Diversificación Y Activos Refugio

Asistimos los últimos años a una concentración del ahorro en los llamados “activos refugio”. Muchos inversores sienten pánico a invertir en acciones de un determinado banco pero sin embargo les tranquiliza tener todo su patrimonio invertido en un depósito de esa misma entidad. El dinero acude en masa a los bonos del tesoro estadounidenses y a los bonos alemanes, a pesar de encontrarse en mínimos de rentabilidad, o incluso con rentabilidades negativas, al franco suizo y al yen japonés, pese a las advertencias de intervención de sus bancos centrales, así como al oro, que acumula ya 10 años de subida continuada.

El enemigo a batir cuando realizamos una inversión es la inflación. Con una inflación media del 2,7% en la eurozona no parecería lógico invertir en una letra del tesoro alemana con una rentabilidad negativa, sin embargo el pasado 9 de enero se produjo una subasta de letras alemanas a seis meses en la que se colocaron 3.900 millones de euros con una rentabilidad media del -0,0122%.

A la hora de proteger nuestras inversiones deberíamos intentar preguntarnos cuál es la valoración que nosotros daríamos a un determinado activo, independientemente de su precio de mercado. De esta forma podemos comprobar si se encuentra infra o sobrevalorado. Las mayores divergencias entre valoración y precio de los activos se dan en momentos de pánico y de euforia en los mercados. Podemos poner como ejemplo del primero el precio de los bonos High Yield alcanzado en marzo del año 2009 y del segundo la valoración de las compañías tecnológicas en marzo del año 2000.

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