EL PENSAMIENTO ESTRATÉGICO. UNA INTEGRACIÓN DE LOS SENTIDOS CON LA RAZÓN

EL PENSAMIENTO ESTRATÉGICO. UNA INTEGRACIÓN DE LOS SENTIDOS CON LA RAZÓN

ANDRES MORALES BAQUERO

UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA

GERENCIA DE MERCADEO

IGOR ZAMBRANO

2021

En su libro El pensamiento estratégico, Una integración de los sentidos con la razón, la autora Román explica en qué consiste el pensamiento estratégico y la evolución del concepto a través del tiempo. También se plantea diversas preguntas alrededor de los empresarios relacionadas con el pensamiento estratégico que estos deben tener al momento de crear estrategias que les permitan cada vez más acercarse a los objetivos planteados desde un inicio en la empresa y cómo hacer caso omiso de este pensamiento puede llevar a la empresa a casos extremos, como por ejemplo, desaparecer del mercado. Por otro lado, explica cómo el pensamiento de los empresarios ha evolucionado gracias a los constantes cambios que se presenta tanto en el ambiente como en el mercado, ya que pasaron de tener un pensamiento tradicional a uno estratégico.

Como es mencionado “La construcción del conocimiento humano es un proceso que sigue el diseño de redes o sistemas y todavía no conocemos con certeza sus posibilidades de ampliación y potenciación, ya que el medio en el que interactúa el hombre no cambia de manera regular” (Román, pág 26) refleja que el conocimiento humano se va tejiendo o construyendo por medio de los problemas o inconsistencias que ponen al humano en la necesidad de tener pensamientos exclusivos y aptos para esa ocasión en específico. Asimismo, la imaginación potencia el conocimiento de la persona, puesto que crea situaciones, genera expectativas, frustraciones, entre otras, que como es mencionado en el libro, ayuda a la construcción de los sueños diurnos, sueños nocturnos, utopías y crónicas.

Por lo anterior mencionado, es importante que los empresarios hagan un equilibrio entre el análisis racional (pensamiento lineal) e integración imaginativa (conclusiones sin análisis), dado que al momento de plasmar una estrategia para la empresa se hace con la finalidad de mitigar posibles costos extras y tener claro el norte que quiere tomar la empresa para alcanzar las metas propuestas, por ello es necesario que los empresarios no solo tengan conocimiento, sino que tengan la destreza de un pensamiento estratégico.

Como lo define la autora, el pensamiento estratégico “hace esfuerzos notables por entender e interpretar el entorno o escenario donde debe desarrollar su actividad empresarial y están instaladas las necesidades, en una búsqueda persistente para adaptar y aprovechar la mejor combinación de los recursos existentes” (Román, pág 24), lo cual demuestra que lleva a preguntas básicas como ¿quiénes somos?, ¿por qué existimos?, ¿hacia dónde vamos? Que llevan a fijar, como fue mencionado anteriormente, un norte claro para la empresa evitando que se descarrilen de sus metas a la mitad de la ejecución de estrategia. Por ello es necesario que el empresario sea capaz de transformar las ideas en una realidad exitosa, es decir, no solo se quede en la creación de esta, sino la haga una innovación. Hoy en día toda la información está disponible a cualquier hora y a cualquier momento del día, pero esto puede ser un arma de doble filo, ya que si de esta información no se es capaz de filtrar y transformarla en una estrategia potencial, no se está dando un pensamiento estratégico, simplemente se busca ejecutar una idea sin tener la certeza de si mejorará la empresa o no.

Román señala que hoy en día la adaptación es un parte fundamental por parte de los empresarios, dado que si mantienen un pensamiento tradicional lo más probable que le suceda a la empresa es que desaparezca, es decir, adecuar una situación a esquemas preestablecidos previamente, lo cual no será suficiente para mantenerse a flote. En mi opinión, estoy totalmente de acuerdo con la autora Olga Román, dado que por la emergencia sanitaria mundial que estamos viviendo, Covid-19, se requirió una rápida adaptación por parte de las empresas a este nuevo estilo de vida; el ámbito social cambió y la cultura de compra también, la mayoría de las compras se hacían de manera virtual y las empresas que no lograron implementar un software que les permitiera vender de manera electrónica, desaparecieron del mercado. Lo anterior demuestra que el entorno está cambiando en todo momento y ahora el enfoque que deben tener las empresas cambió, deben centrarse en vender lo que el cliente necesita y el pensamiento estratégico consiste en afrontar los futuros retos y encontrar las soluciones más optimas; planear el futuro.

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