Al Faro
Enviado por maxicarlos • 2 de Septiembre de 2013 • Ensayo • 1.573 Palabras (7 Páginas) • 374 Visitas
Desde las primeras páginas, Al Faro deja ver la atmósfera ineludible, oscura y tensa que acompaña la narración hasta el final. El matrimonio Ramsay tiene varios hijos. El padre, Mr. Ramsay es un hombre frío, lejano, que en ocasiones produce terror en sus hijos, sin que se lo proponga, pero generalmente odio. Tiene un aire intelectual, y posee una inclinación literaria, que no ha producido resultados muy brillantes, pero sí lo suficientes para dejar entrever su personalidad e intereses. Por otro lado, Mrs. Ramsay es una mujer que se debate entre el hecho de ser la sombra de un esposo brillante o hacer su propio camino. Lo cierto es que su debate interior, es el comienzo de un intenso flujo de conciencia en tercera persona que le termina dando el cuerpo a la novela. Al parecer las figuras de los Ramsay, están fuertemente influidas por lo que eran los padres de Virginia Woolf.
De otro lado aparece Lily Briscoe, una artista que se dedica a pintar en la casa de campo de los Ramsay, lugar donde se desarrolla la historia. Lily es una invitada junto con otras personas, a pasar una temporada en la casa de la familia en las Islas Hébridas y representa casi todo lo que Mrs. Ramsay no puede ser. Es la liberación femenina y la demostración viva de que las mujeres tienen capacidad artística capaz de expresar las sensaciones más allá de lo meramente sentimental.
Lily Briscoe se debate entre las dudas que tienen que ver con la posibilidad de que lo que hace no valga la pena realmente, o que posiblemente terminen siendo una expresión artística digna de ser vista y admirada, que responda a lo que ella quiere. Esas dudas siempre se ven alimentadas por Charles Tansley, otro invitado en casa de los Ramsay que se encarga de recordarle a Lily, lo que para él es cierto y es que las mujeres no tienen la virtud y el talento para escribir o en general para expresarse artísticamente.
"Y, sin embargo se dijo que, desde el comienzo del mundo, se han cantado odas al amor: para él han acumulado guirnaldas y rosas; y si se preguntase a la gente, nueve personas de cada diez asegurarían que no desean otra cosa, mientras la mujeres, a juzgar por su propia experiencia, estarían sintiendo: esto no es lo que queremos; no hay nada más tedioso, más pueril, más inhumano que el amor; y no obstante es también hermoso y necesario. Y entonces ¿qué?, preguntó como si esperara que los demás continuasen la discusión, como si en una discusión cual ésta, la pequeña saeta que cada uno lanza fuera incapaz de dar en el blanco, a menos de ser recogida por los demás para continuar la lucha. Por lo tanto, volvió a escuchar lo que los otros decían, por si acaso le daba nuevas luces sobre el tema del amor".
"¿Qué significaba todo aquello? No tenía la menor idea. ¿Una raíz cuadrada? ¿Qué era eso? Sus hijos lo sabían. Se apoyaba en ellos, así como en los cubos y en la raíces cuadradas; de eso estaban hablando ahora; de Voltaire, de Mme. de Staél, del carácter de Napoleón, del sistema rural francés, de lord Rosebery, de las memorias de Creevery; dejaba que ese admirable edificio de la inteligencia masculina, que sube y baja, pasa y repasa, la sostuviera en alto -como si fueran vigas de hierro manteniendo al mundo-, y se confiaba plenamente a ellos, incluso con los ojos cerrados -o entreabiertos unos instantes- como un niño que, desde su almohada, pestañea ante esas capas superpuestas que constituyen los miles de hojas de un árbol. Despertó entonces de su ensueño. Todavía se estaba fraguando el edificio. William Bankes elogiaba las novelas de Walter Scott".
Estos planteamientos claros por demás desde el comienzo, le dan una característica narrativa de brillante introspección, valiéndose de un constante flujo de conciencia para desarrollar todos los temas que la autora pretende. Los hechos o acciones son casi nulas, por no decir que no pasa nada a excepción de una cena y otro eventos menores. La historia solo se mueve en la mente de los personajes y en la posibilidad de ir a visitar un faro que se atisba a la distancia; visita a la cual cada uno le da su propia interpretación.
Una vez más, y de una manera magistral los personajes se van desarrollando solo con el transcurrir de las páginas, pero no porque se pretenda dar una descripción detalladas de ellos, para ilustración del lector, no. Se desarrollan a partir de sus propios pensamientos y de las opiniones que de sí se dan entre unos y otros. Es así como la imagen que tenemos de Mr. Ramsay es dada por las opiniones de Lily o por los pensamientos de algunos de sus hijos. No hay una fórmula que los descifre
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