Crisisis Finaciera Norteamericana
Enviado por roberthdomingez • 30 de Enero de 2012 • 4.156 Palabras (17 Páginas) • 568 Visitas
CRISIS FINANCIERA MUNDIAL: IMPACTO EN LA ECONOMÍA MEXICANA
Por: HECTOR RUIZ RAMIREZ
Resumen:
A finales del año 2008, la economía mexicana empieza a sentir los efectos de
la crisis en la economía norteamericana, que se expandió a la mayoría de
países y que ante la falta de regulación, se extiende rápidamente. Esta falta de
regulación ha iniciado en la actualidad un interesante debate sobre el tema.
El ciclo recesivo de Estados Unidos es transmitido de manera más o menos
inmediata a la economía mexicana, a través de tres vías: exportaciones,
remesas familiares, e inversión extranjera directa
En la última parte del presente artículo, se efectúa un análisis de la manera en
que impactó la crisis en las principales variables de la economía mexicana,
como son, crecimiento, exportaciones, petróleo, tipo de cambio, remesas,
empleo y la inversión extranjera directa.
Palabras clave: crisis financiera, canales de transmisión, regulación, economía
mexicana
I. Introducción
Esta crisis surge en la economía considerada como el principal motor de la
economía mundial, Estados Unidos. Debido a ello su transmisión e impacto
fueron inmediatos y profundos. En México, por su cercanía y relación
económica, el impacto fue más profundo.
Se origina en el sector de la vivienda, específicamente en las denominadas
“Hipotecas Subprime”, que debido a sus características, tienen mayores
probabilidades de no pago, debido a que son adquiridas por personas de baja
solvencia económica.
El impacto económico causado a la economía mexicana, solamente tiene
precedentes, en la época de la Gran Depresión, o en el periodo que comprende
la etapa histórica de la Revolución Mexicana, al inicio del Siglo XX.
El Fondo Monetario Internacional considera que el impacto de la crisis en la
economía mexicana, se sintió en mayor magnitud que en la mayoría de países
de la región, debido a los fuertes vínculos con el epicentro de la misma, los
Estados Unidos (FMI, 2010)
Se cita el año 2007 como el estallido de la crisis estadounidense, sin embargo
en la economía mexicana se sintieron sus efectos a partir del tercer trimestre
de 2008, pero sobre todo durante 2009.
Por ello el objetivo de este artículo consiste en analizar la manera en que se
transmitió de la economía estadounidense, a la mexicana, así como el impacto
que se observó sobre todo en el año de 2009.
II. El origen
El elemento detonante de la actual crisis se encuentra por el lado monetario, al
generarse una fuerte especulación, que fue imposible parar o limitar, debido a
la falta de regulaciones financieras, al otorgarse créditos a familias o individuos
con problemas de pago, que a la larga, fue lo que desencadenó la crisis.
La crisis económica actual tiene su origen en Estados Unidos. Los principales
elementos que la desencadenaron, por el lado de la economía real, podemos
referirlos a los altos precios de las materias primas, lo que a su vez derivó en la
acentuación de la crisis alimentaria mundial, un fuerte incremento en el nivel de
precios, y por el lado de la economía financiera, tal vez la mas importante, una
crisis crediticia, hipotecaria y de confianza en los mercados, que llevó a una
recesión mundial.
El antecedente más próximo de la actual crisis económica en la economía
norteamericana, es la recesión de 2001, que tuvo un fuerte impacto en la
economía de México, aunque en menor grado que la actual.
La National Bureau's Business Cycle Dating Committee, (NBR, 2008), que es la
oficina en los Estados Unidos, encargada de analizar y calificar los ciclos de la
economía norteamericana, ha señalado que una recesión es una disminución
significativa en la propagación de la actividad económica en la economía, por
algunos meses, normalmente observable en el PIB real, ingresos reales,
empleo, producción industrial y ventas al por mayor, y al por menor.
Antes de la actual crisis, el pico más reciente ocurrió en marzo de 2001,
poniendo fin a una expansión récord de duración, que comenzó en 1991. Por
su parte, el canal más reciente ocurrió en noviembre de 2001, dando origen a
una expansión (NBR, 2008)
En la recesión de 2001, en los Estados Unidos se implementaron políticas
fiscales y monetarias para promover la demanda agregada, y con ello evitar
que la crisis se profundizara y llegara la deflación.
Se incrementó el crédito y se disminuyó la tasa de interés. Se pasó a un
abultado déficit, debido al aumento del gasto en defensa, y en seguridad
nacional.
Habría que recordar que en la recesión de la economía Norteamérica de 2001,
la FED disminuyó las tasas, a su nivel más bajo de los 45 años anteriores, con
la finalidad de ayudar a salir de la recesión.
En mayo de 2000, la tasa de referencia se situaba en 6.5% y al cierre de 2001,
había pasado a 1.75% (Guzmán, 2009: 93)
Ello incentivó el crédito, por lo que abundante liquidez y bajas tasas de interés
provocaron la búsqueda de rentabilidad, llevando a inversionistas a asumir
nuevos riesgos.
Los años 2000-2001 marcaron el final de un lustro de fuerte crecimiento en la
economía norteamericana, siendo bautizada esta etapa como la Nueva
Economía, apoyada por el “boom” de las tecnologías de la información y la
comunicación (Padrón y Rodriguez, 2009)
La política económica, sobre todo por el lado de la política monetaria, estuvo
encaminada a una disminución muy pronunciada en la tasa de interés, pero
también a la laxitud en las medidas o marco legal para el otorgamiento de
crédito
Las medidas para salir de una crisis, sentaron de alguna forma, las bases para
el inicio de la siguiente, al emerger con problemas en el mercado hipotecario de
alto riesgo.
El origen de este mercado hipotecario de alto riesgo, se encuentra en principio
en modificaciones en la legislación estadounidense. En 1982 se permite ofrecer
créditos hipotecarios a tasa variable y desde 1986 el crédito hipotecario es el
único crédito familiar en el que se permite deducir de los impuestos, los
intereses pagados. (Kiff y Mills, 2007).
Estas modificaciones facilitan el acceso al crédito hipotecario,
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