Arquitectua

Filippo Brunelleschi (1377-1446), encuentra la solución para la creación de la cúpula de la Catedral de Florencia o Santa María de las Flores [imagen 1,2,]. Hijo de un próspero notario y diplomático florentino, quién tras de una sólida formación humanística había aprendido el arte de la orfebrería. Tras dedicarse a la escultura, participó en 1401 en el concurso para diseñar las dos puertas de bronce de baptisterio de Florencia. Puesto la obra fue adjudicada a Ghiberti, emprendió un viaje a Roma en compañía del escultor Donatello a fin de estudiar las esculturas antiguas. Ésta fue la primera de sus numerosas estancias en Roma, que dedicó asimismo al estudio de las antiguas ruinas romanas y, en particular, de sus principios de construcción.

En 1418 Brunelleschi y Ghiberti elaboraron modelos de ladrillo para la construcción de la cúpula en el marco de un concurso [imagen 3,4]. En esta ocasión se aceptó la propuesta de Brunelleschi, la cual fue ejecutada entre 1420 y 1436 para admiración de todos, ya que esta cúpula abovedada autoportante sólo tenía procedentes en Santa Sofía y el Panteón. Brunelleschi demostró su genialidad mediante la introducción de un método de construcción formado por las siguientes fases:

1. Primero construyó la cúpula en capas circulares como la cúpula de cemento del Panteón; luego la recubrió con una segunda piel para reducir al máximo su peso, un método copiado de los baptisterios de Pisa y Florencia.

2. Utilizó las nervaduras de bóveda gótica y entendió la parte exterior de la cúpula sobre 24 nervaduras, y finalmente hizo que la cúpula se elevase formando una ligera punta – si bien habría preferido una semiesfera – ya que un arco ojival produce un empuje un empuje horizontal inferior al de un arco de medio punto.

3. Estructuró la cúpula mediante una serie de aros de piedra y cadenas de hierro.

La mampostería, con sus ladrillos engranados como raspas de pez, muestra claramente que no sólo había estudiado minuciosamente el Panteón, sino también las bóvedas de otras construcciones romanas.

El hecho de que su principal interés fuese la construcción y no la apariencia de los edificios romanos lo distingue de numerosos arquitectos del Renacimiento, comenzando por Alberti. La cúpula semigótica de Florencia lleva la huella tanto de protorrenacimiento toscano como de la antigua Roma.

En su época Brunelleschi fue considerado, como lo expresa el arquitecto Filarete, un maestro “consagrado que ha reintroducido en nuestra ciudad de Florencia el estilo arquitectónico de la Antigüedad de tal forma que actualmente no se usa otro estilo para la construcción de iglesias y casas particulares”.

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