apoyar y fortalecer la integración en la formulación y selección de estrategias, como el de coordinar las actividades necesarias para la implementación de las mismas; lo anterior proviene de la necesidad de las empresas de tomar decisiones para la solución de problemas de manera efectiva; considerando al tiempo como recurso primordial para la elaboración de planes y programas, mismos que constituyen el resultado tangible de la visión de los negocios (Barragán, et al, 2002). Toda empresa tiene que darle importancia al proceso de definir a donde se quiere llegar a través del tiempo. Es en ese momento donde se define la misión y los valores del negocio, pues la primera establece el objetivo fundamental que guiará a la empresa, y los valores son fundamentos que regulan la forma de hacer negocio en una empresa (Ramírez y Cabello; 1997). Es así que se identifican las opciones disponibles para llegar a un resultado deseable y probable, siendo la planeación estratégica la que contribuye de una manera racional al mejoramiento en la toma de decisiones (Sánchez, 2003).
El propósito de la planeación estratégica es posibilitar un desarrollo coherente de las organizaciones, que permita coordinar las acciones de las diferentes subunidades mediante criterios unificados que resuelvan conflictos de interés y que provean suficiente claridad a todos los estamentos de la empresa sobre los objetivos que persiguen y los métodos escogidos por ellos (Sánchez, 2003)
Por consiguiente, no tomar en cuenta la planeación estratégica en una organización conllevará serios problemas. El primero de ellos, es que la empresa no tendrá claramente establecidas sus estrategias y por ende no podrá lograr su misión y objetivos organizacionales; así como el subestimar las debilidades y amenazas que pueden dañar a la empresa o por el contrario sobreestimar las fortalezas y oportunidades del entorno. Un tercer problema se refiere a que al carecer de planes alternos de acción, el empresario solo tendrá una forma de hacer las cosas derivándose dentro de esta problemática que no se encuentren establecidos metas y objetivos apegados a la realidad de la empresa, por lo tanto esto conllevará a un estrés del dueño al ver que no se está cumpliendo lo pronosticado; provocando un cambio de enfoque para él al pasar de una inversión productiva a un gasto en un mal negocio. El cuarto problema es que no existe un plan de negocios con el que se pueda hacer una revisión y retroalimentación de lo sucedido en la empresa, con el producto, el mercado, con la competencia y del manejo del recurso financiero.
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