CORRIENTES ECONÓMICO SOCIALES

CORRIENTES ECONÓMICO SOCIALES

La Revolución industrial no sólo transforma los medios de producción, también la estructura social dando origen a una

nueva clase con la proletarización de campesinos y artesanos sometidos a un intenso proceso de explotación en las

manufacturas. La respuesta de los trabajadores es la organización o la violencia. La primera producirá el sindicalismo y la renovación gremial. La experiencia organizativa de los artesanos es fundamental para la clase trabajadora en formación. La reacción violenta viene de los artesanos que repentinamente se convierten en asalariados y se resisten al cambio e intentan revertirlo con violencia que no representa un proyecto de cambio social ni político.

La burguesía es la clase dominante pero fragmentada en grupos con diferencias políticas, sociales y económicas nota-

bles. La alta burguesía se ha aliado a la nobleza, que mantiene parte del poder político, ya no el económico. El otro

extremo de esta clase, pequeña burguesía, que se acerca al proletariado por condición e intereses para luchar juntos por

sus derechos.

La explotación que lleva consigo la industrialización genera descontento social entre los trabajadores. Especialmente

entre los artesanos arruinados y obligados a trabajar para un patrón en sus propios talleres, a domicilio o en las manufac-

turas.

A principios del siglo XIX un sector de artesanos arruinados producen un movimiento violento en contra de la utilización

de máquinas en la producción. Que desplazan cada vez a más trabajadores generando desempleo. En 1810 Nedd Ludd

destruye una hiladora y da origen a un movimiento que se inicia en 1811 y que pronto alcanza cierta importancia en

Inglaterra.

Así nace el luddismo que no representa más que una reacción sin un programa social o político definidos. Los luddistas

no entienden las razones por las que sus condiciones vida son miserables. La única causa evidente de esa situación son las

máquinas que ocupan su lugar de trabajo. De esta manera las máquinas y las factorías se convierten en las causantes de la

miseria en la que viven y por ello hay que destruirlas.

Cuando el movimiento adquiere importancia pretende representar los intereses de los trabajadores. Para ello se crean los

batallones de trabajadores encargados de vigilar que los precios de los productos básicos no fueran elevados, además,

recorren los barrios burgueses para exigir apoyos materiales a cambio de no agredir sus personas y bienes.

Este “movimiento” no madura como movimiento de clase y tendió a desaparecer por su carácter violento y por la represión del gobierno. Entre los seguidores de Ludd y obreros no hay relaciones de unidad social, es decir, intereses de clase ya que los luddistas no tienen conciencia de clase. Así visto, el luddismo está lejos de ser un movimiento social y político que luche por los intereses y derechos de los trabajadores.

El Parlamento aprobó en 1812 la pena de muerte para aquel que destruyera o dañara una máquina. La represión y la

falta de objetivos sofocan el movimiento que, tuvo un efímero renacimiento en 1816, desaparece definitivamente poco después.

Los luddistas querían, sin conciencia de ello, regresar a las condiciones de vida y formas de trabajo anteriores a la indus-

trialización. Es por ello que el luddismo no es un movimiento revolucionario, al contrario es conservador. Fue encabezado

por artesanos que quieren recuperar los privilegios de grupo social que tenían en el viejo régimen.

La industrialización por sí misma había liberado mano de obra artesanal y el Parlamento contribuye en 1797 al decretar

la disolución de los gremios con las Combination Acts. Los gremios eran peligros en una época de revoluciones ya que

son organismos con alto grado de unidad, combatividad y preparación.

El luddismo es el sector más radical de la clase trabajadora que intenta organizarse. A partir de 1824 lo puede hacer al

aprobarse la ley que reconoce a las uniones de trabajadores.

Al fundarse uniones de trabajadores se puede hablar ya del movimiento obrero organizado. Algunos ejemplos son:

Unión General de Hiladores y Tejedores de Gran Bretaña de 1828 y la Asociación Nacional para la Producción del

Trabajo fundada en 1830. En 1833 Robert Owen crea la Gran Unión Consolidada de Oficios. Algunas de estas orga-

nizaciones son tan combativas que el gobierno las reprime hasta disolverlas.

Si las uniones no son permitidas para que los trabajadores obtengan sus derechos laborales, entonces hay que probar la

organización política. Entre 1835 y 1854 el movimiento obrero mostrará su fuerza y su capacidad en alianza con sectores

de la pequeña burguesía.

CARTISMO

Movimiento obrero que toma la experiencia luddista para luchar por derechos laborales y políticos. Lo inician artesanos

que no se proletarizan de inmediato y que utilizan su experiencia organizativa para crear uniones de trabajadores permiti-

das por la ley en 1824.

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