Cuentas Verdes

Campus Quetzaltenango[pic 1]

Facultad: Económicas Y Empresariales

Carrera: Mercadotecnia

CUENTAS VERDES

22/03/2017

Abner Alfredo Acú Alvarado

15935-14

Introducción

Las cuentas verdes, garantizan un conocimiento muy preciso de la disponibilidad de bienes y servicios ambientales, también permite revisar el papel de las instituciones en la relación economía-ambiente, a través del estudio del nivel de inversión pública y privada en la gestión ambiental. El proceso guatemalteco de construcción de las cuentas verdes es producto de una acuerdo público académico entre el Banco de Guatemala y la Universidad Rafael Landívar a través del IARNA, 130 sectores de la economía nacional y la naturaleza, están disponibles para “las cuentas” de bosque, agua, energía y emisiones, pesca y acuicultura, tierra y ecosistemas, recursos del subsuelo y residuos, así como un análisis detallado de los gastos y transacciones ambientales globales a nivel del gobierno central, los gobiernos departamentales y los gobiernos municipales.

Objetivo general:

Investigar el verdadero significado y función de las cuentas verdes, quien está a cargo, y hacer conciencia en cuanto al uso desmedido de los recursos naturales renovables y no renovables todavía presentes en Guatemala.

Objetivos específicos:

• Conocer la importancia de la aplicación de las cuentas verdes en un país como Guatemala con leyes y autoridades vulnerables.
• Describir la estructura del marco contable del Sistema de Cuentas Ambientales y Económicas Integradas y las Cuentas Integradas de Bosque.
• Enumerar las acciones que potencian los niveles de ilegalidad de productos forestales y dejar plasmado el comentario personal sobre el tema en cuestión.

“Cuentas Verdes”

“Cuentas verdes”, es como popularmente se le conoce a los principales hallazgos del proceso nacional de formulación del Sistema de Cuentas Ambientales y Económicas Integradas (SCAEI), este es un marco analítico internacional impulsado por el Sistema de Naciones Unidas, cuyo propósito general es analizar las relaciones recíprocas entre la economía y el ambiente. Para conocer los temas que aborda el SCAEI, se realizó una estructura del marco contable del SCAEI y las cuentas de la CIB:[pic 2]

Para la realización de la cuenta de los activos físicos, se ha logrado observar que el panorama es bastante desalentador, dado el incremento poblacional acelerado y las altas tasas de deforestación. Inclusive Guatemala tiene un porcentaje de pérdida de cobertura forestal mayor en relación a otros países de América Latina (periodo 1990-2000). Aunado a esto cabe resaltar que el volumen forestal, además de disminuirse directamente por la deforestación, también se ve disminuido por las extracciones selectivas de leña y madera, los ramoneos, los incendios, las plagas y enfermedades y la mortalidad natural, algo que deja claro que el país no se está preocupado y no establece políticas detalladas que obliguen a reforestar áreas dañadas a causa de la explotación de recursos naturales en donde los bosques son las principales fuentes.

En efecto más del 95% del flujo de productos forestales en el país ocurre al margen del control de las autoridades nacionales en materia forestal: Instituto Nacional de Bosques (INAB) y Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP).

Lamentablemente en países como Guatemala existen acciones que potencian los niveles de ilegalidad en el flujo de productos forestales, socavando la posibilidad de consolidar unidades licitas de manejo forestal sostenible tales como:

• Falta de capacidades institucionales en el control de la deforestación.
• Carencia de controles efectivos en el transporte de productos forestales.
• Falta de un sistema efectivo de emisión de permisos para el transporte de productos forestales.
• Cosecha y tráfico de madera amparados en la distorsión del uso de los permisos para el aprovechamiento familiar de productos forestales.
• Falta de un sistema efectivo de control de los volúmenes de madera procesada en las industrias forestales.

Es realmente alarmante ver como cada año aumenta la explotación de madera en pie, dicho comportamiento es propio de la explotación de bienes naturales no renovables, o de aquellos bienes naturales renovables (como los bosques) que son manejados de manera insostenible. Para el año 2006 los hogares fueron los principales usuarios de los bienes maderables del bosque en donde el 96% fue utilizado para leña. En este mismo año se reportó que las tierras forestales aportaron a la sociedad servicios de protección, clasificados así: servicio de protección contra deslaves, servicio de protección contra erosión, servicio de protección de litorales, y servicio de protección de zonas de regulación hídrica.

Existen registros relevantes para los flujos monetarios relacionados con la producción e importación de productos vinculados al bosque. Cuando se compara el valor de la depreciación del bosque y las inversiones públicas destinadas a la administración del recurso, a través de los presupuestos del INAB, del Proyecto de Incentivos Forestales (PINFOR) y del CONAP, se revela la insuficiencia de estas últimas para garantizar la restauración de los bienes forestales disminuidos por agotamiento.

Es claro que el país debe enfrentar el reto de estabilizar la pérdida sostenida de los bosques naturales, lo que se busca es reducir la deforestación e incrementar el nivel de reforestaciones. Para el 2015, estaba planteado lograr estabilizar la cobertura forestal densa en el orden del 33% con respecto a la superficie del territorio nacional.

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