Caso práctico 2: Gímenez y Garzón
Enviado por Irene Camacho • 9 de Febrero de 2020 • Práctica o problema • 1.379 Palabras (6 Páginas) • 986 Visitas
Caso práctico 2: Gímenez y Garzón
Giménez y Garzón (GyG) es una empresa de llamadas telefónicas comerciales que, a través de su red de call centers, proporciona servicios globales de comunicación comercial y marketing telefónico. Actualmente su principal cliente es una compañía de seguros de vida que está intentando implantarse por toda Hispanoamérica mediante la captación de clientes que trabajan para otras compañías.
GyG tiene una plantilla estable de trabajadores. Desde que firmaron el contrato con la compañía de seguros la carga de trabajo se ha incrementado sustancialmente, y algunos de los trabajadores han mostrado su desacuerdo con las técnicas agresivas que impone la compañía de seguros. Estas técnicas incluyen proporcionar información inexacta acerca de las ofertas de las otras compañías, y no mencionar explícitamente los pequeños gastos de gestión si el cliente decide contratar con la nueva empresa.
Situación nº1
Un día, uno de los trabajadores de mantenimiento comunica a su supervisor que se ha cortado la mano con una de las herramientas con las que estaba trabajando. Casualmente, éste se encuentra reunido con el empresario, Don Miguel Sánchez, que le dice que se tome el día libre y que se vaya a su médico para que le cure, porque como no ha estropeado ningún material este asunto no atañe a la empresa.
Situación nº2
Después de lo ocurrido con el trabajador de mantenimiento en la situación nº1, el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de GyG dice que debe tenerse en cuenta la debida vigilancia de la salud con su correspondiente evaluación de riesgos laborales.
Situación nº3
María López es una de las teleoperadoras con mayor antigüedad dentro de la empresa, dedicada hasta el momento a atención al cliente, y una de las mejor valoradas por su trato y su compromiso con la empresa. Cuando la empresa firmó el contrato con la compañía de seguros le asignaron trabajar en esa campaña como vendedora, aunque por las prisas por empezar a trabajar no fue formada adecuadamente en los pormenores de la compañía de seguros y sus ofertas. Además de suponer un exceso de trabajo que ha hecho que María tuviera que acudir a la oficina varios fines de semana para investigar por su cuenta, se ha encontrado con que muchas de las tareas que realizaba en atención al cliente ahora no eran de su competencia y se le encargaban otras tareas de las que nadie le había hablado. Junto a ello, cuando descubrió por las quejas de un cliente que la información que proporcionaban era inexacta se lo hizo saber a su supervisor, que le recordó la importancia de “vender como sea”.
Aunque María siempre ha sido una persona muy cordial y sociable, últimamente se muestra apática, se queja con frecuencia de la espalda y ha respondido de manera hostil y cínica a varios de los clientes. Su supervisor ha notado que su desempeño ha empeorado, y cuando habló con María del tema, ella le dijo que se encontraba agotada física y emocionalmente, y que a pesar de llevar trabajando en el mismo puesto durante años, se sentía incapaz de hacerlo mejor.
- En la situación nº1, ¿Actuó correctamente el empresario al aconsejar al empleado que se tomase el día libre y fuera a su médico?
Según lo expuesto en el artículo 14 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, el empresario tiene la obligación de velar por la seguridad y salud de sus trabajadores.
Cualquier circunstancia, agente, material o herramienta (entre otros) que pueda suponer un peligro para los trabajadores debe ser estudiado, evaluado y controlado para minimizar o eliminar estos riesgos.
Ante la situación descrita en el apartado 1, evidentemente el empresario no actuó de manera correcta, puesto que como el suceso ocurrió en el trabajo, se considera un accidente laboral, y se debería haber tratado como tal, con los deberes y responsabilidades que ello conlleva.
Si el accidente no fue extremadamente grave (como puedo suponer, pues el mismo trabajador llamó por teléfono, que en este caso se podría haber dirigido a un hospital en el que hubiese más medios para poder socorrerlo), el trabajador debe dirigirse a la mutua o el servicio contratado por la empresa, y sea ésta quien se encargue de revisar los daños sufridos por el trabajador y emitir un parte de baja en el caso que fuese necesario, así como de hacer el seguimiento de la salud del mismo.
Una vez la salud del trabajador está controlada, que es lo principal, debería hacerse la investigación del accidente para ver cuáles son las causas que provocaron el mismo, haciendo de nuevo la evaluación de riesgos y tomando las medidas necesarias para evitar que se vuelva a repetir dicha situación.
Por tanto, el empresario no actuó bien.
- 2.
En la situación nº2, ¿Cuándo debería realizarse la evaluación de riesgos laborales desde el punto de vista de la vigilancia de la salud?
De acuerdo con lo expuesto en la situación 2, la evaluación de riesgos debe estar actualizada y debe revisarse cuando así lo establezca una disposición específica. En todo caso, se debe revisar la evaluación correspondiente a aquellos puestos de trabajo afectados cuando se hayan detectado daños a la salud de los trabajadores o se haya apreciado a través de los controles periódicos, incluidos los relativos a la vigilancia de la salud, que las actividades de Prevención pueden ser inadecuadas o insuficientes. Para ello se tendrán en cuenta los resultados de:
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