Apuntes de Comercio Internacional Teorías del Comercio Internacional

Apuntes de Comercio Internacional

Teorías del Comercio Internacional

Cuando caminamos por los pasillos de un Supermercado como Walmart o Chedraui, nos resulta tan familiar ya encontrar semana a semana los productos de nuestra preferencia. Casi como un acto involuntario asumimos que por ejemplo, los waffles de nuestra marca preferida estarán en el anaquel para que los podamos pagar en la caja. Así sucede con una enorme gama de productos que no se producen en nuestro país, y sin embargo, poco pensamos en que esto sólo es posible gracias al comercio internacional de mercancías.

En cualquiera de estas tiendas (y en verdad es así, en casi cualquiera de las tiendas de estas cadenas comerciales) es muy probable encontrar vinos originarios de los todos los continentes del planeta con cientos de marcas distintas, también es factible que la carne que compramos provenga de Canadá, Estados Unidos, Argentina o Uruguay. En los Supermercados que son muy grandes (Supercenters) podemos encontrar casi cualquier cosa que necesitamos en casa, desde clavos fabricados en México hasta chuletas de cordero de Nueva Zelanda.

Evidentemente estas cadenas comerciales no son las únicas que realizan importaciones de productos para el consumo. Existen empresas con actividades industriales que importan insumos y maquinaria y equipo para producir bienes que se venden en México, pero que también se exportan. Tal es el caso de la industria automotriz. Estimaciones conservadoras establecen que en esa industria se importa el 40% de las más de 2,400 autopartes de contenido de cada auto producido finalmente en nuestro país. De los 3.2 millones de vehículos automotores producidos en México, cerca del 70% se destina al mercado de exportación en los cinco continentes, con aproximadamente 50% destinado a los Estados Unidos. Y algo semejante sucede con la industria aeronáutica donde más de 90% de la producción total se exporta.

La Tarifa del Impuesto General de Importación y Exportación en México tiene más de 13 mil fracciones arancelarias, por las que se importan y exportan una cantidad de productos que es claramente muy superior a esas 13 mil fracciones, cientos de miles de hecho, pues a través de una misma fracción arancelaria se clasifican, por ejemplo, todas las marcas de vehículos automotores ligeros que vemos en las calles. La Tarifa en comento, está de acuerdo con un Sistema Armonizado de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y de la Organización Mundial de Aduanas (OMA), por lo que, en cada uno de los países del resto del mundo pasa algo semejante. Por esta razón, el comercio internacional de mercaderías está regulado para cientos de miles de productos, y para aquellos de reciente invención (por ejemplo, los drones o los smartphones) también se realizan la clasificación bajo el mismo sistema armonizado en todo el mundo.

Surge una pregunta relevante. ¿Qué lleva a una empresa o un hombre de negocios a realizar exportaciones o importaciones en su caso? Sin duda, la oportunidad de obtener una ganancia económica al vender en otro país. No todos los países son especialmente buenos o eficientes para producir determinados bienes. Por ejemplo, México no destaca por producir gasolina a bajo costo, por lo que debe importar 62% de lo que consume. En cambio es muy bueno produciendo bienes manufacturados como televisores. Brasil es el mayor productor a nivel internacional de maracuyá con decenas de millones de hectáreas y gran experiencia en dicho cultivo, mientras que México solo tiene unas 3 mil hectáreas y muy poca experiencia. España e Italia son los mayores productores de aceituna y de aceite de oliva, pues cuentan con grandes extensiones de huertos de olivo, algunos de ellos con más de 1000 años de antigüedad, y cabe mencionar que ya desde la Antigua Grecia se consumía la aceituna y se procesaba el aceite de oliva, mientras que países como Estados Unidos y México tienen extensiones más bien modestas con olivos jóvenes porque la aceituna la trajeron de Europa los misioneros franciscanos que comenzaron a sembrarla en el Valle de Guadalupe hacia el siglo XVI.

Se podría decir que cada país tiene una dotación de recursos diferente. En Brasil es abundante el maracuyá, en España e Italia es abundante la aceituna y en México es abundante el nopal, el jitomate, la papa. De hecho, eso es lo que da origen a las teorías económicas que sustentan lo que hemos venido describiendo: el comercio internacional.

Es indudable que en el comercio internacional existen ganadores y perdedores, sin embargo, en el largo plazo los beneficios económicos del libre comercio superan a los costos de aquellos pocos que pierden algo. El comercio internacional realizado de forma libre genera empleos, eleva la calidad y cantidad de consumo de bienes de todo tipo, obliga a las industrias locales a modernizarse, genera crecimiento económico, los gobiernos recaudan impuestos.

Con ello, podemos abordar las teorías de comercio internacional que hace un momento comenzamos a observar con ejemplos.

Mercantilismo

La idea básica del mercantilismo apuntaba que el oro y la plata son (o eran) los soportes de la riqueza de una nación y que son fundamentales para la realización del comercio, pues dichos metales eran la divisa de cambio para el comercio. De esta forma al vender por ejemplo té a otro país se cobraba en metálico (oro y plata), y obviamente al importar bienes se pagaba con metálico también. Cuando un país tenía una diferencia negativa entre sus exportaciones e importaciones, ese déficit se consideraba pérdida de riqueza medida en oro y plata. Por esta razón, los mercantilistas alentaban las exportaciones pero desincentivaban las importaciones, pues se trataba de acumular riqueza (oro y plata) al obtener saldos positivos en su comercio con el exterior (superávits). El error del mercantilismo es asumir que en el comercio internacional hay ganadores de un lado y perdedores del otro, como si fuera una justa deportiva (un juego de suma-cero) donde hay un ganador y alguien forzosamente pierde. El comercio internacional es más bien un juego de suma positiva en el que todos los participantes ganan algo.

Teoría de la ventaja absoluta

Adam Smith explicó que debido a la combinación de algunos factores, un país tiene una ventaja absoluta en el comercio cuando al producir un bien es más eficiente que cualquier otro. Por ejemplo, Argentina y Uruguay tienen una ventaja absoluta para producir carne de res debido a los extensos pastos de calidad (las pampas), buen clima la mayor parte del año y una gran experiencia en la crianza ganadera. En cambio, estos países son menos eficientes que Brasil en la producción de maracuyá, o no pueden cultivarlo en lo absoluto. Por esto sería una necedad querer producir

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