Cultura Corporativa, Ensayo basado en Conferencia presencial.

Cultura corporativa, Líderes siglo XXI. C.P. Carlos Kasuga Osaka.

Para comenzar este atrevido escrito comenzaré contando un poco del cómo llegué hasta este momento. Siempre he dicho que por algo pasan las cosas; al día de hoy agradezco a Dios por brindarme la oportunidad de haber asistido a esta conferencia, lo digo así porque soy una de tantos catedráticos de la institución (IESCH) que además de hacer esta maravillosa labor de ser maestra, tengo otro gran quehacer: Ser mamá.

Y desafortunadamente en este nuestro México en que vivimos, pues un sueldo no alcanza para mantener un hogar, conste que hablo del mío, por tanto, y aclaro, no es queja, sino simple parte de la historia, mis pequeños, que son dos salen a las 4:00 pm de la guardería, y ese horario entre ellos y yo, es inviolable, hasta las 7:00 pm no puedo hacer compromiso de ninguna índole, pues este horario está dedicado a ellos, porque papá trabaja aún; sin embargo al escuchar que vendría semejante expositor, me dije ¿y ese quién es? ¿Así o más pérdida? Y al ver que un compañero no encontró más que excitación al enterarse de su presencia y al percatarme que comenzó a cambiar toda su agenda por asistir, me dije: “definitivamente… tengo que ir” y comenzó la pequeña mentirilla en casa de que debía ir, de forma obligatoria, le pedí a mi esposo que viera la forma de conseguir un permiso para cuidar de los bebés y me aventé al centro de convenciones, a una de las mejores conferencias de mi vida; decidí hacer esa inversión de mi tiempo que marcará la decisión de lo que debo, porque lo quiero, hacer.

Y hablando de hacer, recuerdo los cuatro parámetros de la forma de vida de los que habló Kasuga. Para regir nuestro actuar deben imperar los siguientes preceptos: el del bien ser, del bien hacer, del bien estar y del bien tener.

El bien ser, me deja como regalo, que los individuos debemos actuar conforme este precepto, se debe ser correcto, honesto, ecuánime entre el decir y el actuar; aprovechar al máximo el tiempo de vida, pues cada ocasión es única e irrepetible, el tiempo que se deja pasar, nunca se podrá volver a vivir, por lo que ese tiempo es irrecuperable. Entonces el tiempo no se debe gastar sin objetivos, sino invertirlos, y digo: ¡Demonios, he gastado mucho tiempo, que debía haber invertido! No me arrepiento, ahora mejor me aflijo a invertir lo que me quede.

El bien hacer, base importante en la formación humana, había escuchado en varios lugares, “Cuándo vayas a hacer algo, hazlo de la mejor manera, si serás panadero, haz el mejor pan”. Y este día nuevamente lo confirmo, el poner el mayor empeño a cada cosa a realizar, si se vive con esta idea, se agradecerá al máximo cada acto a ejecutar; decía Kasuga Osaka; si vas a estudiar, hazlo como nadie; si vas a jugar, que tú seas el mejor; si vas a trabajar, sé el mejor en tu trabajo.

El bien estar, fundamento de actitud en los seres humanos, esto implica que se puede ser feliz, si cada vez das lo mejor de ti a todas las personas con las que convivas, regala alegría y recibirás alegría; regala amor, y recibirás más amor; regala abrazos y vendrán en cantidad desmesurada; regala sonrisas y cosecharás grandes resultados; es momento de agradecer a cada extraño, conocido, amigo, pariente o familiar por rodearte; agradécelo y siempre cosecharás frutos.

Por consecuencia a los tres parámetros anteriores, se llegará al bien tener. Este viene por añadidura a lo antes realizado, es decir, no pienses en tener primero, si no has dado nada de ti, el dinero complementará lo anterior, y sólo así llegará a tus manos.

Y cuando pensaba que la conferencia había terminado por culminar estos cuatro puntos, nos señala el ponente su visión acerca de los errores del sistema educativo en México:

En primer lugar el que sólo se preocupan por la educación en cuanto a los conocimientos, pero se carece en la formación de valores; es decir, se preocupan por los contenidos temáticos de las asignaturas, dejando de lado la formación del ser humano; y hace alusión al cómo se educa en Japón, que desde pequeños a los niños se les enseña de entrada a cómo limpiar su espacio de estudio, todo el salón de clases, cómo barrer, cómo llevar la escoba, la jerga, cómo usarla, cómo lavarla, cómo secarla, cómo doblarla, cómo colgarla, etcétera y hace el comparativo de que en México, si un niño se porta mal, le proporcionan como castigo el limpiar el salón, limpiar los baños y demás, entonces el niño ve el limpiar como una sanción, en cambio allá es un principio muy concordante con lo que se prevé, puesto que iniciando con un espacio limpio, es éste un espacio seguro, en un lugar limpio, no hay basura, no hay mugre, no hay microbios, y por tanto no hay enfermedades, no se generan faltas en los niños, puesto que hay salud, hay cuidado por la ecología, etc., por lo que “La virtud más noble es: la limpieza”.

En otro aspecto nos refiere al otro mundo de los mayores formadores de México: dos potencias educativas: TV Azteca y Televisa, quienes muestran el reflejo de una realidad fantasiosa en cuanto a la forma de vida, donde lo que importa es lo que se ve, que los jóvenes estén guapos (as), atractivos (as), teniendo mentes en blanco, ya que en la actualidad los jóvenes se ejercitan sólo físicamente, pero no intelectualmente.

Así también manifestó su oposición contra aquellos empresarios y/o funcionarios que reglamentan a sus trabajadores, queriendo estipular normativas laborales, con marcadas diferencias entre lo que se exige y lo que se ofrece; cómo pedirles a los empleados que sean puntuales, si él es de los que llegan más tarde a la oficina; para qué quieres el baño más limpio si el de tus empleados es una porquería… al final de esta historia, la mierda de todos siempre huele igual. El individuo que tiene el mejor puesto, el de mayor jerarquía, es quien debe ser el primero en llegar y el último en irse, porque la mejor forma de exigir es enseñando, o sea que es el ejemplo el que arrasa.

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