El Liderazgo de Winston Churchill

El Liderazgo de Winston Churchill

Elaborado por: Alberto Vera Luna

MBAG 57 A

“Nos preguntaréis cuál es nuestra política. Y respondo: Hacer la guerra por tierra, mar y aire con toda la fuerza que nos ha dado Dios. Hacer la guerra, sí, contra una monstruosa tiranía nunca superada en el sombrío y lamentable catálogo del crimen humano. Esa es nuestra política. Nos preguntaréis también cuáles son nuestros objetivos. Y respondo con una sola palabra: Victoria. Victoria a toda costa, a pesar de todos los terrores, a despecho de lo largo y duro que el camino pueda ser. Emprendo mi tarea con optimismo y esperanza. Estoy seguro de que no sucederá que nuestra causa falle. Me siento autorizado para solicitar la ayuda de todos y decir: Adelante con toda nuestra fuerza unida.” (Churchill, Discurso de la Cámara de los Comunes, 1940)

Muchos son los modelos de liderazgo como los autores que hablan de ellos y cada uno de estos modelos siempre tiene personajes sobresalientes que encarnan sus definiciones y características. Uno de estos personajes es Winston Churchill, quien fuera el político británico más importante del siglo XX, conocido principalmente por el valor transmitido durante su mandato como primer ministro durante la II Guerra Mundial (Biografías, 2005). Nació en Inglaterra el 30 de noviembre de 1874, se graduó en el Royal Military College, sirvió en la India y Sudán. En 1899 fue corresponsal en la guerra Boér, donde se convirtió en héroe nacional al protagonizar una arriesgada fuga. En 1900 fue elegido diputado por el Partido Conservador  hasta 1904 cuando se unió al Partido Liberal. En 1908 fue nombrado Ministro de Comercio. En 1910 fue nombrado Ministro del Interior. En 1911 fue Primer Lord del Almirantazgo, durante la I Guerra Mundial el papel desempeñado por Churchill bajo este cargo fue muy polémico, llegando casi a arruinar su carrera política, debido a los problemas en la Armada y apoyo a la trágica Batalla de Gallipoli, lo cual incluso lo llevó a la renuncia del Almirantazgo. Retornó a la política en 1924 como Ministro de Hacienda. En 1939 cuando Gran Bretaña declaró la guerra a Alemania, el pueblo reclama el regreso de Churchill al Almirantazgo debido a su visión estratégica. En 1940, durante la II Guerra Mundial fue elegido Primer Ministro, época en la que se destaca su liderazgo político y militar, sus grandes logros lo convirtieron en un personaje admirado a nivel mundial, sin embargo perdió las elecciones en 1945 cuando fue derrotado por el Partido Laboralista. En 1951 volvió a ser Primer Ministro para luego dimitir en 1955 debido a sus problemas de salud y su avanzada edad. A partir de 1955 se dedicó a la pintura y la literatura, llegando a ganar el Premio Nobel de Literatura en 1953 año en el que se le concedió el título honorífico de Sir. Churchill falleció el 24 de enero de 1965.

La vida de Churchill transcurrió entre sucesos favorables y desfavorables para él, cuestionado en muchas ocasiones pero aclamado en muchas. Pero, ¿qué hace de Sir Winston Churchill un modelo de liderazgo?. Para ello nos basaremos en la propuesta de liderazgo de cuatro etapas:

1) Detecta Necesidades. En 1940, Francia el principal aliado de Gran Bretaña, se encontraba invadida por el ejército alemán y estaba a punto de rendirse. En Inglaterra Neville Chamberlain abandonaba su puesto. Su sucesor tendría dos opciones, o ser un pacifista que negociara la paz o un luchador como  Churchill que buscara la victoria por encima de todo. Finalmente fue Churchill quien dirigió este proceso. El pueblo inglés tenía la necesidad de un líder capaz de devolverles la confianza y el coraje para enfrentar al enemigo, alguien capaz de devolverles la fe en sí mismos. Haffner (1967) indicó: “Hasta 1940, la historia del mundo e incluso la de Inglaterra resultarían concebibles sin Churchill… Pero en los años 1940 y 1941, Churchill fue el hombre del destino. Si extirpáramos a Churchill del transcurso de estos dos años decisivos nuestra historia ya no sería la misma. Nadie puede predecir cómo habrían sido las cosas sin él”. El mismo Churchill (1948) en sus memorias sobre la II Guerra Mundial, señaló: “Mi método se aceptó porque todos comprendían lo cerca que estábamos de la ruina y de la muerte”.

2) Moldea una Identidad Social. Cambia el pensamiento derrotista de su pueblo por un pensamiento de coraje y valentía, generando con ello una identidad en cada uno de sus actos. Posiblemente sea la frase más conocida de Churchill aquella que pronunció en su primer discurso como Primer Ministro, el 13 de mayo de 1940, cuando prometió: blood, toil, tears, sweat. Es decir, «sangre, esfuerzo, lágrimas, sudor». En inglés la expresión adquiere muchísima más fuerza que en castellano, ya que todas las palabras son monosilábicas y se pronuncian como golpes secos. (Milian, 2010)

3) Propone una visión irresistible. Los Líderes te motivan con el poder de su visión, la pasión de su entrega y la incontestable lógica de su razonamiento (Nicholson, 2004). En sus Memorias de la II Guerra Mundial escritas en 1948, Churchill recuerda uno de sus discursos que podría darnos el sentido de la visión que tenía: Preparémonos para cumplir nuestro deber, comportándonos de tal modo que aunque el Imperio Británico y su Commonwealth duren mil años, los hombres sigan diciendo: “esa fue su hora mejor”. En estas palabras Churchill les da a su pueblo y su ejército la visión de trascendencia que estaban necesitando como motivación para ganar la guerra.

4) Obtiene resultados. El coraje y determinación de Churchill y sus entusiastas discursos motivaron a los británicos para continuar la lucha. Gracias a la fructífera colaboración con el presidente Franklin D. Roosevelt, Churchill consiguió ayuda militar y el apoyo moral de Estados Unidos. Una vez que la Unión Soviética y Estados Unidos entraron en la guerra en 1941, Churchill estableció estrechos lazos con los líderes de lo que él denominó la “Gran Alianza”. Todos estos actos lo llevaron a obtener la victoria final sobre los alemanes.

Muchos autores sugieren que el liderazgo de Churchill era de tipo carismático. La Real Academia Española define carisma como “el don que tienen algunas personas de atraer o seducir por su presencia o su palabra”. Esta clase de individuos suelen manifestar estas capacidades desde muy jóvenes, distinguiéndose de los demás por su iniciativa y sus realizaciones. Entre algunos ejemplos podemos citar a Winston Churchill. (Suárez, 2004). Sin embargo y aunque considero que una de sus grandes virtudes era su carisma, considero que el liderazgo de Churchill fue de tipo transformacional. Según Burns (1978), el liderazgo transformacional ocurre “cuando una o más personas se comprometen con otras de tal manera que los líderes y los seguidores elevan sus niveles de motivación y moralidad”.

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