El acoso escolar y sus consecuencias
Enviado por iszfv3 • 12 de Agosto de 2014 • 1.759 Palabras (8 Páginas) • 238 Visitas
El acoso escolar y sus consecuencias
Es un nuevo día en el colegio, María está sentada en su pupitre de siempre, en eso entra al salón los chicos más populares y peores personas que jamás María había visto. Eran nada más y nada menos que Samanta, Nicol y Lola, acompañadas siempre por los hermanos de Nicol y Lola que en ese momento no se encontraban con ellas. Lola (con malicia) le dice a María:
- Lola: ¡Ay dios!, Hay que ver que este colegio acepta a todo tipo de gente, que asco tener que soportar a esta mosca muerta. ¿Verdad Samanta?
- Samanta: Si amiga, aparte de mosquita muerta, fea y flaca. Parece desnutrida.
- Nicol: Definitivamente, que horror.
Entran los hermanos de Nicol y Lola al salón y dice Alexander (gritando):
- Alexander: ¡Ay viene el profesor!, ¡Ay viene el profesor!
El profesor entra y María empieza a llorar. El profesor no lo nota y dice:
- Profesor: Buenos días muchachos (muy simpático), ¿Cómo están hoy?
- Alumnos: Buenos días profe, fino.
Observa que todos responden menos María, cosa rara ya que ella siempre era muy educada, se queda observando a su pupitre, ve que ella llora y le dice:
- Profesor: María, ¿Qué tienes? , ¿por qué lloras?
- María: Nada profesor, no es nada. No es nada importante.
- Antes de que María podría decir otra cosa, Lola se para y dice:
- Lola: Profesor, por dios. ¿Le va a estar haciendo caso a María?, ¿que que le pasa?, nada, no le pasa nada. Ella que es la propia magdalena, llora por todo. ¡Por dios!
Todos en el salón sueltan una carcajada.
El profesor lo olvida, haciéndole caso a Lola. Suena el timbre, todos salen del aula al recreo.
María va a donde Sebastián (su mejor amigo) y le cuenta lo que paso en el salón con el grupo de las populares.
- María: (Llorando), siempre abusan de mí, yo nunca les hice nada a ellas. Son malas conmigo, yo siento que no me lo merezco Sebastián. No es justo.
- Sebastián: Tranquila María, esto va a pasar. Tú vas a ver que ese tipo de gente recibe su merecido. Pero dile a tu mama o a alguien de dirección para que te ayuden a superar esta situación.
- María: Sera amigo, gracias por serme de tanto apoyo.
- Sebastián: De nada María. ¿Te acompaño a casa María?
- María: Esta bien.
Sebastián y María emprenden el camino a casa de María, que era un poco lejos y María le dice:
- María: Gracias ( con una sonrisa)
- Sebastián: De nada, no necesitas agradecerme por todo, adiós.
- María: Adiós Sebastián.
Sebastián se va, María entra a su casa y le cuenta a su mama:
- María: Hola mama.
- Juana: Hola hijita, ¿cómo estás?
- María: Bien mama, te tengo que contar algo.
- Juana: Dime hija.
- María: Bueno, mama hay un grupo que me está molestando en el liceo mama, me tratan mal, me agreden me dice que si esto, que si aquello y de verdad no lo soporto más.
- Juana: Ay niña, segurito y eso es cosas tuyas. No te voy a creer porque tu inventas mucho no has cambiado ni un poco desde que eras pequeña, inventora demás.
María molesta por la incredulidad de su mama hacia ella, se va molesta y triste a su cuarto a llorar.
Pasa el resto del día y al otro día, María va a la escuela un poco afligida por lo que había pasado en su casa el día anterior con su mama. Entra al salón como siempre, cuando suena la campana del recreo y sale de primero el grupo de los “populares”, más atrás maría, cuando María sale el grupo la estaba esperando afuera
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