Comercio Exterior
Enviado por pautapia • 21 de Septiembre de 2011 • 5.562 Palabras (23 Páginas) • 587 Visitas
Negocios Internacionales
Curso de Comercio Internacional 2008 A
La economía internacional en la era de la globalización.
¿Es necesario, a principios del siglo XXI, tratar de justificar la relevancia o la utilidad de entender, interpretar o analizar la economía internacional? En la actualidad, no sólo los especialistas sino el conjunto de la ciudadanía y de la opinión pública son perfectamente conscientes de la importancia de la dimensión internacional de la actividad económica. No sólo de las vertientes comerciales o financieras más tradicionales, sino también de las implicaciones sociales y políticas, que frecuentemente plantean aspectos conflictivos, desde los temas de deslocalización de empresas y empleos o la sostenibilidad del esta¬do del bienestar en los países industrializados hasta la explotación de recursos y el impacto sobre las posibilidades de desarrollo de los países emergentes o en desarrollo. Los debates acerca de las causas y consecuencias de esta creciente internacionalización de la actividad económica han alcanzado con la problemática de la denominada globalización -aunque seguramente «mundialización» sería un término más adecuado en nuestro ámbito lingüístico- un grado de controversia que desborda los libros de eco¬nomía para convertirse en uno de los temas de referencia ineludibles -desde muchos puntos de vista «el» tema de referencia- para analizar y valorar la época histórica en que vivimos. Ciertamente, la globalización supone un grado de internacionalización de la actividad económica -en el comercio internacional, en las finanzas internacionales, en la movilidad de inversiones, en las posibilidades de difusión tecnológica, etc.- que realmente supera cualquier precedente histórico. Pero también los debates sobre glo¬balización se refieren a las amplias consecuencias que esta internacionalización econó¬mica tiene sobre todos los ámbitos de la vida colectiva de la humanidad -las personas y las naciones- cuyas «reglas del juego» sociales y políticas se ven alteradas con pro¬fundidad.
La globalización incluye la constelación de que en nuestra vida cotidiana los artículos de fabricación extranjera están mucho más presentes que nunca en la historia. Sí repasamos nuestras compras cotidianas nos sorprenderá solo relativamente constatar el elevado por-centaje que llega a nuestra vida a través del comercio internacional. Buena parte de los elec¬trodomésticos que tenemos en casa, muchas de las prendas de vestir, de los artículos de ocio como música o bebidas, de las cuentas de correo electrónico, etc., llegan a nuestro uso a tra¬vés de transacciones internacionales, en todo caso en un volumen mucho mayor que hace una generación y no digamos que hace dos. Un sencillo experimento doméstico se lo con¬firmará: piense en los diversos artículos que tiene usted en su hogar (electrodomésticos, ropa, muebles, etc.) y trate de calcular qué porcentaje representan los artículos fabricados en el extranjero —es decir, los que han llegado a su domicilio a través del comercio interna¬cional. ¿Qué cifra obtiene? ¿El 40% o el 50%? ¿Incluso más?
Le sorprenderá este indicador «personal» de apertura, especialmente si lo compara con el que se habría obtenido en pro¬medio en un hogar de su país hace apenas treinta o cincuenta años.
También los flujos de inversión hacen que un paseo por cualquier zona industrial o también de forma cada vez más importante de servicios, incluidos los financieros y de segu¬ros de cualquier país del mundo revele una creciente presencia de inversiones extranjeras. Por oirá parte, cualquier persona o familia con una hipoteca a tipo de interés variable sabe ya que el coste de esta importante partida del gasto familiar se ve afectado por decisiones sobre tipos de interés que se adoptan a menudo fuera de las fronteras nacionales. No se traía sólo de los tipos de interés en la Unión Europea, dependientes de una política monetaria supranacional, sino de las interdependencias entre las decisiones del Banco Central Europeo y la reser¬va federal de Estados Unidos, así como del impacto de estas decisiones sobre los tipos de interés en los mercados financieros nacionales de prácticamente lodos los países del mundo. Nuestra generación viaja al extranjero más que nunca, ya sea por turismo de placer, ya sea por negocios. Vemos noticias en directo, desde acontecimientos políticos a retrans¬misiones deportivas, que nos suministran operadores internacionales. Y accedemos a Internet con creciente fluidez para estar conectados on Line con informaciones, datos y opiniones procedentes de todo el mundo.
Estas realidades se pueden traducir a indicadores más o menos objetivos, como la evolución del «grado de apertura» de diversas economías, que consolidan esta creciente internacionalización y ratifican las intuiciones de las líneas anteriores. Los datos de los Cuadros I. I y 1.2 son elocuentes al respecto. Como muestra el Cuadro 1.1 entre 1950 y 2003, mientras el PIB mundial se habría multiplicado por 7, el volumen de comercio internacional (medido por las exportaciones) lo habría hecho por 25, de modo que el ritmo de crecimiento del comercio viene tripli¬cando, desde mediados del pasado siglo XX, al de la producción mundial.
Cuadro 1.1. El comento internacional crece más rápidamente que la producción mundial
Evolución del comercio y del PIB mundial 1950-2003
(Índice 100 para los dalos de 1995)
1950
Volumen de exportaciones mundiales
PIB mundial
Cuadro 1.2. Indicadores de inserción en la economía global: evolución entre 1990 y 2002
1990
Porcentaje sobre el PIB que suponen:
Exportaciones más importaciones
1990
2002
de bienes (a)
— Media mundial
32.5
40,3
— España
28.1
41.9
— Zona euro
44,9
56,3
— América Latina y Caribe
23.3
41.2
— Asia Oriental-Pacífico
47,0
63,4
Flujos brutos (suma de entradas y salidas) de capital privado
— Media mundial
10.1
20.8
— España
11.4
26.9
— Zona euro
14.1
49,3
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