El impacto de la globalización en el incremento de la incidencia de problemas de salud mental: el caso de México y su sistema de salud mental 1994-2014

El impacto de la globalización en el incremento de la incidencia de problemas de salud mental: el caso de México y su sistema de salud mental 1994-2014

Introducción

A través de la historia, el sistema internacional ha sufrido una serie de cambios producto de procesos que nos colocan en el contexto político, económico y social que vivimos en la actualidad, sin embargo, no es posible referirnos a dichos procesos de manera general, toda vez que impactan de formas diferentes a las relaciones internacionales, regiones, Estados e incluso, no generalizan u homogenizan las situaciones dentro de los mismos.

        Si bien es cierto que podemos referirnos a un proceso o procesos globalizadores, también lo es que, no podemos hacerlo refiriéndonos a todos los ámbitos, es decir, no es posible referirnos a la globalización como un proceso o proyecto de integración y unificación de la sociedad internacional; actualmente no podemos hablar de comunidad internacional, ni de transgresión y/o desaparición de fronteras en busca de un sistema homogéneo. La soberanía por ejemplo, es uno de los factores que no permite la desaparición de barreras políticas.

        No obstante lo anterior, es necesario decir que sí hay procesos que se han convertido en globales, que si bien no permiten hablar de una aldea global como lo haría Marshall Mcluhan, si constituyen un intento por construir una sociedad indiferenciada a través de la homogeneización de factores sociales, económicos y culturales.

        En México, se considera como referencia del proceso globalizador, la firma del Tratado de Libre Comercio entre éste, los Estados Unidos y Canadá, [este Tratado] no es sino la consolidación de este proceso marcado por la gran velocidad de la liberalización –en comparación con otros países–, aún mayor que la exigida por las organizaciones financieras y el propio TLCAN (liberalización unilateral)^[1].

Este dato nos remite a una cuestión meramente económica, sin embargo, también encontramos que dicha apertura da pauta a la continuidad de procesos de internacionalización que trazan una línea transversal, más allá de la esfera económica.

        Con la globalización de factores sociales, nos enfrentamos a una serie de consecuencias que impactan de manera importante tanto a los Estados, como a las sociedades que integran los mismos. Una de ellas es el incremento en los problemas de salud mental, [e]n el contexto global que vivimos, han aparecido […] problemas que, independientemente que puedan o no llegar a constituirse en un trastorno psiquiátrico propiamente dicho, requieren ser estudiados desde la perspectiva de la salud pública y la salud mental^[2].

        La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades^[3], la falta o deterioro de cualquiera de los tres elementos referidos, se traduce en el menoscabo del estado de salud de la población y su desarrollo integral dentro de las diferentes sociedades.

        Como señala Juan Ramón de la Fuente, [la] esquizofrenia, depresión, epilepsia, demencia, alcoholismo y otros trastornos mentales, neurológicos y uso de sustancias, constituyen el 13% de las enfermedades a nivel mundial, superando enfermedades cardiovasculares y cáncer^[4], situación que pone de manifiesto la inminente necesidad de atender los sistemas de salud mental a nivel mundial, en virtud que, […] no puede haber salud sin salud mental, [por lo que] ésta debe formar parte integral de la política social de los países^[5].

        En este sentido, [l]a etnopsiquiatría se constituye para responder a las diferentes situaciones en las cuales, el campo psicológico y psicopátologico, se encuentra con el de la cultura. Tomando en cuenta esto, Laplantine propone la siguiente definición: “La etnopsiquiatría es el estudio de las relaciones entre las conductas psicopatológicas y las culturas, en las cuales éstas últimas se inscriben^[6].

        Lo antes descrito encuentra mayor complejidad si nos referimos a la interacción entre culturas y a la transgresión de las mismas por elementos y factores sociales ajenos, situación de la cual no se encuentra exento nuestro país, mismo que de acuerdo al Informe sobre el sistema de salud mental en México, elaborado por la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y la Secretaría de Salud federal, [v]ive una transición epidemiológica “polarizada”, cuyos rasgos más notorios son la disminución de las enfermedades infecto-contagiosas y el aumento de los padecimientos crónico-degenerativos, categoría en la que se encuentran los accidentes, las lesiones y los trastornos mentales^[7].

El presente trabajo de investigación constituye un estudio de la globalización de los factores socio-culturales y económicos, y el impacto de estos en el incremento de problemas de salud mental a nivel internacional y particularmente en México.

        La investigación del presente tema, reviste importancia para la disciplina de las Relaciones Internacionales, toda vez que estamos frente a otro factor parte del proceso globalizador, que más allá de referir si constituye un elemento positivo o negativo, se erige como un reto para las relaciones económicas, políticas y sociales de los Estados y los sistemas de salud pública de los mismos.

        En virtud que, los factores sociales y económicos hoy también son globales, la internacionalización de políticas públicas encaminadas a atender los problemas de salud mental, también deberán ser globales y adaptables a los sistemas de salud pública locales.

En este sentido, la hipótesis que motiva el trabajo de investigación refiere que, la globalización de los elementos sociales, culturales y económicos ha propiciado el incremento de los problemas de salud mental a nivel internacional y regional, en virtud que el intento de homologación de las distintas sociedades, ha provocado el aumento y surgimiento de trastornos mentales, situación que actualmente constituye un reto para las organizaciones internacionales encargadas de los temas de salud mental y los sectores estatales de salud pública.

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