Autenticidad

LA RANA QUE QUERÍA SER AUTENTICA

Había una vez una rana que quería ser una rana auténtica, y todos los días se esforzaba por ello.

Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad.

Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.

Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era rana auténtica.

Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían.

Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una rana autentica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían y ella alcanzaba a oír con amargura cuando decían que buena rana, que parecía pollo.

PREGUNTAS:

1.-¿Supo antes de morir si era una verdadera rana?

No.

2.-¿Por qué fracasó la rana en su intento de saber si verdaderamente lo era?

Porque nunca dejó salir su verdadero yo, siempre intentó agradar a los demás, y seguir el modelo que ellos querían que fuera, aún si estos no buscaban el bien de la rana, si no el bien propio.

3.-¿Qúe es la autenticidad?

Para mí, ser autentico significa ser tú mismo, ser íntegro y sincero en la forma que te vistes, piensas y actúas.

Reconocernos a nosotros mismos, aceptarnos y querernos como somos. Ser honestos en nuestra forma de ser sin depender del grupo de personas con el que estamos, tratando de imitarlos para encajar en ellos.

Muchas veces, hacemos distintas cosas por complacer a los demás, aunque nosotros sepamos que no está bien o podemos incluso dañarnos a nosotros mismos con estas acciones. Esto, es lo contrario de ser autentico.

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