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Como Hacer Un Proyecto


Enviado por   •  6 de Junio de 2012  •  12.966 Palabras (52 Páginas)  •  593 Visitas

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COMO CREAR UN PARQUE INFANTIL

Introducción:

El objetivo de esta ponencia es plantear algunos elementos de análisis para estimular la participación cotidiana de los niños en los programas de recreación. Esquemas, estereotipos e imaginarios de niñez atraviesan todo lo que hacemos, hemos de ser conscientes de hasta que punto tenemos claridad al respecto y hasta donde reiteramos nuestro afán adulto de “formar” niños de acuerdo con nuestros propios esquemas y valores.

La construcción de espacios sociales que realmente respondan a un interés superior del niño, nos reta a un cambio de paradigmas y formas de vincularnos con ellos para acercarnos a relaciones nuevas y más equitativas.

En este proceso el ocio y la recreación tienen un alto potencial para contribuir a la creación de espacios de participación real, como metodología y como medio para aportar a la formación de todas las generaciones y particularmente de los niños y las niñas en los conocimientos, habilidades y actitudes que favorezcan su protagonismo real.

La recreación está en la vida cotidiana de los niños y las niñas; permea su tiempo a través del día, lo divierte y lo forma; desde ahí es donde podemos intervenir para la construcción de ambientes y relaciones más democráticas, de tal manera que hagamos de los espacios recreativos unos espacios construidos por y para los niños.

La participación, una estrategia y un fin en si misma

La Convención sobre los Derechos del Niño, CDN, es el referente por excelencia para promover y estimular la participación de los niños. Los artículos 12 y 13 consagran los Derechos de los Niños a formarse su propio juicio y expresar libremente su opinión en todos los asuntos que los afecten, el artículo 15 establece el derecho a asociarse libremente y celebrar reuniones pacíficas.

La Unicef[1][2], ha estimulado diversas experiencias de participación, las cuales han planteado elementos importantes a considerar en la propuesta de avanzar en la construcción conjunta de enfoques y metodologías para promoverla, éstas son entre otras:

• • La relación bidireccional entre democracia y Derechos de los Niños: los Derechos logran realizarse de preferencia en un ambiente democrático; el ejercicio del derecho a la participación por los niños promueve y crea los elementos de una coexistencia democrática de respeto mutuo, tolerancia y aprendizaje.

• • Los niños emergen fortalecidos para promover y ejercer todos sus Derechos.

• • Hay que distinguir entre niños y adolescentes en cuanto al tipo y contenido de la participación; de su edad y nivel de desarrollo y dependerá en gran parte el ámbito en que se da o tiene impacto esa participación (familia, escuela, comunidad, sociedad, Estado).

• • La apertura de los adultos y su capacidad de “escuchar” la voz de los niños es un componente esencial de la realización de los Derechos. La falsa disyuntiva entre los Derechos de los padres y los Derechos de los niños (o los de los maestros “versus” los alumnos) se resuelve en esa disponibilidad de “escucha”.

• • Existe un peligro real de manipulación de los niños por parte de los adultos. Algunas experiencias de “consulta” sin otro fin que la propaganda o la distracción, distorsionan el valor de la participación y adulteran la posibilidad muy real de que esa expresión de una visión distinta pueda ayudar a la sociedad, como un todo, a recrearse.

La participación desde la postura de UNICEF, no es solamente un medio para llegar a un fin, ni tampoco simplemente un “proceso”: es un derecho civil y político básico para todos los niños y, por lo tanto, es también un fin en sí mismo.

La CDN también plantea la necesidad que los niños tengan canales adecuados para expresarse en todos los ámbitos de interacción (familia, escuela y comunidad) y particularmente les permita hacer denuncias en relación con su situación de Derechos.

La defensa del derecho a su integridad física, por ejemplo, debe encontrar siempre un espacio en las instituciones, en los mecanismos y procedimientos formales de las administraciones locales. En este caso particular la recreación puede jugar un papel muy importante. La experiencia nos ha mostrado de manera reiterativa que en los espacios de los programas de recreación encuentran la oportunidad para expresarse de manera libre y hacer las denuncias a los recreadores sobre situaciones de maltrato. En estos casos además de informar a los niños sobre los procedimientos y mecanismos de denuncia es importante acompañarlo en el proceso y en muchas ocasiones trabajar conjuntamente con otros profesionales el temor del niño a enfrentarse al agente que lo maltrata.

De acuerdo con las disposiciones del Artículo 2 de la CDN, el derecho a la participación se aplica a cada niño por igual, “independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición del niño”. La promoción del derecho del niño a manifestar libremente su opinión y a ser escuchado suele estar vinculada, por ende, con la lucha contra la discriminación.

Según Hart[2][3], la participación se define en relación ”con los procesos de compartir las decisiones, que afectan la vida propia y la vida de la comunidad en la cual se vive. Es el medio por el cual se construye una democracia y es un criterio con el cual se deben juzgar las democracias. La participación es el derecho fundamental de la ciudadanía” pág. 5.

De acuerdo con Gaitán[3][4], la participación infantil es “el proceso tendiente a incrementar el poder de la niñez organizada en su relación con los adultos”. Este autor enfatiza el papel de las estructuras de poder en los procesos de toma de decisiones de los grupos y su real incidencia sobre la acción.

La participación como medio y como fin requiere de un proceso gradual e integral en relación con la formación de las personas, la construcción de ciudadanía, los mecanismos y los espacios de participación, el acceso a la educación y a la información, entre otros aspectos.

La participación sin embargo, no se da por si sola, es un proceso que se da de manera gradual, requiere actitudes particulares y aprendizajes, evoluciona con la edad y la experiencia y se inserta en el complejo mundo de las relaciones de poder en todos los espacios vitales de las personas.

De ahí que se considere que la

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