Caso de estudio Coca Cola

El objetivo de este estudio de caso es analizar cómo una compañía puede implementar eficientemente un SC sostenible sin tener un impacto negativo en la facturación. La coordinación de la cadena de valor desde las posiciones de la logística intermodal y un SC de circuito cerrado hace posible disminuir los costos, mejorar la entrega a tiempo y la imagen de la empresa, y lograr una mayor satisfacción del cliente. Todos estos factores tienen un efecto positivo en el volumen de negocios.

Mercadona es una empresa familiar fundada en Valencia y es la cadena de supermercados española más grande en términos de una facturación de 19,08 millones de euros en 2012. En 1981, la empresa tenía solo ocho tiendas en Valencia. Hoy en día, esto ha aumentado a la cantidad considerable de 1411 tiendas y 74,000 empleados.

Mercadona se llama el “Toyota del comercio minorista debido a su mejora continua de los procesos lean. Por ejemplo, la compañía empaca la fruta en lugar de venderla en contenedores para ahorrar material de empaque, vende solo un número limitado de productos, por lo que puede reducir el costo debido a la menor variabilidad, y ha rediseñado el empaque para

optimizar el transporte. Mercadona dice que la ganancia no es el objetivo principal, sino la inversión en el desarrollo a largo plazo de, por ejemplo, sus empleados. Ser magro y estar siempre un paso por delante de sus competidores es parte de la estrategia de Mercadona. Todo el SC apoya esta estrategia de inclinación e innovación para mantener la eficiencia y la eficacia en los mercados modernos y volátiles. El objetivo de los últimos años era encontrar una manera de ser generalmente más sostenible. El Consejo de Administración de Mercadona se centró especialmente en su SC.

Mercadona organizó inicialmente el transporte de sus productos en camiones y colaboró ​​con la empresa de logística Acotral, que sufría cada vez más retrasos debido al tráfico rodado. Como muchos productos van desde el proveedor en Sevilla en el sur de España hasta Valencia en el este, el uso de los servicios ferroviarios para la parte más larga de la distancia se discutió como una opción.

Renfe, una antigua empresa estatal de trenes, sufría enormemente de la liberalización del mercado. Para asegurar su posición financiera buscaban una nueva estrategia. Ofrecer soluciones de transporte a las cadenas de supermercados se convirtió en una opción atractiva.

Por lo tanto, Mercadona, Arcotral y Renfe llegaron a un acuerdo de colaboración para involucrar al ferrocarril como un modo de transporte. El nuevo proceso de logística intermodal se diseñó de la siguiente manera. Desde el proveedor en Sevilla, los productos fueron transportados por camión a la terminal ferroviaria de Sevilla. Aquí las mercancías se transbordaron, y Renfe las llevó en dos trenes dos veces por semana a Valencia. Por supuesto, este concepto solo funcionaba para productos no frescos como el azúcar y productos no alimentarios como las baterías. Desde la terminal ferroviaria de Valencia, Arcotral recogió los bienes y los llevó al centro de distribución de Mercadona para abastecer a los supermercados regionales. El elemento crucial del SC rediseñado fue la coordinación entre las empresas. Renfe tuvo que personalizar sus servicios para poder transportar una gran cantidad de mercancías a Mercadona. Además, los acuerdos de colaboración solo pueden tener éxito si se basan en la confianza y en una situación en la que todos ganan. Como se indicó anteriormente, Renfe personalizó sus servicios. Los cambios adicionales en su lado incluyeron una herramienta de comunicación que permitió el seguimiento del producto en cada etapa del proceso de transporte. Luego, Mercadona incorporó esta herramienta de comunicación en su propio sistema, lo que permitió tener visibilidad en todo el SC. Al ofrecer esta solución de transporte, Renfe desarrolló un nuevo concepto de negocio. Con clientes clave como Mercadona, resolvieron su propia situación financiera y se aseguraron una posición en el mercado. A su vez, Mercadona se volvió menos vulnerable al tráfico rodado y las entregas rara vez se retrasaron. Esto también ahorró costos en términos de mantener las existencias de seguridad. Al usar el ferrocarril, hubo menos emisiones de ruido, menos embotellamientos y accidentes, 12,000 toneladas menos de emisiones de CO2 cada año. Mercadona demostró un ejemplo de las mejores prácticas de cómo una empresa puede, al implementarla correctamente, aumentar la sostenibilidad y tener efectos positivos en sus procesos de negocios y su rotación.

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