Creación De Una Cultura Corporativa Que Apoye La Estrategia.

Creación de una cultura corporativa que apoye la estrategia.

Cada compañía tiene una cultura organizacional única. Cada una posee su propia filosofía u principios comerciales, sus propias maneras de abordar los problemas y tomar decisiones su propio ambiente de trabajo, sus propios tabús y prohibiciones políticas; en otras palabras, sus propias creencias, pautas de conducta y pensamiento, prácticas comerciales y personalidad arraigada que definen su cultura corporativa.

¿De dónde proviene la cultura corporativa?

La cultura corporativa son las creencias y filosofías de la organización acerca de cómo debe conducirse sus asuntos: las razones por las que hacen las cosas y como las hacen.

La cultura de una compañía se manifiesta en valores y principios comerciales que la gerencia predica y practica, en sus normas éticas y políticas oficiales, en sus relaciones con las partes interesadas (en especial con el trato de sus empleados, sindicatos, accionistas, vendedores y comunidades en las que opera), en las tradiciones que la organización mantiene, en sus prácticas de supervisión, en las actitudes y comportamiento, en la precisión que ejercen los propios colegas, en la política de la empresa y en la “química” y las “vibraciones” que están presentes en el ambiente de trabajo.

Todas estas fuerzas sociológicas, algunas de las cuales funcionan muy sutilmente, se combinan para definir la cultura de una organización.

Cultura: ¿aliado u obstáculo para la ejecución de la estrategia?

La cultura de una organización es un contribuyente importante o un obstáculo en la ejecución exitosa de la estrategia.

Las creencias, visión, y prácticas comerciales que apuntalan la estrategia de una compañía pueden ser o no compatibles con su cultura. La cultura se convierte en aliado valioso en la puesta en práctica y ejecución de la estrategia, pero cuando entra en conflicto con algún aspecto de la dirección, objetivos de desempeño o estrategia de la compañía, la cultura representa un obstáculo que impide la puesta en práctica y ejecución exitosas de la estrategia.

Cómo la cultura promueve una mejor ejecución de la estratégica.

Una cultura basada en valores, prácticas y normas de conducta que coinciden con lo que se necesita para la buena ejecución de la estrategia ayuda a infundir el deseo en el personal de la empre de realizar el trabajo de manera que apoye la estrategia, lo que refuerza significativamente el poder y eficacia de la ejecución de está.

Las culturas fuertes promueven la buena ejecución de la estrategia cuando hay coincidencias y estropean la ejecución cuando hay pocas o incidencias.

Una alineación fuerte entre cultura y estrategia actúa de dos maneras para canalizar el comportamiento de influir en los empleados para que realicen su trabajo de modo que apoye la estrategia.

Un ambiente de trabajo donde la cultura coincide con las condiciones para la buena ejecución de la estrategia proporciona un sistema de reglas informales y presión entre colegas respecto a cómo actuar internamente y cómo realizar el trabajo.

Una cultura fuerte que apoye la estrategia alimenta y motiva a la gente para que realice el trabajo de manera propicia para la ejecución eficaz de la estrategia, proporciona estructura, normas y un sistema de valores para funcionar, y promueve una fuerte identificación de los empleados con la visión, objetivos de desempeño y estrategia de la compañía.

Una cultura profundamente arraigada y bien adaptada a la estrategia es una herramienta poderosa para la ejecución exitosa de la estrategia.

Los peligros de los conflictos entre estrategia y cultura:

Los conflictos entre cultura y estrategia envían señales confusas a los miembros de la organización, colocándolos en una disyuntiva indeseable.

Tales conflictos debilitan el compromiso con la cultura o la estrategia, o con ambas.

Cuando

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