Adolescencia
Enviado por fernanditoW • 2 de Octubre de 2014 • 1.321 Palabras (6 Páginas) • 145 Visitas
Frente si este panorama de problemas que afectan a las chicas, la adolescencia y juventud también presenta para los varones dificultades y conflictos vinculados con las relaciones sociales de género.
Los varones jóvenes, y en particular aquellos que pertenecen a los sectores populares, se ven afectados fuertemente por la crisis del trabajo: la falta de empleo hace que- a diferencia de las chicas ocupadas en tareas del hogar, o simplemente enclaustradas por la costumbre- dispongan de más "tiempo libre”. Pero no se trata de un tiempo beneficioso, satisfactorio desde el punto de vista personal o social. No es lo que Mario Margulis (1996) llama "crédito” o “moratoria social": el tiempo que se brinda a los/as jóvenes para que se formen y capaciten -postergando otras exigencias, como las de autosostén económico o la formación de una familia-. Se trata más bien de una condición compulsiva, sentida como frustración, impotencia y culpa. Y muchas veces la posición dominante frente a las mujeres tiene que ver con esas derrotas en otros campos.
Estudios más actuales señalan que también para las chicas el fantasma de la desocupación se agita en los proyectos de futuro. En la investigación realizada por Gloria Bonder (l998), uno de los resultados más consistentes se refiere justamente a la preocupación de las chicas por el sostén económico del hogar futuro. Esta preocupación deviene en un mecanismo de control que produce una valoración suprema de la estabilidad y el esfuerzo (aunque con fuerte desconfianza sobre la capacidad de la educación para brindar una salida segura) por sobre el placer, o la aventura o el desafío de lo establecido.
El costado aun más desgraciado para la vida de los varones jóvenes es que la situación social se combina con el abuso del alcohol o drogas, y el mandato de la intrepidez y la pseudo-valentía frente a los peligros. Como resultado de esa configuración de circunstancias la "muerte violenta” es la primera causa de deceso entre ellos: accidentes asaltos nocturnos, (como víctimas o como victimarios), enfrentamientos callejeros entre patotas. O, en las clases más acomodadas y cuando tienen auto, choques mortales. Según el Ministerio de Salud y Acción Social de la Argentina, en 1997 murieron, por "causas externas”, 14.151 hombres, mientras que las mujeres fueron 4.864. Entre estas muertes violentas, causadas por factores ajenos a la salud física, en "accidentes" murieron 7.315 varones frente a 2.741 mujeres. O sea, alrededor de tres de cada cuatro muertos por estas razones son varones.
Otros datos que resultan impactantes son las cifras que brinda el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Argentina: en las estadísticas criminales que registran juicios con sentencia firme, e! porcentaje de varones juzgados trepaba al 91,34% en 1996, el 92,45% en 1997 y el 92,05% en 1998.
Estas estadísticas se entienden, en la gran mayoría de los casos, a partir de las imágenes sociales que indican cómo debe ser un varón que se precie de ser "masculino".
Ahora bien, a está altura seguramente muchas lectoras y lectores de estas páginas están objetando: "mi sobrina es un buen pibe", "mi hija hace todo lo que quiere”; "mis alumnas y alumnos estudian mucho, y también la pasan, bien". Y seguramente también sea cierto, por que dudarlo. Una mirada desde la perspectiva de genero a nuestra alrededor también muestra muchísirmos cambios en las posibilidades que se abren para las mujeres y los varones jóvenes: chicas autónomas que proyectan una vida profesional y una vida familiar compatibles, que no se "compran" el discurso de la moda y los cantantes como el único anhelo de su vida, que salen y se divierten; y también chicos sensibles, prudentes, que sueñan con ser padres, que se ríen del “supermacho” que comprenden y aceptan cuanto mejor es la vida en pareja cuando hay paridad de deberes y de derechos.
También hay madres solteras que educan con felicidad a su hijo/a y jóvenes padres que asumen el cuidado y sostén
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