El control

El control es el proceso que consiste en supervisar las actividades para garantizar que se realicen según lo planeado y corregir cualquier desviación significativa. Un sistema de control eficaz asegura que las actividades se completen de tal manera que conduzcan al logro de los objetivos de la organización. El criterio que determina la eficacia de un sistema de control es que tanto facilita el logro de los objetivos. Cuanto más ayude a los gerentes a lograr los objetivos de su organización, mejor será el sistema de control.

Se han identificado tres enfoques diferentes para diseñar los sistemas de control:

Mercado: es un enfoque hacia el control que destaca el uso de mecanismos de mercado externos, lo usan las organizaciones cuyos productos o servicios son claramente específicos y distintos y que enfrentan una enorme competencia en el mercado

Burocrático: destaca la autoridad organizacional. Se basa en mecanismo administrativos y jerárquicos, como normas, reglamentaciones, procedimientos, políticas, estandarización de las actividades, descripciones de empleos bien definidas y presupuestos, para asegurar que los empleados exhiben comportamientos apropiados.

De clan: regula el comportamiento de los empleados por medio de valores, compartidos, normas, tradiciones, rituales, creencias y otros aspectos de la cultura de la organización. Lo usan con frecuencia las organizaciones donde son comunes los equipos y la tecnología cambia con rapidez.

La mayoría de las organizaciones no dependen por completo de uno solo de estos enfoques para diseñar un sistema de control apropiado.

¿Por qué es importante el control? La planeación lleva a cabo, una estructura organizacional se crea para facilitar en forma eficiente el logro de los objetivos y se motiva a los empleados por medio de un liderazgo eficaz.

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