CARTERas De Inversion
Enviado por JHEYSHMAR • 30 de Julio de 2014 • 3.426 Palabras (14 Páginas) • 405 Visitas
CARTERA DE INVERSION
La cartera de inversiones es el conjunto de activos financieros en los cuales se invierte.
Una cartera de inversiones, en general, está compuesta por una combinación de algunos instrumentos de renta fija y renta variable, de modo de equilibrar el riesgo. Según algunos, una buena distribución de la cartera de inversión reparte el riesgo en diferentes instrumentos financieros como son: acciones, depósitos a plazo, efectivo, monedas internacionales, bonos, bienes raíces, fondos mutuos entre otros. A esto se le conoce como diversificar la cartera de inversiones.
REGLAS PARA CREAR CARTERAS DE INVERSION
El secreto de todo buen inversor se encuentra en su cartera de inversión, término que define al conjunto de activos financieros en los cuales se invierte. Estos activos financieros pueden ser de diversa naturaleza y en la sabia combinación de todas las opciones se encuentra la clave del éxito.
Para configurar una buena cartera de inversión lo más importante es fijar un objetivo y un nivel de riesgo asumible. Encontrar un equilibrio entre ambos factores es el punto de partida antes de comenzar a invertir. Resolver con éxito esta ecuación facilitará mucho las decisiones posteriores.
Hay dos tipos de activos financieros: renta fija y renta variable. Los primeros son la opción más segura y ayudan a fijar una cantidad de retorno esperado. Por todo ello, hay que escoger con cuidado qué cantidad de capital invertiremos en renta fija.
Sobre esa base, que dependerá de nuestros objetivos y nivel de riesgo deseado, podremos seguir edificando una cartera de inversión. Especial cuidado hay que tener con la renta variable, que ofrece unos márgenes de beneficio tan grandes como inseguros.
Otro factor a tener en cuenta en toda cartera de inversión es el plazo de inversión, es decir, la capacidad para mantener nuestro capital inmovilizado en uno u otro activo financiero. Desembarcar en la renta fija sin haber previsto esta variable no es lo más inteligente.
Finalmente, hay que recordar la regla de oro de cualquier cartera de inversión: diversificar nuestro dinero. Cuanto más heterogénea sea nuestra nómina de activos financieros menores serán los riesgos de colapso.
Una cartera de inversión no es lo mismo que el numero de acciones que tienes de diferentes compañías ya que la cartera de inversión engloba éstas, ya sean de renta fija, variable o mixta.
Pasos a seguir para formar una cartera de inversión:
1 Definir el perfil del inversor
Es muy importante saber el riesgo que deseas asumir. Esto servirá de punto de partida para crear cualquier cartera de inversión.
Se puede establecer 3 tipos de perfiles: conservador, moderado o agresivo.
2 Definir los objetivos
En este punto debes plantearte varias cuestiones: ¿Qué quiero conseguir?, ¿Cuándo lo quiero conseguir? y ¿Cuánto rendimiento quiero recoger?
3 Diversificar los fondos y cubrir riesgos
Este punto es común para todos los inversores, independientemente de los riesgos que desees asumir. Deberás formar una cartera que con tus fondos más conservadores cubras los de más riesgo. Para ello, la formula es diversificar . Además, al diversificar podrás jugar con el factor tiempo y liquidez disponible.
4 Fiscalidad y comisiones
Todo inversor deberá incurrir en alguna comisión por custodia de acciones, fondos o simplemente por operar.
Por último, recomiendo que nunca se compren carteras sin tener conocimientos previos y depositen todo su patrimonio.
Y después de conocer un poco más las pautas para formar una cartera de inversión,
¿Quién se anima a formar una cartera de inversión?
1- Definir el perfil inversor
Lo primero que cualquier ahorrador debe hacer incluso antes de plantearse por qué y para qué invertir sus ahorros es el riesgo que está dispuesto a asumir. Es lo que se conocer como perfil inversor y que servirá como punto de partida y base para crear cualquier cartera de inversión. Tanto es así que esto es lo primero que cualquier gestor suele preguntar a su cliente junto con la cantidad que está dispuesto a invertir.
En términos generales existen tres perfiles de inversor: conservador, moderado o medio y agresivo. Como los propios términos indican el nivel de tolerancia al riesgo va de menor a mayor. Así, los primeros estarán dispuestos a correr más peligros (lo que se traduce en perder más dinero) a cambio de la posibilidad de obtener mayores rentabilidades. No hay que perder de vista que el riesgo y los beneficios suelen estar directamente relacionados en el mundo financiero de tal forma que cuando más arriesgada es una operación mayor es también la rentabilidad que puede arrojar.
En principio definir el perfil de inversión puede parecer uno de los pasos más fáciles, pero no lo es. En el fondo el perfil de inversión no es más que un reflejo de la forma de ser de cada persona y muchas veces es el propio mercado o la marcha de las inversiones la que terminará por decantar el estilo hacia un lado u otro.
Para quienes no tengan claro dentro de que grupo se encuentra, bancos y entidades financieras disponen de multitud de herramientas que les ayudarán a aclararse. Además, siempre podrán acudir a un experto que les ayude a solventar esta duda y a definir su cartera de inversión.
2- Definir los objetivos
Una vez se conocen los riesgos que el ahorrador está dispuesto a asumir llega el momento de plantearse sus motivaciones. Es decir, ¿que quiero conseguir? La respuesta generalmente será “sacar el máximo partido a mis ahorros” o “dinero para comprar / la jubilación”. Sin embargo hay que hilar un poco más fino, especialmente en el primero de los supuestos. En este sentido es conveniente fijar una rentabilidad concreta representada por un tanto por ciento de rentabilidad respecto al patrimonio invertido o por lo menos una horquilla de beneficios.
A continuación habrá que determinar el plazo de la inversión, es decir ¿en cuánto tiempo deseo obtener el objetivo de rentabilidad?. En general, cuanto más se alargue el plazo mayores serán las posibilidades de inversión y menores los riesgos. Por el contrario, obtener una alta rentabilidad a corto plazo suele implicar fuertes riesgos. De todas formas, una buena cartera de inversiones puede combinar productos a largo y corto plazo.
3- Diversificar y cubrir riesgos
La principal premisa de cualquier portafolio de inversión, especialmente a largo plazo,
...