Barreras De Importacion
itantama15 de Abril de 2013
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Hay varios tipos de barreras a las importaciones.
• Los contingentes son barreras cuantitativas: el gobierno establece un límite a la cantidad de producto otorgando licencias de importación de forma restringida.
• Los aranceles son barreras impositivas: el gobierno establece una tasa aduanera provocando una subida en el precio de venta interior del producto importado con lo que su demanda disminuirá.
• Las barreras administrativas son muy diversas, desde trámites aduaneros complejos que retrasan y encarecen los movimientos de mercancías, hasta sofisticadas normas sanitarias y de calidad que, al ser diferentes de las del resto del mundo, impidan la venta en el interior a los productos que no hayan sido fabricados expresamente para el país.
Si no existieran barreras a las importaciones ni ayudas artificiales a las exportaciones, los movimientos internacionales de bienes y servicios se producirían exclusivamente por razones de precio y calidad. Esa es, en el fondo, la única forma sostenible de mejorar la posición internacional y la relación real de intercambio de un país: conseguir producir con mayor eficacia, más calidad, a menor coste. Y para ello lo que hay que hacer es mejorar la organización productiva, la formación de los trabajadores y la tecnología.
Tras la entrada en vigor del Acuerdo sobre la Agricultura, están prohibidas las medidas no arancelarias aplicadas específicamente a la agricultura y los aranceles de casi todos los productos agropecuarios objeto de comercio internacional están consolidados en la OMC.
El TLCAN tuvo su última apertura agrícola en enero de 2008 con los productos que se consideraban sensibles para cada nación, entre los que destacan: leche, maíz, frijol, azúcar y fructosa, al quedar libres de cualquier medida de protección como aranceles o cupos.
En los productos mencionados, ambos países podrán exportar e importar sin barreras comerciales, pero México, a decir de la Secretaría de Agricultura, sólo tiene posibilidad de exportar azúcar, en el resto de los productos, el País ha sido dependiente de las importación
En el caso de los edulcorantes, el TLCAN establece que México podrá exportar azúcar libremente sin pagar aranceles o cubrir cuotas y en fructosa Estados Unidos podrá ingresar al País de igual manera, lo cual ha dejado un alza importante de importaciones de este último producto para un solo mes.
Los datos de la Secretaría de Agricultura, muestran que las importaciones de fructosa procedente de Estados Unidos crecieron 83 por ciento de enero de este año con respecto al mismo mes del año anterior, al pasar de 24 mil toneladas a 44 mil 400 toneladas.Contacto: 2008
Introducción
Al conjunto de normas y compromisos sobre la agricultura se le suele denominar “programa de reforma de la Ronda Uruguay”, que se negoció en la Ronda Uruguay e incluye reducción de las subvenciones y de la protección, así como otras disciplinas aplicables al comercio.
Acuerdo sobre la Agricultura:
Hacer clic aquí para descargar el texto del Acuerdo
ÍNDICE
> Introducción
> Acceso a los mercados
> Ayuda interna
> Subvenciones a la exportación
> Otras disposiciones
> Países en desarrollo importadores netos de productos alimenticios
> Resumen
> Abreviaturas
Comercio de productos agropecuarios volver al principio
Aunque el volumen de las exportaciones mundiales de productos agropecuarios ha aumentado de forma importante durante las últimas décadas, su índice de crecimiento ha sido inferior al de las manufacturas, por lo que la parte correspondiente a la agricultura en el comercio mundial de mercancías ha disminuido a un ritmo constante. En 1998 el comercio de productos agropecuarios representaba el 10½ por ciento del comercio total de mercancías y, si se tiene en cuenta el comercio de servicios, la parte correspondiente a la agricultura en las exportaciones globales se reducía al 8½ por ciento. No obstante, en el comercio mundial, la agricultura sigue situándose por delante de otros sectores como los productos de las industrias extractivas, los productos de la industria del automóvil, los productos químicos, los textiles y el vestido o el hierro y el acero. En el comercio internacional de productos agropecuarios, los productos alimenticios representan casi el 80 por ciento del total. La otra principal categoría de productos agropecuarios es las materias primas. Desde mediados de la década de 1980, el comercio de productos agropecuarios elaborados y de los demás productos agropecuarios de alto valor ha crecido de forma mucho más rápida que el comercio de los productos primarios de base como los cereales.
