CASO – GESTIÓN DE CRISIS – CHIFA ASIA: CARNE DE PERRO

CASO – GESTIÓN DE CRISIS –

CHIFA ASIA: CARNE DE PERRO

Caso tomado del  libro. 50 autopsias de crisis. ¿Por qué el manejo mata más que el problema?

Editorial UPC, 2018

Liu  Xinhuan,   ciudadano   chino   de 33 años  de edad  que  migró  al  Perú  en  2014  y que  con enorme   esfuerzo   suyo y de su socio  Li Fangmin  logró tres  años  después   abrir  el chifa Asia en el distrito   de Independencia,    en Lima.

Lima,  Perú, enero  de 2018.

De manera   casual,   vecinos  y  transeúntes observaron   una  camioneta   estacionada   (la de Liu)  que en su interior  contenía  carne, y, al lado,   un costal,   dentro  del  cual había  un perro.  De inmediato,  sospecharon   que toda la carne  era en realidad  de perro,   y que  el que estaba  en el  costal  pronto  sería  sacrifica  para  ser  preparado   y servido  como comida. Esto tal vez se debe a la falsa  creencia de que "los chifas  usan  carne  de perro".

Los vecinos  indignados   arremetieron    violentamente  contra  Liu ( mozos y comensales incluidos),   rompieron  muebles   en su local  de chifa, colocaron   carteles   con mensajes   alusivos los  derechos   de los animales   e hicieron  pintas  advirtiendo que allí se servía  carne  de perro, llegando hasta a amenazar  con incendiar   el local. Los vecinos exigieron una  fiscalización  de las autoridades  a los chifas, ya que consideraron que este hecho representa un atentado contra la salud y la integridad de las mascotas.

De inmediato,  la Municipalidad  de Independencia  reportó a través de su cuenta en Facebook  que agentes de Serenazgo y Fiscalización   habían hallado por la noche una camioneta  negra con perros muertos en su interior, donde uno de los animales pudo ser rescatado con vida. Hasta el lugar también llegó la División de Los Halcones de la Policía Nacional para iniciar las investigaciones.

La primera  hipótesis  de las  autoridades  afirmaba que la carne encontrada,  que es taba envuelta en bolsas  de plástico, sería de canes,  y que su destino era el chifa Asia, ~ propiedad de Liu, quien fue detenido y conducido a la comisaría de Independencia,   conjuntamente  con la camioneta, la carne y el perro.

Un testigo afirmó que Liu había reconocido que era carne de perro, pues es una costumbre asiática consumirlo;  otro, que Liu reconoció que era carne de perro, pero que estaba destinada  para su consumo personal; y uno más declaró que los chinos capturan a los perros y los  cocinan vivos.  La noticia fue ampliamente  divulgada  con largos  reportajes, y creó una tendencia general de acusar a todos  los chifas de usar carne de perro. Los programas de entretenimiento   aprovecharon el tema para crear parodias,  con frases como "El Chifa del Wau Wau" o "Chifas mataperros".

Grupos de activistas  llegaron hasta la comisaría  para conocer el estado del animal y la situación del extranjero, quien fue liberado horas después.

Cuando  Liu pudo al día siguiente  dar su versión  en una entrevista  en el programa Buenos días, Perú, explicó en su limitado castellano que la carne encontrada en su vehículo fue comprada a una comerciante en la localidad de Canta, al norte de Lima, y que no era de perro. La mascota se la había regalado la misma vendedora de carne, pues se había encariñado con él, y la envolvió en un costal  para que no ensucie la camioneta, dejando descubierta  la cabeza del animal.  El nombre que le puso al can fue Negro.

Tras dos semanas de investigaciones,  la Policía Nacional determinó que la carne no era de perro, como se sospechaba  en un inicio,sino de res.  Edwin  de la Cruz, abogado de Líu, confirmó la noticia y agregó que su cliente fue víctima de racismo y xenofobia.  Su único error fue ubicar al perro en la maletera  y ponerlo en un costal. Anunció que procederían  a denunciar a la Municipalidad de Independencia   y a los animalistas por acusar al extranjero de maltrato animal.

La Sociedad Central de Beneficencia   China, fundada en el Perú en 1886, emitió un indignado  comunicado   público acusando a prensa y a redes sociales  de generalizar la acusación  a todos los chífas del país. Señalaba que, aun cuando el caso estaba en investigación, la afirmación de que era carne de perro era irresponsable.   Apelaba  al reconocimiento  de la fusión  de la comida china y la peruana y condenaba el  maltrato a Liu, pues reflejaba una actitud xenófoba y racista,  a la vez que invocaba a una convivencia  pacífica basada  en el

intercambio  cultural  y en la libertad, la igualdad y el respeto de las personas.

Pero el  punto de inflexión ante tanta  calamidad para Liu se produjo cuando, a los pocos días,  un grupo de reconocidos chefs mostró su deseo de visitar el chifa Asia. La idea la planteó  Héctor  Salís, dueño del restaurante  Fiesta,  en su cuenta de Twitter. A esta iniciativa pronto se sumaron Mitsuharu  Tsumura, Gastón Acurio,  James  Berckemeyer  y la crítica gastronómica Paola Miglio.  Las redes sociales  saludaron la iniciativa.

¿ Cuáles  fueron las consecuencias?

La Municipalidad  de Independencia   procedió a clausurar  el chifa Asia de Liu por tener extintores contra incendios vencidos.  Asimismo, el Ministerio  Público intervino  el chifa ordenando la  investigación en la Fiscalía Provincial  Penal de Lima Norte.  Aunque el  chifa Asia pudo ser reabierto luego de dos semanas, sus pérdidas ascendieron a 14 000 soles por día en  promedio, monto suficiente  para hacer quebrar a cualquier negocio sensible al flujo de caja diario  y complicarles la vida a cocineros,  ayudantes y mozos,  que no verían sueldos ni propinas  en dos semanas.   Aparte de ello, fueron dañados muebles  y enseres, así como el

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