De una idea a un nuevo negocio
Enviado por licgustasamayoa • 4 de Septiembre de 2019 • Ensayo • 1.125 Palabras (5 Páginas) • 98 Visitas
DE UNA IDEA A UN NUEVO NEGOCIO
Por: Gustavo Samayoa – Emprendimiento, Turismo & Mercadeo Digital
Guatemala, 2019
Nadie en este momento que tenga un uso frecuente de internet y las redes sociales se sorprendería si se le dijera que todos tenemos ideas de negocios, ya que todos nos ilusionamos con poder tener un ingreso económico que nos permita tener un estilo de vida mejor al que ya tenemos actualmente.
Sin embargo, la gran mayoría de nosotros simplemente no llegamos a ver resultados. Unos lo intentan, invierten algo de dinero, abren páginas en distintas redes sociales, etc., pero al poco tiempo, la frustración y los resultados casi nulos simplemente los agobia. Simplemente dejan su sueño.
En la vida se cosecha inevitablemente, lo que uno siembra, y si bien hay muchos tipos de cosechas que se obtienen con simplemente sembrar una semilla en buena tierra y regarla de vez en cuando, cuando hay muchas plantas creciendo juntas, ellas mismas se hacen competencia, y el llegar a sobrevivir hace que, inevitablemente, otras muchas mueran.
En los negocios es lo mismo.
Entonces, para lograr tener un negocio que nos rinda un ingreso económico interesante, y que como mínimo nos permita poder cubrir nuestros gastos y generar ahorros para nuestro futuro, debemos cuidar esas semillas que sembramos. Una semilla de negocio es esa idea que tengo en mente de algún negocio que me entusiasma llegar a tener algún día.
¿Qué debo hacer? Primero: sembrarla en buena tierra… Esto significa meter esa idea en mi corazón, para que de allí salga el impulso y la pasión para cuidar de la semilla, luego la plantita y eventualmente ese gran árbol lleno de frutos, de todo tipo de pestes, ladrones de sueños, etc., que harán muchas cosas para que esa semilla no dé fruto.
Segundo: riego y nutro constantemente la semilla… Debo aprender todo lo que pueda del negocio que deseo tener, investigar, preguntarle a gente que ya está trabajando en eso, conocer los precios y costos que se manejan, qué tipo de equipo y cantidad de personal se necesita, y sobre todo, identificar quienes son las personas que tendrían más probabilidades de comprarme a mí en lugar de a los otros negocios que ya existen. Una vez identificado ese grupo de personas, empiezan a salir los primeros brotes de mi planta.
Tercero: sigo regando y nutriendo la ahora plantita bebé… Estudio todo lo que le gusta a esas personas, cómo les gusta, en qué momento, cuánto compran, con qué frecuencia, qué tipo de publicidad sería más efectiva para que me conozcan, etc. Con todo esta información, puedo entonces definir lo que mi negocio está dispuesto a hacer por ellos, a lo que nos comprometeremos a cumplir con todo cliente. ¡Ya la plantita bebé empieza a crecer!
Cuarto: trasplanto la plantita a una maceta adecuada y la sigo regando, cuidando y alimentando… Empiezo a averiguar qué tipo de permisos y papelería legal necesito tener para mi negocio, contacto también proveedores de los insumos que voy a necesitar, consigo los precios de los equipos que voy a necesitar, etc., todo con el objetivo de definir cuánto tendría que invertir, gastar al mes, y compararlo con cuánto podría vender. De esto ya puedo tener una idea de cuánto podría ganar y en aproximadamente cuánto tiempo podría devolver la inversión.
Quinto:
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