Analisis de Caso Martha

Zapatos y más…caso calzado Martha

Martha Trujeque, joven madre de familia, es oriunda de Hunucmá,población ubicada alnorponiente de lapenínsula de Yucatán, con vocación de zapateros tradicionales. Inquieta, creativa y en ocasiones impulsiva, trabajó como administrativa por más de 15 años en una maquiladora de joyería. Posteriormente, le ofrecieron un puesto muy atractivo como parte del equipo de alta dirección de un grupo gasolinero. En ambos puestos tuvo a su cargo trabajadores de diferentes niveles, con quienes siempre trabajó eficientemente para lograr los objetivos de sus organizaciones.

Sin embargo, el nuevo puesto en el corporativo gasolinero le resultaba demasiado demandante, por lo que al enterarse de que estaba en venta una pequeña empresa del ramo zapatero ubicada en el centro de la ciudad de Mérida, la idea de convertirse en empresariaen una ramo que no le era muy ajeno, la entusiasma e inicia las pesquisas para conocer lascondiciones de venta.

Altamente motivada por su espíritu emprendedor, Martha consigue un préstamo personal y con altas expectativas y mucha emoción adquiere la fábrica El Ciervito, micro empresa dedicada a la fabricación de calzado escolar de forma artesanalpara niños y jóvenes de clase media baja y baja, muy conocida en el mercado local.

No obstante la emoción inicial de Martha pronto se empieza a diluir al enfrentarse con la realidad de la empresa: la maquinaria de producción era funcional pero antigua el local estaba descuidado y sucio, Aunque con posibilidades de mejorar  la cartera de clientes no era vasta, sin embargo permitía generar los ingresos suficientes para cubrir las necesidades de la empresa. Sin embargo el problema más complicado que encontró Martha radicaba en sucapital humano.  

Al recibir la empresa, la plantilla de personal estaba conformada por una secretaria que apoyaba en el área administrativa, un encargado de producción y dos obreros zapateros. Los trabajadores operativos eran muy buenos en su trabajo y podían considerarse como expertos: conocían a detalle y sabían realizar prácticamente todas actividades relacionadas con la elaboración del calzado con niveles de calidad bastante aceptables. El verdadero problema estaba en sus actitudes, que detonaban en problemas graves de desempeño.  Los empleados trabajaban sin horarios formales, entraban y llegaban a la hora que cada uno de ellos podía (o quería). No tenían un sueldo base ni prestaciones y sus ingresos se basaban en el número de piezas producidas. Trabajaban sin camisa y con calzado informal de hule y no existía equipo de protección. El nivel educativo de los trabajadores era muy bajo (primaria, en algunos casos inconclusa) y nunca habían sido capacitados de manera formal, sino formados en la práctica por conocidos y familiares en el oficio de zapatero. Para complicar lo anterior, los trabajadores tenían múltiples problemas personales (como violencia familiar y una posición económica muy vulnerable) y emocionales, que los hacía caer con frecuencia en situaciones graves de alcoholismo y drogadicción. Además, los conflictos entre ellos eran algo de todos los días y el lenguaje que utilizaban para comunicarse durante la jornada era vulgar y frecuentemente resultaba ofensivo.

El nivel de motivación laboral de sus empleados estaba por los suelos: con actitud por demás conformista, se limitaban a fabricar un número limitado de piezas de calzado que les pudiera generar ingresos raquíticos e insuficientes para cubrir sus necesidades más básicas. Altos niveles de ausentismo eran comunes: los trabajadores simplemente faltaban a sus labores sin avisar.  

Martha decide tomar el problema en sus manos e implementa medidas para mejorar la situación de sus trabajadores.  Establece una jornada laboral de 8 horas con un descanso para comer.  Adquiere uniformes para los empleados y equipo de protección básico. Les ofrece un sueldo fijo que mejoraría sus ingresos y mejora las condiciones de las instalaciones físicas de la empresa.

Para su sorpresa, la reacción de los empleados fue muy negativa: se rehusaban a cumplir con un horario de trabajo ycontinuaban llegando a la hora que querían; se negaban a recibir un salario fijo y pidieron que les siguieran pagando a destajo;no usaban sus uniformes y para colmo, los esfuerzos para mantener limpias las instalaciones resultan inútiles ante los hábitos  poco higiénicos de los trabajadores.

Lo anterior tiene fuertes consecuencias para la producción y venta del calzado: la producción se mantiene en los mínimos aceptables para cumplir con los pedidos de los clientes y los ingresos apenas alcanzan para cubrir los gastos de operación.

La situación de la empresa se vuelve crítica cuando los dueños del predio donde estaba instalada la empresa le informan a Martha que lo van a poner en venta y que debe desalojar el lugar. Nuevamente un familiar le hace un préstamo y Martha adquiere un predio a unas cuadras de la ubicación original y traslada la empresa.Ya en el nuevo local, unos meses después renuncia uno de sus trabajadores por enfermedad y poco después renuncia el otro.  Martha se da a la tarea de reclutar personal y nuevamente se topa con otro problema: reclutar personal capacitado para los puestos operativos es una tarea sumamente difícil: los jóvenes de la zona no se sienten atraídos a trabajar en una pequeña empresa zapatera y Martha encuentra que las recomendaciones personales es la única forma de lograr contratar el capital humano que necesita. Afortunadamente contrata a Jorge como Jefe de Producción, quien mediante recomendaciones personales logra contratar a 3 obreras. Por fin,gracias a los esfuerzos conjuntos de Martha y Jorge, la empresa estaba bien organizada pero con operaciones aún muy limitadas. Mejoran las ventas y los pedidos empiezan a salir a tiempo.

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