ECONOMÍA Y POLÍTICA ECONÓMICA
Enviado por jooool • 27 de Enero de 2015 • 3.455 Palabras (14 Páginas) • 390 Visitas
1.1 LAS CIENCIAS SOCIALES Y SU VOCACIÓN A LA ACCIÓN
Las divergencias entre los economistas sobre los problemas teóricos y las distintas políticas económicas han sido tema relevante en el área. No obstante, aunque es posible que la disponibilidad de mejores estadísticas y mejores técnicas de análisis pudieran eliminar dichas diferencias, cuando menos en la teoría; sin duda, las discrepancias continúan y se mantendrán.
En el ámbito teórico ocurren por tres principales razones: en primer lugar, porque las premisas y supuestos condicionan las conclusiones; en segundo lugar, la dificultad de la introducción de juicios de valor; y por último, debido a que, como en toda la ciencias sociales, las leyes tienen un carácter estadístico/probabilístico y no causal. En el ámbito practico, en las políticas económicas, la causa se da por las valoraciones, opiniones e ideologías que siempre acompañan las propuestas de actuación y medidas que finalmente se adoptan para solucionar un problema o lograr un fin deseado.
El objetivo no se basa en conseguir que todos los economistas se pongan de acuerdo en materia de políticas económicas, sino el objetivo es comprender que aspectos y factores influyen en la elaboración de políticas económicas, cuales con los objetivos generalmente seguidos por los gobiernos y cuáles son los instrumentos que están al alcance de las políticas económicas, ventajas y limitaciones. Debido a que la política económica está integrada en al ciencias económicas, es importante analizar la relación existente entre la Economía y la Política Económica.
Las ciencias sociales y su vocación a la acción
La clasificación de la ciencias, ha sido objeto de numerosos propuestas, pero un punto importante de partida son las ciencias formales y las empíricas. En el primer grupo, se caracterizan por que su construcción y aceptación no precisan de su contraste con la realidad, mientras que las ciencias empíricas, se caracterizan por su referencia a la realidad, su referencia al mundo. Existen tres características destacables que describen a las ciencias empíricas, son tres: se basan en juicios dictados por la experiencia, sus propuestas están sujetas a su verificación, por lo que la observación juega un papel de suma importancia, y su objetivo final es el establecimiento de leyes, que expliquen hechos y que logren poder anticipar el futuro del fenómeno analizado.
Las ciencias sociales como ciencias empíricas
La inclusión de las llamadas Ciencias Sociales entre las ciencias empíricas ha sido objeto de diversas controversias. Diversos argumentos han servido para poner en duda su consideración como ciencia o, cuando menos, tratarlas de rebajarlas en su carácter científico la ser compradas con los procedimientos y logros de la Ciencias Naturales. Las ciencias sociales tienen por objeto al hombre como ser social, sus acciones, reacciones, relaciones y el propio acontecer social; en pocas palabras estudia los fenómenos sociales, hecho que presenta dificultades.
El primero es la propia complejidad de los mismos, que hace difícil la delimitación de sus diversos elementos y la realización de abstracciones. En segundo lugar, la dificultad de establecer leyes generales sobre los hechos y comportamientos sociales; que no resulte de un carácter probabilístico o se encuentre muy condicionada. A su vez esto se les unen problemas como, la dificultad de cuantificar lo hechos, la dificultad de experimentar, la relatividad histórica en que se desarrollen, etc. Estas cuestiones tienen un enorme interés, ya que permiten clarificar las condiciones y límites dentro de los que se mueven las ciencias sociales. Y es que aunque la economía a desarrollado un campo científico autónomo, comparte con las ciencias sociales las dificultades y problemas básicos a los que se enfrentan.
Ciencias sociales y acción
La ciencia en general, se considera un modo de conocimiento que aspira a formular leyes por medio de las cuales se rigen los fenómenos. Las ciencias empíricas no solo pretenden describir un fenómeno, sino también, explicar su mismo acaecer. Dicho esto, las leyes de las ciencias empíricas tiene distintos ordenes, no obstante tiene características en común, como: ser capaces de describir fenómenos, ser comparables mediante la experimentación y la observación, ser capaces de predecir tendencias y hechos futuros. Sin embargo, estas leyes también permiten actuar; es decir, disponer de una base para operar sobre una determinada realidad, ya sea para transformarla o aprovechar sus beneficios.
Una Diferencia importante entre las ciencias físicas y las sociales, es que las primeras el progreso y avances prácticos se dan en gran medida de los alcanzados en los planos analítico y especulativo; mientras que en las sociales la práctica se ve obligada a ser más avanzada que la teoría. Esto último se da, porque las exigencias y necesidades demandan que se actué en muchos terrenos en los que la teoría no haya logrado explicar los problemas y acontecimientos reales.
En el campo de las ciencias sociales nos encontramos, en una paradoja; por una parte, la realidad social obliga a realizar intervenciones cuyas consecuencias pueden llegar a ser mayores que las se derivan de otras ciencias; y por otro lado, no se ha podido definir una base interpretativa o una buena sistematización del problema planteado. No obstante, esto no es un problema actual, si logramos observar la practica ha predecedido a la investigación científica frecuentemente. Cabe resaltar, que el futuro esta codeterminado por el pasado y por las propias estructuras del presente, pero al no estar determinado de un modo definitivo y absoluto, el hombre juega como actor que puede modificar el curso de los hechos. Y dado que lo hechos demandan acciones para los que no siempre existe una pase de conocimiento; por ello, el conocimiento y acción semejan, las caras de una misma moneda, por lo que el conocimiento impulsa la accione sociela, pero esta y la propia dinámica normativa estimulan el conocimiento.
1.2 LA ECONOMÍA COMO CIENCIA ORIENTADA A LA PRAXIS
El análisis del desarrollo de diferentes doctrinas económicas permite afirmar que la Economía ante todo es una ciencia praxeológica. Es decir, una ciencia que genera un tipo de conocimientos que se orientan a la acción eficaz.
Dentro de las ciencias sociales, el campo problemático de la Economía son las relaciones de producción, intercambio y distribución de bienes y servicios entre los agentes sociales. De forma implícita se parte del supuesto de que este tipo de actividades humanas responden a mecanismos cuyo adecuado conocimiento no solo tiene valor intrínseco, como especulación, sino que debe favorecer su mejora
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