El comercio de productos agropecuarios sigue siendo una parte importante de la actividad económica general en muchos países y continúa desempeñando un papel fundamental en la producción nacional de productos agropecuarios y en el empleo. El sistema de comercio desempeña asimismo un papel muy importante en la seguridad alimentaria mundial, al garantizar, por ejemplo, que los mercados mundiales podrán cubrir los déficit temporales o prolongados de productos alimenticios ocasionados por adversas condiciones climáticas y de otro tipo.
Políticas comerciales antes de la OMC volver al principio
Aunque la agricultura siempre ha formado parte del ámbito del GATT, antes de la OMC había importantes diferencias entre las normas aplicadas a los productos primarios agropecuarios y las aplicadas a los productos industriales. El GATT de 1947 permitía a los países otorgar subvenciones a la exportación de productos primarios agropecuarios, pero prohibía las subvenciones a la exportación de productos industriales. Las subvenciones a las exportaciones agrícolas estaban sujetas únicamente a la condición de que no debían utilizarse para absorber más de una “parte equitativa” de las exportaciones mundiales del producto en cuestión (párrafo 3 del artículo XVI del GATT). Las normas del GATT también permitían que los países aplicaran restricciones a la importación (por ejemplo contingentes de importación) con sujeción a determinadas condiciones, en concreto si estas restricciones eran necesarias para la ejecución de medidas destinadas a limitar de forma efectiva la producción nacional (párrafo 2 c) del artículo XI del GATT). Esta excepción también estaba supeditada a que se mantuviera una proporción mínima de importaciones con respecto a la producción nacional.
Sin embargo, en la práctica se aplicaron muchas restricciones no arancelarias en frontera sin imponer como contrapartida limitaciones efectivas de la producción nacional ni mantener un acceso mínimo para las importaciones. En algunos casos, esto se logró mediante medidas que no estaban previstas específicamente en el artículo XI. En otros casos, esas restricciones eran consecuencia de excepciones y exenciones otorgadas a países específicos como cláusulas de anterioridad, exenciones de una obligación y protocolos de adhesión. Hubo también casos en que se mantuvieron restricciones no arancelarias a las importaciones sin ninguna justificación aparente.
Como resultado de todo esto se produjo una proliferación de los obstáculos al comercio agropecuario, mediante, entre otras medidas, prohibiciones de las importaciones, contingentes que establecían niveles máximos para las importaciones, gravámenes variables a la importación, precios mínimos de importación y medidas no arancelarias mantenidas por empresas comerciales del Estado. Productos agropecuarios importantes como los cereales, la carne, los productos lácteos, el azúcar y una serie de frutas y legumbres y hortalizas fueron objeto de obstáculos al comercio en una proporción poco común en otros sectores de mercancías.
En parte, este aislamiento de los mercados nacionales fue resultado de las medidas que se aplicaron en un principio tras la caída del precio de los productos básicos durante la Depresión de la década de 1930. Además, en el período posterior a la segunda guerra mundial, muchos gobiernos se preocuparon principalmente por aumentar la producción agropecuaria nacional a fin de poder alimentar a sus poblaciones cada vez más numerosas. Con este objetivo en mente y a fin de mantener un cierto equilibrio entre el crecimiento de los ingresos rurales y urbanos, muchos países, sobre todo en el mundo desarrollado, recurrieron al sostenimiento de los precios del mercado, es decir, al aumento de los precios agrícolas por vía administrativa. Gracias a los obstáculos a las importaciones se tenía la seguridad de que podría seguirse vendiendo la producción nacional. En respuesta a esas medidas y como resultado del aumento de la productividad, los índices de autoabastecimiento aumentaron rápidamente. En varios casos, el incremento de la producción nacional de determinados productos agropecuarios no sólo reemplazó totalmente las importaciones, sino que provocó excedentes estructurales. Las subvenciones a la exportación se utilizaron cada vez más para dar salida a los excedentes en el mercado mundial, con lo que se redujeron los precios de los mercados mundiales. Por otro lado, este factor, así como los efectos de la sobrevaloración de los tipos de cambio, las políticas de precios bajos para los productos alimenticios en favor de los consumidores urbanos y la aplicación de otras medidas internas, redujeron en muchos países en desarrollo los incentivos de los agricultores para aumentar o incluso mantener sus niveles de producción agropecuaria.
Negociaciones sobre la agricultura en la Ronda
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