DEBATE FMI

ORDEN DE TRABAJO DEL  DEBATE  RESPECTO AL TÓPICO: “LA CRISIS DEL ESTE ASIÁTICO”, CAPÍTULO IV DEL LIBRO “EL MALESTAR EN LA GLOBALIZACIÓN” DE JOSEPH E. STIGLITZ

o El debate tendrá un/una moderador/a, cuya responsabilidad será hacer una presentación introductoria del tema e indicar su importancia; y posteriormente, controlar el tiempo de participación de cada equipo.  

o De igual manera, el debate tendrá dos secretarios encargados de anotar las ideas principales que expone cada participante y realizarán un resumen al final de cada debate. Se caracterizan por ser imparciales.  

o Durante el debate se tendrán dos equipos, uno mostrará una postura a favor de cómo las políticas del FMI llevaron al mundo al borde de un colapso global y otra en contra del mismo.

o Cada participante dispondrá de un tiempo límite de participación asignado por el moderador al inicio de la sesión para plantear su postura.  

o Para la presentación de argumentos ningún participante podrá leer anotaciones ni escritos (únicamente podrá utilizar breves anotaciones como guía, no para ser leídas por completo).  

o Se comenzará con el equipo a favor, e inmediatamente después tomará la palabra el equipo con argumentos en contra.  

o Una vez concluidas las presentaciones, cada uno de los miembros de cada equipo podrá hacerle una pregunta a uno de los miembros del otro equipo.  

o El/La moderador/a controlará que la respuesta no exceda el tiempo asignado.  

o Al finalizar la ronda de preguntas se hará una conclusión por cada una de las posturas.

o Terminado el debate los integrantes de la mesa principal votarán por el equipo que mejor presentó la posición.

NOTA 1: Cada una de las posturas buscará influenciar en la manera de pensar de la contra parte con la finalidad de hacerle cambiar de opinión respecto al tema.  

NOTA 2: La finalidad del debate no es entrar en contienda, lo que se requiere con esta actividad es retroalimentar los puntos importantes del tema en discusión.

REGLAS DE PARTICIPACIÓN

Existen ciertas normas al momento de participar en un debate que deberán ser respetadas por todos los integrantes del mismo para su desarrollo normal:

• Ser objetivo.
• Ser tolerante respecto a las diferencias.
• Respetar el tiempo de habla asignado por el moderador.
• No burlarse de la intervención de nadie.
• Respetar el turno de la palabra.
• Dejar intervenir a los demás.
• Utilizar lenguaje formal y apropiado.

Se sugieren las siguientes recomendaciones a los participantes:

• Claridad: Evita el uso de términos que puedan ser malinterpretados por la parte opositora.
• Evidencia: Evitar en la argumentación frases como: “De acuerdo a…”, “El texto dice que…”, “La mayoría de las personas creen…”. Sustentar con hechos las ideas presentadas.  
• Emocionalismo: Evitar el uso de las expresiones que causen reacciones airadas por la parte opositora, tales como: “Racista”, “Liberal”, “Conservador”, etc…
• Seguridad en la información: Constatar en varias fuentes la credibilidad del tópico a investigar.
• Entender los argumentos del oponente: Se parte de la base de que la parte opositora también posee razón en lo que expone; así se pueden entender algunos conceptos que pueden ayudar a mejorar el argumento.  

CONTEXTUALIZACIÓN

La crisis financiera asiática fue un período de dificultad financiera que se apoderó de Asia en julio de 1997 y aumentó el temor de un desastre económico mundial por contagio financiero. También conocida como la crisis del Fondo Monetario Internacional, comenzó el 2 de julio de 1997 con la devaluación de la moneda tailandesa. Por efecto dominó, le sucedieron numerosas devaluaciones en Malasia, Indonesia y Filipinas, lo que repercutió también en Taiwán, Hong Kong y Corea del Sur. Sin embargo, lo que parecía ser una crisis regional se convirtió con el tiempo en lo que se denominó la "primera gran crisis de la globalización", y existe una gran incertidumbre sobre la verdadera magnitud del impacto de sus efectos en la economía mundial. Sólo durante las primeras semanas un millón de tailandeses y 21 millones de indonesios pasaron a engrosar las filas de los oficialmente pobres.

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