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Comercio Exterior


Enviado por   •  11 de Abril de 2013  •  3.318 Palabras (14 Páginas)  •  279 Visitas

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El comercio exterior es el intercambio de bienes o servicios existente entre dos o más naciones con el propósito de que cada uno pueda satisfacer sus necesidades de mercado tanto internas como externas. Está regulado por normas, tratados, acuerdos, y convenios internacionales entre los países para simplificar sus procesos y busca cubrir la demanda interna que no pueda ser atendida por la producción nacional.

Cada país fabrica sus propios bienes y servicios, pero también escasea de algunos insumos y activos (humanos, naturales, financieros e industriales). Precisamente el intercambio que existe entre dos naciones al exportar (vender), e importar (comprar) sus productos es lo que llamamos "comercio exterior". Ni los países más ricos son autosuficientes por sí mismos, por ende, la idea es que cada uno de ellos pueda ofrecerle al otro lo que no posee o aquello de lo que carece, y viceversa, generando a su vez el bienestar y supervivencia de la población.

La comercialización entre los países se logra promoviendo acuerdos de cooperación entre las partes, llevando a cabo reuniones frecuentes entre los diplomáticos de las regiones, intercambiando conocimientos mutuos. Las empresas de cada país deben impulsar las relaciones comerciales y suscribir proyectos enmarcados en el bien de la comunidad.

La crisis económica global de 2008-09, iniciada en los Estados Unidos y otros países industrializados, se propagó a la economía real de Latinoamérica y el Caribe por varios mecanismos y el impacto del choque externo fue más duro que en la anterior crisis asiática y la crisis de la deuda externa.

Latinoamérica experimentó en 2009 las repercusiones de la crisis Internacional: su PIB cayó un 1,7%, el desempleo creció y hubo un leve retroceso en sus indicadores de pobreza. Sin embargo, resistió en mejor forma que en crisis anteriores, cuando algunas turbulencias de menor intensidad causaron impactos económicos y sociales más serios.

Hubo también una reducción del 15% en las exportaciones de servicios, una caída del 37% en los flujos de inversión extranjera directa, y una reducción del 13% en las remesas.

Comercio Exterior. La República Popular de China, la India y el resto de Asia se convertirán en la mayor fuente de crecimiento de las exportaciones de América Latina y el Caribe en los próximos años. La crisis económica global de 2008-09, iniciada en los Estados Unidos y otros países industrializados, se propagó a la economía real de Latinoamérica y el Caribe por varios mecanismos y el impacto del choque externo fue más duro que en la anterior crisis asiática y la crisis de la deuda externa.

Latinoamérica experimentó en 2009 las repercusiones de la crisis Internacional: su PIB cayó un 1,7%, el desempleo creció y hubo un leve retroceso en sus indicadores de pobreza. Sin embargo, resistió en mejor forma que en crisis anteriores, cuando algunas turbulencias de menor intensidad causaron impactos económicos y sociales más serios.

Hubo también una reducción del 15% en las exportaciones de servicios, una caída del 37% en los flujos de inversión extranjera directa, y una reducción del 13% en las remesas.

Comercio Exterior. La República Popular de China, la India y el resto de Asia se convertirán en la mayor fuente de crecimiento de las exportaciones de América Latina y el Caribe en los próximos años.

América Latina entró en la modernidad de la mano del comercio exterior, casi como producto de la casualidad. Lo que Colón buscaba hace más de 500 años era una vía comercial rápida que permita comunicar Europa con Asia, mas en el camino se encontró con un continente desconocido para la civilización europea, al que se le denominó América, en honor a uno de sus "descubridores". Y este continente, transformado en terreno de expansión colonial de las potencias europeas, fue integrado en la naciente división internacional del trabajo capitalista como productor y exportador de materias primas. Durante siglos, los actuales países industrializados impusieron directamente sus intereses sobre los países pobres y a partir de allí consolidaron su actual posición dominante en la economía global.

La historia de América Latina, desde 1492, esté influida fundamentalmente por sus relaciones económicas internacionales, aún en aquellas épocas -relativamente cortas- en las cuales se pretendió impulsar una respuesta más orientada al mercado interno. Más que en ninguna otra parte, la evolución de América Latina y la misma constitución de sus actuales países no son comprensibles sin tener en la mira esta realidad. Y si el comercio fue entonces, durante la colonia, un mecanismo para transferir riquezas y concentrar ventajas, lo sigue siendo en la actualidad, aunque ya no a través del colonialismo y la esclavitud.

Este proceso de internacionalización de las economías latinoamericanas se aceleró en las últimas décadas como resultado de la influencia ejercida por la actual fase de globalización en marcha y, por cierto, por efecto de las políticas estructurales aplicadas, con las que se pretende acelerar el proceso de inserción de la región en los circuitos productivos, financieros y comerciales globales.

La crisis económica global ha afectado fuertemente el comercio internacional, la inversión extranjera directa y los créditos bancarios privados, esbozando en el corto plazo un escenario de parcial des globalización. Las tendencias previas, de mayor dinamismo, demorarán un par de años en restablecerse, pero lo más probable es que esta des globalización sea transitoria, pues primarán las tendencias estructurales del intenso cambio tecnológico y su más rápida aplicación a las actividades productivas, ámbito en que las economías asiáticas cuentan con ventajas competitivas particulares. Por ende, en la etapa posterior a la crisis será necesario actualizar los modelos de negocios productivos y de comercio exterior.

La reacción defensiva de las empresas en el corto plazo frente a la crisis, enfocada principalmente a la reducción de los costos, la postergación de las inversiones, el recorte del horizonte de sus decisiones y la protección de sus principales mercados y clientes, además de considerar adecuadamente las oportunidades que se presentan, debería ir acompañada de medidas para reformular el modelo de negocios a largo plazo. Es deseable detectar y aprovechar las nuevas oportunidades y utilizar las nuevas herramientas tecnológicas y de organización empresariales que podrían ayudar a redefinir las ventajas competitivas de las empresas. En ese sentido, el fortalecimiento de las alianzas público-privadas orientadas a estimular la innovación y el desarrollo exportador podría ser un importante catalizador

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