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Análisis Social Y Económico. ¿Aldea Global O Moderno Feudalismo?


Enviado por   •  17 de Noviembre de 2011  •  2.727 Palabras (11 Páginas)  •  939 Visitas

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Análisis social y económico.

¿Aldea global o Moderno feudalismo?

La globalización y sus efectos, desde un ángulo opuesto a los habituales análisis e informes de las revistas financieras, es el tema que aborda nuestra corresponsal en Canadá, Ana Mayte Mendía de Coria.

Por Ana-Mayte Mendía de Coria (desde Toronto, Canadá)

Una de las definiciones mas manoseadas de los últimos tiempos es sin duda "aldea global" (global village). Efectivamente, en ciertos aspectos y para ciertos sectores, el mundo ha pasado a ser una aldea global. Las fronteras parecen haber desaparecido cuando de mover capitales o industrias de una parte a otra del planeta se trata. Pero el ciudadano de a pié no tiene la misma libertad de movimiento y, por tanto, es incorrecto generalizar.

Por lo que al ciudadano común se refiere, el mundo más bien parece llevar camino de convertirse en un feudo global donde conviven una increíble opulencia y condiciones paupérrimas más propias de la época de Dickens. La moderna espada de Damocles que pende hoy sobre las cabezas de millones de habitantes del planeta es precisamente esa facilidad del capital y de la industria para instalarse en otras naciones donde pueden escapar a las más mínimas reglas de control que en los llamados países desarrollados existen para mantener al menos un mínimo de equilibrio que garantice la pacífica convivencia de sus ciudadanos.

La amenaza de cierre y desmantelamiento de la empresa se practica impunemente cada vez que los trabajadores --a la vista de récords de beneficio de las empresas para las que trabajan-- "osan" pedir que la torta se reparta mas equitativamente y que ese aumento de beneficios se refleje en sus percepciones salariales. La medida del temor colectivo nos la dá el hecho de que los Sindicatos en la actualidad dejan a un lado la lucha por las reivindicaciones salariales para tratar de conseguir la firma de acuerdos con la Patronal que garantice la "seguridad de empleo". Los sueldos llevan años congelados o han aumentado en porcentajes inferiores al aumento del costo de vida y, consecuentemente, se puede palpar la reducción del poder adquisitivo. Estamos retrocediendo en el terreno económico cuando, dado el potencial, deberíamos estar avanzando.

No estamos hablando de una economía mundial en crisis sino mas bien de una crisis mundial de valores y prioridades. El problema tiene nombre y apellido: se llama Avaricia Desmedida. El reparto se hace cada vez de manera menos equitativa y más excluyente.

¿Como podemos justificar moralmente que el valor de las acciones de una empresa se dispare en los mercados bursátiles al menor rumor de "reestructuración" (eufemismo muy en uso hoy para hablar de despidos en masa) y que los sueldos y paquetes de compensación (acciones, etc.) que perciben los más altos ejecutivos de esas empresas estén altamente relacionados con esos despidos. O sea, a mayor reducción de empleo, mayor el prestigio del ejecutivo y mas dígitos en su cheque. Algo anda radicalmente mal.

Otra práctica común hoy en día es la de pedir a los trabajadores que en sus nuevos convenios acepten un "rollback" (en el idioma de Cervantes: marcha atrás). Se les "pide" (léase "exige" ya que la alternativa es ver a tu empresa cerrar para irse a instalar a países con leyes laborales "más flexibles") que acepten la reducción de condiciones y salarios que se han conseguido paso a paso (léase centavo a centavo) a través de los años y, obviamente, la reducción no se va a efectuar "paso a paso" sino que, de golpe y porrazo, se quiere reducir cifras que en algunos casos son de hasta un tercio del sueldo. Medidas todas, por supuesto, "necesarias para que la empresa pueda competir en los mercados internacionales"...

Un momento.... Se nos quiere inculcar que debemos aceptar competir con mano de obra barata que ofrecen otras zonas o países. Se nos habla de "la ley de la oferta y la demanda". Se reducen programas sociales concebidos en su día para paliar en cierto grado la miseria de ciudadanos que quedan a la deriva (en cierto modo, supongo, en reconocimiento de que las tormentas económicas en las que navegamos, en su mayoría, han sido causadas por decisiones imprudentes de las elites, ya sean políticas o del sector financiero e industrial). Todo ello, se nos dice, porque no podemos competir con otros países debido a las cargas sociales. Se nos predica la virtud de la "autosuficiencia". El estado de bienestar social produce la multiplicación del "parasitismo", se nos dice desde ciertos sectores. Parasitismo... Veamos:

¿Que pasa con tantas y tantas empresas que dependen de grandes subvenciones gubernamentales para mantenerse a flote? ¿Que diremos de aquellas que deben cifras millonarias en impuestos? ¿Y de aquellas que han "diferido" el pago de las aportaciones a los fondos de jubilación? ¿Acaso el " parasitismo" no existe a nivel empresarial?

Mientras sucede todo esto, los diez más altos ejecutivos en Canadá se llevaron a su casa un promedio de más de 10 millones de dólares cada uno --lo que supone un aumento de sus compensaciones de un 56%. Concretamente Robert Gratton (de Power Financial Corporation) recibió la más alta compensación: 27,4 millones entre sueldo, bonificaciones, acciones, etc. Ganar esa cifra le tomaría 47 años a un trabajador medio, calculando sobre el sueldo promedio anual de un trabajador a jornada completa. O sea, estamos sobrevalorando a unos pocos y devaluando al resto.

Si miramos a nuestro alrededor veremos un ejemplo tras otro de naciones dedicadas a un desestabilizador y peligroso experimento: dejar que mande el mercado. ¿Y que hemos obtenido a cambio? Veamos:

El rico se ha enriquecido mas: En 1973, el 10% de las familias más ricas con hijos menores de 18 años ganaban 21 veces más que el 10% de las familias canadienses más pobres. En 1996, el 10% de las familias mas ricas ganó 314 veces más que el 10% de las familias más pobres. Ha disminuido la clase media: En 1973 el 60% de las familias con hijos menores de 18 ganaban entre $24.500 y $65.000 (de acuerdo al valor del dólar canadiense en 1996). Para 1996 solo un 44% de las familias con niños menores ganó entre $24.500 y $65.000. El cambio fue más notable en el medio. Un 40% de la población ganaban entre $37.600 y $56.000 en 1973. Una generación más tarde, solo un 27% de la población se encuentra en esa posición. ¿Por que importa el tamaño de la clase media? Porque la polarización que se crea con su disminución conduce a la desaparición de experiencias comunes que unifican. Terminaríamos

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