¿Cómo lograr empleados más sanos y productivos para organizaciones saludables?

¿Cómo lograr empleados más sanos y productivos para organizaciones saludables?

1. Puestos de trabajo realmente saludables, eliminando puestos laborales tóxicos.

Como ya se hemos puesto en común son variadas las acciones que se pueden llevar a cabo desde los departamentos de gestión de personas para conseguir este bienestar de nuestros equipos en una visión 360º como hemos analizado, y muchas y variadas pueden ser las acciones que se lleven a cabo para lograr empleados más sanos y productivos. Algunas de ellas pudieran ser:

Programa de Salud integral, física y psíquica, más allá de la requerida legal o voluntariamente.
Programa de promoción del ejercicio físico, que podríamos insertar en la anterior, dinamizando una plataforma on line para llegar a todos los trabajadores de manera gradual.

Programas de atención emocional de los trabajadores o de servicios para la conciliación.
Programas de atención a las familias.

Programas de flexibilidad espacial y temporal, flexiworking.  Teletrabajo y otras medidas de
flexibilidad laboral.

Hace unos días pudimos ver en las noticias como los reclutadores están teniendo algunas dificultades en la búsqueda de candidatos y llamaba la atención como la gran mayoría se primaba a la hora de elegir un puesto u otro el horario y la flexibilidad del modelo de trabajo por encima del salario.

2. Un entorno agradable de colaboración, proporcionando al entorno de trabajo un
aspecto social, colaborativo y de apoyo. El espacio laboral debe adecuarse a las
necesidades de quienes se desempeñan en él y caracterizarse por la comodidad, la
oportunidad y el bienestar. Esto también implica que los miembros de una organización
tengan a mano los recursos y equipos necesarios para ejecutar eficientemente sus
labores.

Promover y fomentar los entornos colaborativos son vitales para fomentar la comunicación y la cooperación entre miembros de un mismo equipo o entre diversos departamentos. Lograr esto supone un gran reto, la meta será cambiar paradigmas para dar prioridad al éxito del equipo sobre los logros individuales, y el primer paso es preparar a cada integrante para una participación más intensa.  ¿Cómo podríamos lograrlo?

1. Comunicar las expectativas de la empresa

Tener claro que la colaboración será el estándar mínimo. Definir roles y responsabilidades dentro del equipo. Cada miembro de tu equipo debe entender su posición y lo que se le requiere.

En un entorno de colaboración, cada integrante asume su responsabilidad en la obtención de buenos resultados.

2. Fijar las metas del equipo

Hay que asegurarse de tener objetivos medibles y alcanzables. Si logramos que el equipo se centre en objetivos, sus miembros mantendrán los esfuerzos individuales alineados para alcanzar los resultados deseados.

3. Propiciar el ambiente creativo

Admitir siempre las preguntas y fomentar la lluvia de ideas en un entorno que no emita juicios.

Hay que servir de guía al equipo para que vea los obstáculos como estorbos que puede quitar, cultivando una actitud de “puedo hacerlo”.

4. Forjar la cohesión del equipo

Incluir a cada miembro en tantas decisiones importantes como sea posible.

Mediante la colaboración en línea podemos crear una forma de mantener actualizada la comunicación sobre flujos de trabajo, para evitar la duplicación de esfuerzos.

Inicia el hábito de realizar reuniones periódicas donde cada uno comparta lo que ha logrado y cuáles son los siguientes pasos.

5. Promover que todos se conozcan

En todos los equipos hay diferentes personalidades, habilidades y experiencias. Es útil discutir abiertamente los distintos gustos y enfoques personales con respecto a la comunicación y las tareas.

6. Aprovechar las fortalezas individuales

Impulsa el éxito de cada integrante asignándole tareas que desarrollen sus puntos fuertes. Premia con regularidad los logros, tanto individuales como de equipo.

3. Oportunidades para quienes las necesiten o sean merecedores de ella.

Nos encontramos en un mercado laboral competitivo por lo que si no gestionamos bien a nuestros equipos podemos encontrarnos con resultados no esperados. De ahí que una buena gestión del talento pueda ahorrar a las empresas tiempo y recursos financieros.

Para retener el talento se debe construir la propuesta de valor del empleado. Esto se compone de todos los beneficios pecuniarios y no monetarios que ofrece la organización a su talento
humano en retorno de su trabajo. Entre los beneficios se pueden mencionar un salario justo, programas de capacitación y de desarrollo personal permanentes, clima laboral apropiado, programas de higiene y seguridad laboral, comunicación efectiva, seguros, planes de jubilación, estabilidad laboral, conciliación de la vida laboral con la familiar, flexibilización horaria, bonificaciones especiales por comportamiento innovador y creativo, entre otros.

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